Yelloh, la emblemática empresa de entrega de alimentos congelados, ha anunciado su decisión de cesar todas sus operaciones en noviembre de 2024. La noticia, que ha dejado a muchos clientes y empleados con el corazón pesado, marca el final de una era de 72 años en la que la compañía, anteriormente conocida como Schwans, se convirtió en un ícono del servicio a domicilio en Estados Unidos. La revelación se realizó el 24 de septiembre de 2024, cuando Yelloh hizo pública su intención de cerrar sus puertas, un paso que vendrá acompañado de la notificación de despidos de 53 empleados en todo el estado de Iowa, incluyendo a 10 trabajadores en la ciudad de Marion. Los despidos serán efectivos el 22 de noviembre, justo antes de que la empresa finalice sus operaciones. Fundada en 1952 en Marshall, Minnesota, Yelloh se convirtió en líder nacional en el mercado de entrega de alimentos congelados, capitalizando la nostalgia y la comodidad de recibir productos frescos y congelados directamente en la puerta de casa.
Desde su flota de camiones amarillos icónicos, la compañía ha podido llevar a millones de familias una variedad de comidas, golosinas y helados, convirtiéndose en un oscuro pero querido símbolo de entrega a domicilio. En un comunicado de prensa, Bernardo Santana, CEO de Yelloh, expresó su profunda tristeza por la decisión de cerrar la empresa. "Con corazones pesados, tomamos la difícil decisión de cesar las operaciones de Yelloh", dijo Santana. "Estamos agradecidos a nuestros muchos clientes leales y a nuestros trabajadores por todo lo que han hecho para apoyarnos. Ha sido un placer y un honor servir a nuestros clientes sus comidas y golosinas congeladas favoritas".
La tristeza compartida se reflejó también en las palabras de Michael Ziebell, un miembro de la junta directiva de la compañía que ha estado involucrado en Yelloh durante más de dos décadas. "Cerrar esta compañía es una decisión desgarradora para mí personalmente", sostuvo Ziebell. "Nuestra preocupación ahora es por nuestros empleados y cómo cuidar de ellos mientras todos enfrentamos la dura realidad de que este negocio, que sirvió a millones de familias y proporcionó sustento a miles durante décadas, ha llegado a su ciclo de vida". Los directivos de Yelloh han señalado que esta decisión no fue tomada a la ligera. Han enfrentado múltiples desafíos comerciales en un entorno cada vez más competitivo y complicado.
La pandemia demostró ser un factor crucial que exacerbó los problemas existentes, tales como escasez de personal y interrupciones en la cadena de suministro de alimentos. Estos problemas, sumados a las cambiantes preferencias de los consumidores a lo largo de los años, dificultaron la viabilidad de su modelo de negocios tradicional. "El actual equipo de Yelloh ha trabajado arduamente contra vientos en contra como las dificultades de personal a nivel nacional y la aplastante disrupción de la cadena de suministro de alimentos causada por la pandemia", explicó Ziebell. "Estos desafíos, junto con la evolución de los estilos de vida de los consumidores y la intensa competencia que se ha venido acumulando durante más de 20 años, hicieron que el éxito fuera muy difícil de alcanzar". Como parte del proceso de cierre, Yelloh se propone reducir sus operaciones en los próximos dos meses.
El último día en que los productos podrán ser comprados a través de los camiones de Yelloh será el 8 de noviembre, momento en el cual la empresa se retirará oficialmente del mercado. Para muchos de sus clientes, estos camiones amarillos no solo han sido un símbolo de la conveniencia de la entrega a domicilio, sino también un recordatorio de tiempos pasados, cuando las familias se reunían alrededor de cenas congeladas servidas en casa. La noticia del cierre de Yelloh ha generado una mezcla de reacciones entre sus empleados y clientes. Muchos de los trabajadores han manifestado su tristeza y preocupación por el futuro incierto que les espera, después de haber dedicado tantos años de servicio a la compañía. Las muestras de gratitud hacia la lealtad de los clientes también han sido abundantes, resaltando la conexión emocional que muchos sienten hacia la empresa.
A medida que la fecha de cierre se aproxima, se intensifica la búsqueda de soluciones por parte de los empleados afectados. Algunos se están organizando para buscar nuevas oportunidades laborales, mientras que otros permanecen en un estado de incertidumbre ante el panorama inminente. La comunidad, también afectada por la noticia, ha comenzado a expresar su apoyo a los trabajadores, con la esperanza de que encuentren nuevos caminos en esta difícil etapa de sus vidas. Yelloh no solo ha sido una empresa de alimentos; ha representado un modelo de negocio que supo adaptarse en varias etapas de su vida. Desde su fundación, la compañía ha cambiado y evolucionado, enfrentando desafíos y creciendo al mismo tiempo.
Sin embargo, el tiempo y las circunstancias han demostrado que incluso los pilares más sólidos pueden tambalearse ante fuerzas externas. La transformación digital y el cambio en las preferencias del consumidor han llevado a cambios en la forma en que se compran los alimentos, disminuyendo la necesidad de entregas a domicilio tradicionales. El cierre de Yelloh es más que una pérdida comercial; es un recordatorio del paso del tiempo y de cómo las empresas tienen que adaptarse constantemente a un entorno en evolución. Mientras que Yelloh cerrará sus puertas, los recuerdos y el impacto que ha dejado en la vida de muchos estadounidenses perdurarán. Con la suspensión de las operaciones, también se cierne sobre la industria de entrega de alimentos una importante lección sobre la necesidad de innovación continua y la importancia de entender las necesidades cambiantes de los consumidores.
Los competidores de Yelloh deben evaluar sus propios modelos de negocio, adaptando sus estrategias para poder sobrevivir en un mercado que se vuelve cada vez más digital y menos personalizado. En su despedida, Yelloh deja un legado de servicio y dedicación a sus consumidores. Las palabras de agradecimiento de sus líderes a empleados y clientes resonarán en la comunidad durante mucho tiempo. Y aunque el futuro puede parecer incierto para muchos de los involucrados, el impacto de Yelloh en la vida de los consumidores y su historia de 72 años vivirán en los recuerdos de quienes fueron parte de su viaje.