En el creciente escenario de la exploración y vigilancia espacial, Rusia ha desarrollado un sofisticado programa con fines militares y estratégicos conocido como Proyecto Nivelir. Este proyecto ha incluido la puesta en órbita de una serie de satélites de inspección que no solo cumplen misiones de sensorización remota terrestre, sino que también realizan operaciones de encuentro y proximidad con otros satélites en orbita. La complejidad y la naturaleza de estas misiones reflejan la importancia que le otorga Rusia al control y la vigilancia del espacio cercano a la Tierra, especialmente en un contexto geopolítico donde la competencia en órbita baja se intensifica entre grandes potencias. El Proyecto Nivelir comenzó formalmente en 2011, cuando el Ministerio de Defensa ruso adjudicó un contrato clave al Instituto Central de Investigaciones en Química y Mecánica (TsNIIKhM), que actúa como contratista principal. Este instituto, históricamente dedicado a la fabricación de propelentes sólidos y explosivos, amplió su alcance hacia sistemas espaciales capaces de inspeccionar y, potencialmente, neutralizar activos espaciales de adversarios.
En el desarrollo del proyecto, también ha participado NPO Lavochkin, responsable de diseñar los satélites “padre” o principales, mientras que TsNIIKhM se ha ocupado de fabricar los satélites subsidiarios y otros sistemas de soporte orbital. Los satélites de Nivelir, identificados con la designación militar 14F150, están equipados para llevar a cabo observaciones ópticas tanto de la Tierra como de otros objetos en órbita. Se ha confirmado que varias unidades han sido colocadas en órbitas coplanares con satélites de reconocimiento estadounidenses, lo que indica un interés estratégico en monitorear de cerca a estos activos clave de Estados Unidos. Además, en algunas de estas misiones, los satélites principales han desplegado subsatélites designados 14F162, que realizan operaciones de proximidad más cercanas y, en ciertos casos, han liberado objetos de alta velocidad que, según análisis occidentales, podrían ser armas antisatélites (ASAT). Aunque estas últimas no han sido usadas para destruir satélites, su existencia ha provocado alarma internacional.
El comienzo del programa de inspección espacial ruso puede rastrearse hasta los primeros lanzamientos entre 2013 y 2015, aunque el primer uso del término “satélite de inspección” por parte de Rusia data de 2017. El satélite Kosmos-2519, lanzado en junio de ese año, realizó una serie de maniobras junto con su subsatélite Kosmos-2521, y se registró también el despliegue de un objeto adicional. Estas operaciones, anteriormente poco conocidas, han sido analizadas minuciosamente por expertos en inteligencia espacial, que las interpretan como ensayos de capacidades tanto para vigilancia como para defensa y ataque en el espacio. Una de las características distintivas de los satélites de Nivelir es su capacidad para ejecutar maniobras orbitales complejas para mantener la sincronización con objetivos específicos, ya sean satélites rusos o extranjeros. Esta destreza se utiliza para realizar observaciones detalladas desde la distancia y para evaluaciones técnicas que podrían facilitar futuros ataques o defensas contra satélites.
Se cree que esta dualidad —inspección y opción antisatélite— es uno de los pilares estratégicos del proyecto. La competencia en el espacio orbital es cada vez más compleja y se manifiesta en diversas tecnologías desplegadas, desde sistemas terrestres de intercepción y láseres hasta vehículos espaciales de encuentro y manipulación. En este contexto, los satélites Nivelir desempeñan un papel doble: como nodos de vigilancia avanzada sobre objetos específicos y como plataformas capaces de probar y desplegar armas cinéticas o no cinéticas contra satélites oponentes. Sin embargo, el Proyecto Nivelir también aborda aspectos civiles y técnicos relacionados con la observación terrestre mediante sensores electro-ópticos. Los satélites del proyecto pueden captar imágenes de alta resolución que contribuyen a una mejor comprensión ambiental, geográfica y estratégica.
