Nike, gigante mundial del sector deportivo, se encuentra en el ojo del huracán luego de que un grupo de inversores presentara una demanda colectiva por 5 millones de dólares en una corte federal de Brooklyn, Estados Unidos. La demanda surge tras el abrupto cierre del proyecto de tokens no fungibles (NFTs) llamado RTFKT, propiedad de Nike, el cual según los demandantes causó pérdidas significativas debido a la caída del valor de sus activos digitales. Este caso representa uno de los primeros enfrentamientos legales importantes entre una marca consolidada y sus inversiones en el mundo emergente de los NFTs y activos digitales. El proyecto RTFKT fue adquirido por Nike en 2021 como parte de su estrategia para incursionar en la convergencia entre moda, cultura y tecnología blockchain. Este emprendimiento buscaba posicionar a la empresa como pionera en la innovación digital, ofreciendo productos digitales coleccionables en forma de NFTs relacionados con ropa y accesorios deportivos virtuales.
En su punto más alto, se reportaron ventas por un valor aproximado de 168 millones de dólares, impulsadas por la enorme influencia de Nike y el auge de la propiedad digital. Sin embargo, en diciembre de 2024, Nike sorprendió a la comunidad al anunciar la descontinuación de RTFKT, alegando que aunque el proyecto físico cerraría, el espíritu innovador continuaría a través de otros creadores inspirados en la marca. Esta decisión desencadenó una caída inmediata en el mercado de los NFTs vinculados a RTFKT, dejando a muchos inversores con tokens cuyo valor se volatilizó o desapareció prácticamente de la noche a la mañana. Los demandantes, entre los que destaca el residente australiano Jagdeep Cheema, acusan a Nike de realizar un “rug pull”, término utilizado en el mundo cripto para definir cuando un proyecto abandona repentinamente su soporte dejando a los inversores sin posibilidad de recuperar sus fondos. Alegan que Nike no reveló adecuadamente los riesgos involucrados en la compra de los NFTs ni informó que estos podrían ser considerados valores no registrados bajo la ley estadounidense, lo que habría disipado el interés de muchos antes de adquirirlos.
Esta situación no solo abre un debate sobre la responsabilidad legal y la transparencia que deben mantener las grandes corporaciones al ingresar al ámbito digital y Web3, sino que también pone de relieve las incertidumbres regulatorias que aún persisten en el mercado de los activos digitales. La clasificación legal de los NFTs sigue siendo algo incierta en varios países, y casos como el de Nike pueden sentar precedentes importantes para futuros desarrollos legales y comerciales. Además del reclamo por la pérdida económica, la demanda incluye alegaciones sobre la violación de leyes de protección al consumidor en varios estados, como Nueva York, California, Florida y Oregón, subrayando la dimensión multisectorial y multijurisdiccional del caso. La complejidad de esta disputa refleja un ambiente regulatorio en plena evolución donde los actores tradicionales deben navegar con cautela para evitar riesgos legales y financieros. Nike, hasta el momento, no ha emitido declaraciones oficiales respecto a la demanda, lo cual mantiene en suspenso a los analistas del mercado y a los propios inversores.
No obstante, este episodio supone un llamado de atención para otras marcas que buscan desplegar estrategias similares relacionadas con NFTs y criptoactivos, enfatizando la necesidad de claridad, cumplimiento normativo y comunicación transparente con los usuarios. El caso RTFKT también evidencia la volatilidad inherente que caracteriza a los activos digitales y las plataformas de coleccionables en la era Web3. Aunque la tecnología blockchain promete una nueva forma de propiedad digital y oportunidades de monetización para creadores y consumidores, también implica riesgos financieros y regulatorios que pueden tener consecuencias graves si no se gestionan adecuadamente. La demanda contra Nike puede marcar un antes y un después en la intersección entre el mundo corporativo clásico y las innovaciones descentralizadas. A medida que la legislación se adapta para incluir estos nuevos instrumentos, será fundamental que las empresas establezcan protocolos que protejan tanto a los clientes como a ellas mismas ante volatilidades, problemas legales y potenciales fraudes.
En paralelo, la comunidad NFT observa con atención los desenlaces legales, ya que estos podrían influir en la percepción pública y la confianza en proyectos digitales similares. La transparencia, regulación clara y mecanismos confiables de protección se posicionan como pilares para fomentar un ecosistema saludable y sostenible en el terreno del arte digital, coleccionables y moda virtual. Por su parte, expertos en derecho y tecnología aconsejan que los inversores interesados en NFTs investiguen exhaustivamente los términos legales y los riesgos asociados antes de realizar inversiones significativas. Además, la lucha por una regulación global coherente y efectiva se concreta como un desafío clave para equilibrar la innovación con la seguridad jurídica. En resumen, la demanda de 5 millones de dólares que enfrenta Nike por el cierre de RTFKT representa un episodio emblemático en la evolución del mercado de NFTs y activos digitales.
Este caso pone en evidencia la necesidad de construir puentes sólidos entre la tecnología emergente y la regulación, así como la importancia de la comunicación responsable con los consumidores para evitar conflictos y pérdidas económicas. Mientras Nike atraviesa esta controversia, el sector observa las lecciones aprendidas y los caminos a seguir para garantizar un futuro más transparente y seguro en el apasionante universo de los activos digitales.