El mundo de las tecnologías blockchain y, en particular, la evolución de Ethereum, atraviesan una etapa crucial en la que la escalabilidad y la seguridad son temas fundamentales. Uno de los conceptos más importantes en este contexto son los rollups, soluciones de capa 2 que buscan aumentar la capacidad de procesamiento de Ethereum sin sacrificar la seguridad y descentralización que caracterizan a la red principal. Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, ha expresado una visión clara y contundente acerca de cómo y cuándo deberían estos rollups dar el paso hacia la descentralización. La descentralización es uno de los pilares de la tecnología blockchain, ya que elimina la necesidad de confiar en una autoridad central y distribuye el poder y la responsabilidad entre múltiples participantes. Sin embargo, Buterin advierte que esta transición no debe ser apresurada en el caso de los rollups, ya que hacerlo sin asegurar previamente su robustez puede poner en riesgo la seguridad de los fondos y la integridad del sistema.
Buterin enfatiza que la descentralización debe ocurrir solo cuando los mecanismos de prueba y validación de los rollups tengan un nivel de seguridad tan alto que el riesgo de centralización sea mayor que el riesgo de fallos en el sistema de pruebas. En otras palabras, si el sistema aún no es lo suficientemente fiable, desmantelar componentes centralizados para impulsar la descentralización podría exponer la red a vulnerabilidades y ataques malintencionados. El desarrollo de los rollups suele clasificarse en diferentes etapas de madurez, desde la fase inicial, donde el código es nuevo y no ha sido probado extensivamente, hasta una fase final en la que el sistema es completamente descentralizado y libre de la necesidad de confiar en actores específicos. Esta clasificación establece un camino gradual y seguro para alcanzar la descentralización. Pero el simple paso del tiempo o el avance hacia las etapas posteriores no es suficiente para garantizar la seguridad.
La experiencia de la comunidad y la resistencia a ataques en condiciones reales, lo que algunos describen como “código testeado en batalla”, son factores decisivos para evaluar si un rollup está listo para descentralizarse. Esta idea surge en respuesta a la realidad de que muchos sistemas nuevos, pese a ser prometedores a nivel técnico, aún no han enfrentado las presiones y desafíos de ataques sofisticados, frecuentes en el ecosistema de criptomonedas. El entorno de las criptomonedas es particularmente sensible a amenazas de actores motivados por beneficios económicos, que utilizan técnicas avanzadas y a veces cuentan con el respaldo de estados para llevar a cabo ataques. Ejemplos como el grupo Lazarus, conocido por su participación en hacks multimillonarios, ilustran la magnitud del riesgo. Por eso, contar con sistemas probados a nivel de seguridad y confianza se vuelve un requisito indispensable antes de abandonar la estructura centralizada que aún puede intervenir en casos de emergencia.
El concepto de descentralización gradual también reconoce que en fases tempranas, contar con un consejo o un grupo de actores responsables que puedan intervenir en situaciones problemáticas, aunque no sea ideal desde una perspectiva purista, ofrece un nivel de protección que es vital para evitar pérdidas masivas. Especialistas del sector, como Dominick John de Kronos Research, coinciden en que la madurez de la seguridad no solo depende de los mecanismos técnicos, sino también de comprender y mitigar los riesgos externos relacionados con la custodia compartida, la geopolítica y otros factores que podrían vulnerar la confianza en los sistemas multisig. Estos puntos son esenciales, sobre todo cuando el valor económico bloqueado en los rollups supera ciertos umbrales que hacen atractiva su manipulación por parte de actores con intenciones maliciosas. Por otra parte, Mike Tiutin, CTO de PureFi, señala que acelerar la descentralización sin que el sistema esté preparado puede dejar a los usuarios expuestos a vulnerabilidades. De igual forma, Tomas Fanta, un inversor en capital riesgo, describe el enfoque de Buterin como un “soplo de aire fresco”, pues reconoce la necesidad de una evolución lenta y cuidadosamente planeada para no paralizar el sistema ni poner en riesgo su funcionamiento.
No obstante, la cuestión de la descentralización también genera preocupaciones por la falta de ésta. Algunos expertos, como Arthur Breitman, cofundador de Tezos, señalan que muchos rollups prominentes en Ethereum siguen siendo custodiales en la práctica, ya que dependen de entidades privilegiadas para controlar la lógica principal, lo que puede poner en entredicho la integridad de los activos y la seguridad general del sistema. Además, existen limitaciones técnicas derivadas del diseño original de Ethereum, que no fue concebido para manejar nativamente el proceso de liquidación de rollups. Esto ha llevado a la implementación de soluciones provisionales que generan ciertos compromisos entre seguridad, descentralización y usabilidad. Yishay Harel, fundador de Dymension, destaca que avanzar demasiado rápido hacia la descentralización podría provocar fallos críticos, mientras que ir demasiado lento podría perpetuar un modelo de gobernanza basado en multisigs y claves de actualización que es menos deseable.