Esto multiplica las utilidades del sistema y aporta un convincente argumento para su desarrollo en el marco del arsenal espacial estratégico ruso. Los aspectos técnicos de los satélites Nivelir también son notables. Se ha confirmado que la plataforma utilizada en varios de los satélites 14F150 es la Karat-200, desarrollada por NPO Lavochkin. Esta plataforma modular es capaz de alojar distintos tipos de cargas útiles y propulsores, lo que la hace especialmente versátil para misiones de diversa índole. Dispone de sistemas de propulsión con motores de combustible monopropelente fabricados por OKB Fakel, así como sistemas de control de actitud avanzados que permiten una orientación precisa, fundamental para la realización tanto de observaciones como de maniobras orbitales.
Por su parte, los subsatélites tienen dimensiones más pequeñas, con pesos cercanos a los 54 kilogramos, y cuentan con sistemas de propulsión y navegación que incluyen sensores láser y cámaras de visión computarizada para asegurar encuentros y operaciones de proximidad con otros objetos en órbita. La posibilidad de incorporar recubrimientos absorbentes de radar para reducir su detectabilidad añade una capa de sofisticación y furtividad que refuerza sus capacidades en una eventual confrontación espacial. La importancia del Proyecto Nivelir radica en su contribución al desarrollo de capacidades de inspección, mantenimiento, y potencialmente neutralización de satélites rivales, lo que representa un cambio fundamental en la doctrina espacial rusa. Además, el programa se enmarca dentro de una respuesta tecnológica a sistemas equivalentes estadounidenses como el Space-Based Space Surveillance (SBSS), un satélite que proporciona capacidad similar de seguimiento y monitorización de activos espaciales, aunque con diferencias sustanciales en diseño y objetivos secundarios. En términos geopolíticos y de seguridad internacional, las acciones del Proyecto Nivelir generan preocupación y debates acerca de la militarización y posible escalada en el ámbito espacial.
El lanzamiento de satélites con capacidad para inspeccionar y seguir de cerca satélites extranjeros, y la demostración de capacidad para desplegar proyectiles o interferir en su funcionamiento, indican una intensificación en la competencia estratégica por la supremacía orbital. Estas acciones pueden afectar la estabilidad y aumentar los riesgos de conflictos en una órbita ya saturada. Además, el proyecto no está aislado, sino que es parte de un marco más amplio de desarrollos militares rusos en el espacio, que incluyen programas como Burevestnik y otros sistemas antisatélite. TsNIIKhM, como contratista principal, ha sido clave en varios de estos desarrollos, bajo la dirección del diseñador principal Vladimir Verkhoturov. La coordinación entre entidades como MAK Vympel, que supervisa redes de vigilancia espacial terrestres, y las unidades de diseño de satélites, crea una integración entre sistemas espaciales y terrestres que maximiza la efectividad operativa rusa.
El futuro del Proyecto Nivelir se perfila hacia incrementos en la sofisticación tecnológica y operacional. Además de incrementar la constelación de satélites de inspección, Rusia probablemente incorporará mejoras en la furtividad, longevidad y capacidades de maniobra, así como una integración más profunda con sistemas antisatélite y de defensa espacial. La capacidad para realizar inspecciones minuciosas y acoplamientos en órbita tiene también aplicaciones en el mantenimiento y extensión de vida de satélites propios, lo que es vital en un entorno espacial competitivo y costoso. En resumen, Proyecto Nivelir representa un avance estratégico ruso en la capacidad de vigilancia, interacción y posible neutralización de satélites en órbita terrestre baja. Su desarrollo trasciende la simple observación, implicando un componente ofensivo que contribuye a la nueva dinámica de poder y control espacial a nivel mundial.
El equilibrio, transparencia y acuerdos internacionales sobre el uso pacífico y responsable del espacio se tornan más necesarios ante la proliferación de tecnologías como las desplegadas en este programa.