Un análisis reciente ha levantado cejas en el mundo de las criptomonedas, sugiriendo que el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su hijo Eric Trump, están invirtiendo fuertemente en activos digitales como Bitcoin (BTC), XRP y Hedera (HBAR). Esta afirmación, hecha por Mark Yusko, fundador de Morgan Creek Capital Management, ha desatado especulaciones sobre el futuro de las políticas criptográficas en Estados Unidos y la inminente aprobación de un fondo cotizado en bolsa (ETF) relacionado con estas criptomonedas. Según Yusko, el aparente interés de Trump en criptomonedas podría no ser solo una cuestión personal, sino parte de un enfoque más amplio para posicionar a los Estados Unidos como un líder en el ámbito de los activos digitales. Durante una reciente entrevista, Yusko destacó que, además de las inversiones en BTC, HBAR y XRP, Trump puede estar considerando clasificar estos activos como patrimonio nacional. Esta estrategia, de ser considerada, podría revolucionar la perspectiva de los inversores sobre cómo se tratan las criptomonedas en términos fiscales.
El experto no dejó de lado la posibilidad de que el gobierno estadounidense pudiera eximir a las criptomonedas nacionales de impuestos sobre ganancias de capital, lo que marcaría un cambio radical en la regulación del sector. "El efecto dominó de tal decisión podría remodelar todo el mercado", afirmó Yusko, enfatizando la importancia de un enfoque más amigable hacia las criptomonedas. Sin embargo, mientras que algunos ven estas afirmaciones con entusiasmo, otros se muestran escépticos. Yusko no dudó en expresar sus reservas sobre el futuro a largo plazo de XRP, a pesar de su considerable capitalización de mercado. Criticó la falta de innovación en esta moneda y en otras como Cardano, sugiriendo que buscan más maneras de destacar en un espacio tan competitivo.
En su lugar, elogia a altcoins con una mayor transparencia y respaldo, citando a la stablecoin de Circle como un modelo a seguir. La combinación del legado político de Trump con su interés en la criptografía ha llamado la atención de muchos. En un evento reciente en Nashville, el expresidente se dirigió directamente a sus seguidores, proponiendo medidas audaces, como la destitución del presidente de la SEC, Gary Gensler, y la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin. Estas propuestas revelan la ambición de Trump de establecer un entorno más favorable para la criptografía en Estados Unidos y compiten con las visiones de otros líderes mundiales, como el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ha utilizado la tecnología para fortalecer la competitividad nacional. Con el cambio de liderazgo en la SEC, algunos analistas esperan que esto pueda allanar el camino para la aprobación de varios ETF de criptomonedas.
Existen rumores en la industria sobre la potencial clasificación de XRP y HBAR como parte de una reserva de criptomonedas nacional, lo que podría poner a Trump en el centro del debate sobre transparentar la relación entre el gobierno y el ecosistema de criptomonedas. Un ferviente seguidor de Hedera, Shawn, aseguró en sus redes sociales que el equipo de Trump tiene la intención de reconocer estos activos digitales como "comodidades estadounidenses", vitales para el dominio del país en el espacio criptográfico global. No obstante, el ecosistema de criptomonedas no es un campo homogéneo. Charles Hoskinson, fundador de Cardano, fue rápido en desmentir estos rumores, afirmando que el único activo que debería ser considerado para una reserva nacional es Bitcoin. Sus comentarios evidencian la continua polarización dentro de la comunidad cripto, donde algunos defensores de altcoins a menudo perciben que otros proyectos intentan consolidar su posición a expensas de monedas alternativas.
Las reacciones en la comunidad criptográfica han sido mixtas. Mientras algunos aplauden a Hoskinson por contrarrestar lo que consideran desinformación, otros acusan al fundador de Cardano de tener un sesgo personal contra XRP y HBAR. Este intercambio de opiniones resalta las tensiones que perduran entre los defensores de los diferentes activos, lo que puede complicar aún más la adopción generalizada de criptomonedas. A pesar de las controversias, el analista Yusko muestra optimismo respecto a cómo el liderazgo de Trump podría influir en la evolución del panorama cripto en los Estados Unidos. Es un momento en el que líderes influyentes están siendo escuchados y posiblemente reorienten las regulaciones hacia un entorno más propicio para las criptomonedas.
Con una nueva administración en la SEC que podría tener un enfoque más favorable hacia los activos digitales, muchos consideran que estamos a las puertas de una era de transformación para la industria. De confirmarse el interés de Trump en criptomonedas y su ajedrez político hacia la regulación, es probable que la atención del público y de los inversionistas aumente. El potencial de una regulación más clara y favorable podría dar paso a un crecimiento sin precedentes en el sector. Sin embargo, también es un recordatorio de que el mundo de las criptomonedas no es solo una cuestión de activos digitales, sino de poder político, percepción pública y el impacto de la desinformación. Mientras que la estrategia de Trump podía servir como un catalizador para nuevas políticas, existe la necesidad urgente de una discusión transparente y fundamentada en datos para definir el futuro del ecosistema cripto.