El mercado de ETF de criptomonedas enfrenta una presión significativa debido a las salidas de capital, con el ETF de Ethereum de Fidelity registrando la mayor pérdida en un contexto de creciente tensión geopolítica que ha impactado de manera negativa en los precios de Bitcoin y Ethereum. En el día 1 de octubre de 2024, se notificaron salidas combinadas que superaron los 290 millones de dólares, marcando un evento significativo en el panorama de las inversiones en criptomonedas que despierta la preocupación entre los inversores. Las causas de esta tendencia de salida se pueden rastrear en varios factores, pero la más destacada ha sido la tensión geopolítica en Medio Oriente. En particular, los recientes conflictos, como los ataques con misiles por parte de Irán hacia Israel, han desencadenado una ola de miedo entre los inversores, llevándolos a reconsiderar sus posiciones en activos volátiles como las criptomonedas. A medida que el clima global se tornaba incierto, muchos optaron por desinvertir su dinero en ETFs de criptomonedas, que históricamente han mostrado una gran volatilidad.
Dentro de este contexto, los ETFs de Bitcoin fueron los más afectados, con retiros que alcanzaron la asombrosa cifra de 242,53 millones de dólares. Fidelity, una de las entidades más prominentes en el mercado de ETFs, lideró la salida con su fondo Wise Origin Bitcoin (FBTC), que experimentó pérdidas netas de 144,67 millones de dólares, lo que lo convierte en uno de los días más difíciles en su historia reciente. Esta abrupta reversión de fortuna es notable, ya que en la semana anterior, estos mismos fondos habían acumulado más de 1,000 millones de dólares en entradas netas, lo que evidenciaba un giro drástico en la confianza del mercado. El ETF ARK 21Shares Bitcoin (ARKB) también vio un impacto considerable, retirando aproximadamente 84,35 millones de dólares, mientras que otros ETF como el de BingX y VanEck sufrieron pérdidas de 32,7 millones y 15,75 millones de dólares respectivamente. A pesar del mar de salidas, el iShares Bitcoin Trust de BlackRock logró mantenerse a flote y reportó entradas netas de 40,84 millones de dólares, consolidándose como el mejor ETF para Bitcoin con inflows acumulados de 21,54 mil millones de dólares.
Los ETFs de Ethereum siguieron una tendencia similar a la de Bitcoin, con un total de salidas de 48,52 millones de dólares. Fidelity también lideró las salidas en este segmento con un retiro de 24,97 millones de dólares en su fondo de Ethereum (FETH), lo que marca un récord en pérdidas en un solo día. Grayscale, conocido por su Ethereum Trust (ETHE), agregó otro 26,64 millones de dólares a sus retiradas, extendiendo su racha de salidas que ya había alcanzado casi los 3 mil millones de dólares en salidas netas acumulativas. A pesar de la situación desalentadora, dos ETF de Ethereum lograron registrar inflows: el ETHV de VanEck, que recibió ingresos modestos de 2,74 millones de dólares, y el 21Shares Core Ethereum ETF (CETH), que vio 1,25 millones de dólares en inflows, la mayor suma desde principios de agosto. Esto demuestra que, aunque hay una notable presión de venta en el mercado de ETFs de criptomonedas, aún existen algunos puntos de luz que podrían indicar oportunidades para inversores selectivos.
La presión de ventas no se limitó únicamente a los ETFs, sino que también afectó directamente el precio de las criptomonedas. El precio de Bitcoin cayó rápidamente a aproximadamente 60,000 dólares, una disminución notable de alrededor del 4% a raíz de la escalada en las tensiones internacionales. Sin embargo, Bitcoin mostró cierta capacidad de recuperación, alcanzando de nuevo los 61,450 dólares alrededor del momento de la publicación, lo que podría proporcionar algo de esperanza a los inversores. El ecosistema de criptomonedas se encuentra actualmente bajo un escrutinio regulatorio creciente, especialmente en los Estados Unidos. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha intensificado su supervisión sobre las firmas de criptomonedas, llevando a cabo batallas legales contra importantes jugadores en el sector, incluidos Coinbase y Ripple, en relación con reclamos de operaciones con valores no registrados.
Esta mayor atención regulatoria también ha contribuido a la inquietud existente entre los inversores, que temen cambios normativos que puedan impactar sus inversiones. Las repercusiones de estos eventos son profundas. Los inversores en el ámbito de las criptomonedas suelen ser sensibles a noticias y acontecimientos externos que puedan afectar la estabilidad del mercado. La combinación de incertidumbres geopolíticas y desafíos regulatorios ha creado un ambiente poco acogedor para las criptomonedas y sus ETFs, lo que podría resultar en una reducción de la participación de los inversores en el futuro cercano. El hecho de que muchos inversores hayan optado por retirar capital en tiempos de inestabilidad sugiere que existe una creciente aversión al riesgo en el mercado de criptomonedas.