Wyatt Hendrickson se ha convertido en una figura destacada dentro del mundo de la lucha libre universitaria y con un futuro prometedor en las artes marciales mixtas. Su victoria en el campeonato nacional NCAA representó uno de los momentos más impactantes de la temporada 2025, especialmente por la magnitud del rival al que venció: Gable Stevenson, medallista olímpico y dos veces campeón NCAA. Lo más llamativo fue que el título lo logró frente a un público especial, con el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, observando desde las primeras filas y felicitándolo personalmente. Sin embargo, para Hendrickson, otro momento tuvo un impacto mayor que ese histórico triunfo. Según Daniel Cormier, leyenda viva del UFC y ex campeón, la invitación personal de Dana White para que Wyatt presenciara UFC 314 desde el ringside representó para él un punto cúspide emocional y profesional que superó incluso ganar el título nacional en lucha.
Daniel Cormier habló sobre este episodio durante su aparición en el programa Good Guy/Bad Guy con Chael Sonnen. Cormier reveló cómo el equipo de UFC, a través de uno de sus miembros, Glenn, intentó contactar a Hendrickson para hacerle la invitación, consciente del impacto que podría tener para un joven talento y futuro prospecto olímpico. Lo que para la mayoría puede parecer un simple gesto, para Hendrickson es una validación enorme de su carrera y un privilegio que marca su entrada hacia nuevas oportunidades dentro de la industria de las artes marciales mixtas. La victoria de Hendrickson en la NCAA no fue cualquier triunfo. En la final de peso pesado, el combate fue un verdadero duelo de titanes.
Gable Stevenson dominaba gran parte del combate y estaba adelante en el marcador 3-2 cuando quedaban apenas 25 segundos por combatir. La capacidad de Hendrickson para mantenerse concentrado, su resistencia física y técnica culminaron en una impresionante y decisiva toma, que le valió la victoria 5-4 y terminó con la impresionante racha de 70 victorias consecutivas de Stevenson. Este resultado se considera uno de los mayores upsets en la historia reciente de la lucha universitaria. Además de la victoria deportiva, la presencia y felicitación del expresidente Donald Trump, junto con la condición militar de Hendrickson como segundo teniente en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, le dieron una dimensión aún más especial y única a este momento. Pero mientras su explosiva aparición en wrestling lo catapultó a la fama dentro de su deporte, la invitación al UFC añadió un nuevo capítulo a su carrera y sugirió un posible cambio de rumbo hacia las MMA, un camino que muchos campeones de lucha luego han seguido con gran éxito.
figuras como Daniel Cormier, Brock Lesnar o Henry Cejudo encontraron en las artes marciales mixtas una plataforma para extender sus carreras deportivas y obtener reconocimiento mundial. Esto abre interrogantes sobre el futuro de Hendrickson: ¿optará por mantenerse en la lucha amateur o universitaria? ¿o dará el salto al octágono y la promoción de UFC, donde podrá aprovechar su talento para posicionarse en el mundo de las artes marciales mixtas? Por otro lado, la trayectoria del propio Stevenson ilustra perfectamente las múltiples posibilidades que tienen hoy en día los atletas de alto rendimiento para diversificarse. Tras conseguir el oro olímpico en Tokio 2021, Stevenson exploró otros caminos deportivos, firmando con WWE para incursionar en la lucha libre profesional, participando en eventos estelares como SummerSlam y WrestleMania. Su paseo por el entretenimiento deportivo fue breve, pero significativo. Posteriormente probó suerte en la NFL con los Buffalo Bills en la posición de tackle defensivo, pese a su falta de experiencia previa en fútbol americano, pero finalmente regresó a la lucha universitaria con logros destacados.
Más recientemente se ha volcado al mundo de MMA entrenando con figuras reconocidas como el campeón Jon Jones, y participando en combates de grappling, lo que demuestra que los límites entre disciplinas están cada vez más difusos y que los atletas están optando por una multidimensionalidad deportiva. La influencia de figuras como Dana White en la carrera de deportistas en ascenso como Hendrickson es indudable. La presencia de White en instituciones como UFC ofrece no solo exposición internacional para los atletas, sino la posibilidad de mejorar económicamente y ampliar sus horizontes profesionales. Los vínculos entre la lucha libre amateur, el wrestling profesional, el fútbol americano y las artes marciales mixtas, aunque parecen dispares, están más conectados que nunca gracias a la versatilidad y el entrenamiento de alto rendimiento de estos atletas. Hendrickson representa una nueva generación de luchadores que no se conforman con el éxito universitario o olímpico, sino que desean trascender y construir carreras sólidas en los deportes de combate más populares.
El reconocimiento de un referente como Daniel Cormier, quien indicó que para Hendrickson la invitación de Dana White fue un “momento pinch-me” —es decir, un instante tan surrealista que cuesta creer— subraya cómo las oportunidades y símbolos de éxito en este mundo van más allá de las medallas y títulos, involucrando también experiencias que les abren puertas y validan sus esfuerzos en otros escenarios. Este fenómeno no solo es importante para Hendrickson o para la NCAA, sino para el ecosistema deportivo en general. La interconexión entre los diferentes deportes, la influencia de agentes y promotores, y el cambio en las expectativas de los atletas, moldean un nuevo modelo de carrera deportiva multilateral y adaptable. Finalmente, la historia de Wyatt Hendrickson no solo habla acerca de hazañas deportivas concretas, sino también de la importancia de los momentos personales y de reconocimiento en la vida profesional de un atleta. Ganar la NCAA en presencia de un expresidente es una proeza sin duda memorable, pero recibir la invitación de Dana White y ser recibido en el mundo del UFC representa un compromiso directo con el futuro, con el crecimiento, con la posibilidad de reinventarse una y otra vez en el competitivo mundo del deporte de combate.
Así, Hendrickson se perfila no solo como un campeón de lucha, sino como una estrella en ascenso que mira hacia horizontes más amplios y emocionantes en su carrera profesional.