El exministro de Defensa de Ucrania, Oleksij Resnikow, ha hecho declaraciones contundentes sobre la situación actual del conflicto entre Ucrania y Rusia, asegurando que "la hora de las negociaciones aún no ha llegado". En una reciente entrevista, Resnikow profundizó en los obstáculos que impiden un avance hacia la paz y destacó la importancia del contexto internacional, particularmente el papel crucial de Estados Unidos en el desenlace de la guerra. Durante su charla con los medios en el contexto del Fórum Globsec en Praga, Resnikow enfatizó que, a pesar de la fatiga que podría estar sintiendo la comunidad internacional ante el prolongado conflicto, la realidad en el campo de batalla no sugiere que las negociaciones sean viables en este momento. Para Resnikow, tanto la situación geopolítica como las dinámicas específicas del conflicto actual no son propicias para un diálogo significativo con Rusia. "Los conflictos armados tienen su propia lógica y requieren de ciertas condiciones para iniciar un proceso de paz", comentó.
Avalando su postura, el exministro recordó que a lo largo de la historia, todos los conflictos han llegado a su fin. Sin embargo, aquellos desenlaces suelen requerir un cambio en la mentalidad de los líderes que impulsan los combates, algo que, según él, aún no se ha materializado en el Kremlin. Resnikow subrayó que la situación en Ucrania no depende únicamente de sus decisiones internas, sino que también está en gran medida influenciada por las posturas de otros países, particularmente Estados Unidos. La administración del presidente Joe Biden ha tenido un papel clave en el apoyo militar y financiero a Ucrania, pero Resnikow advirtió que el rumbo de la política estadounidense podría cambiar drásticamente después de las elecciones de noviembre. El exministro se refirió vagamente a Donald Trump, quien ha hecho declaraciones ambivalentes respecto a su apoyo a Ucrania, lo que ha mantenido en vilo a muchos observadores.
"Aunque la postura actual de Biden y su vicepresidente Kamala Harris es clara, la falta de claridad sobre la posición de Trump genera incertidumbre", expresó. Esto plantea la crítica cuestión de cómo un cambio en liderazgo en EE. UU. podría afectar el apoyo internacional que Ucrania necesita desesperadamente para continuar su lucha contra la invasión rusa. En cuanto a la situación en el campo de batalla, Resnikow advirtió que, aunque la defensa ucraniana ha logrado algunos éxitos, las condiciones actuales no permiten un alto al fuego.
La estrategia militar de Ucrania ha sido meticulosa y cuidadosa, evitando los anuncios grandilocuentes para mantener el elemento sorpresa y la efectividad en el combate. Resnikow comentó sobre una operación reciente en la región de Kursk, donde la quietud inicial ha llevado a lograr algunos resultados positivos en la moral del ejército ucraniano. Otro elemento importante que Resnikow planteó es la presión interna que enfrenta Rusia. La guerra ha comenzado a afectar la vida cotidiana de los ciudadanos rusos, obligando a miles de ellos a dejar sus hogares. "A medida que la situación se agrave, se espera que la población rusa comience a cuestionar el conflicto y la decisión de sus líderes.
Este tipo de presión social podría plantear un cambio significativo en la narrativa que ha sostenido la guerra desde su inicio", dijo. Sin embargo, Resnikow no es optimista sobre un fin inmediato del conflicto. Cree que, aunque se logre un eventual alto el fuego, esto no significará el final de las hostilidades. "Las negociaciones son necesarias, pero serán largas y difíciles, involucrando compromisos como el intercambio de territorios o el desarme de partes del conflicto", agregó. La clave para terminar con el ciclo de violencia, según el exministro, radica en que la dirección rusa cambie su enfoque actual sobre Ucrania, lo cual parece poco probable en el corto plazo.
En sus observaciones, Resnikow también tocó el tema de las reformas internas que Ucrania ha iniciado para fortalecer su defensa y gobierno. "La batalla está no solo en el frente militar, sino también en la construcción de un estado democrático sólido que pueda resistir no solo a Rusia, sino a cualquier potencial agresor en el futuro", explicó. La resistencia y resiliencia del pueblo ucraniano, a pesar de las adversidades, ha sido un testimonio del deseo colectivo por la libertad. En esta consciente falta de preparación para el diálogo, Resnikow se muestra esperanzado en que, con el tiempo, Russia eventualmente tendrá un gobierno que reconozca a Ucrania como un estado independiente y soberano. "Debemos prepararnos para vivir en un futuro donde Rusia y Ucrania sean vecinos que se respeten mutuamente.
Este es un objetivo que debemos tener en mente, incluso en la brutalidad actual", afirmó. Con el nuevo ciclo de elecciones en EE. UU. a la vuelta de la esquina, todos los ojos están puestos en cómo estas decisiones políticas pueden afectar el equilibrio de la guerra. Para Resnikow, el enfoque en el apoyo internacional a Ucrania será clave para determinar la dirección del conflicto.