En 2025, el panorama de las criptomonedas continúa mostrando grandes desafíos y transformaciones, especialmente para Ethereum y sus fondos cotizados en bolsa (ETFs). A medida que los riesgos económicos globales, como una posible recesión en Estados Unidos, cobran protagonismo, los inversores han comenzado a retirar activos de los ETFs vinculados a Ethereum. Esta tendencia alarmante se produce además en un contexto donde la cotización de ETH frente al Bitcoin (ETH/BTC) está experimentando una caída histórica, alcanzando su nivel más bajo en cinco años. Los datos recientes indican que los ETFs de Ethereum han registrado salidas netas durante siete semanas consecutivas, con una cifra significativa de 82,4 millones de dólares retirados solo en la última semana. Este fenómeno ha reducido el patrimonio total de éstos a apenas 5,25 mil millones de dólares.
Los fondos más importantes en este segmento son BlackRock con su ETHA y Grayscale con su ETHE, ambos con cerca de 1,85 mil millones de dólares cada uno, seguidos por otros fondos como el mini fondo de Grayscale (ETH) y Fidelity (FETH). En contraste, los ETFs de Bitcoin muestran un comportamiento diferente: a pesar de haber enfrentado salidas acumuladas superiores a los 35 mil millones de dólares, mantienen un patrimonio mucho mayor, cercano a los 93 mil millones. Esto refleja una diferencia notoria en la percepción de los inversores hacia estas dos criptomonedas principales, donde Bitcoin sigue siendo visto como un refugio relativamente más seguro o como un activo con mejor rendimiento potencial. El rendimiento de Ethereum ha sido una de las causas principales detrás de la pérdida de confianza. Desde noviembre del año pasado, su precio ha caído casi un 62%, situándose actualmente alrededor de los 1,655 dólares, muy lejos de su máximo histórico de 4,872 dólares.
Para ponerlo en perspectiva, una inversión de mil dólares realizada a finales de 2022 en Ethereum apenas valdría 745 dólares, mientras que el mismo monto en Bitcoin se habría revalorizado hasta los 1,400 dólares. Esta disparidad en el rendimiento en dólares es uno de los principales factores que ha impactado negativamente en los ETFs de Ethereum. Sin embargo, la situación se agrava aún más cuando se analiza la relación directa entre Ethereum y Bitcoin, medida a través del par ETH/BTC. Históricamente, este valor ha ido descendiendo de manera constante desde 0.088 en 2021 hasta un preocupante 0.
0188 en la actualidad. Esta bajada representa la menor valoración relativa de Ethereum frente a Bitcoin en cinco años, reflejando la pérdida de dominio e influencia del principal competidor para el ecosistema Bitcoin. Examinando los indicadores técnicos, la caída del ETH/BTC se apoya en una fuerte tendencia bajista confirmada por múltiples medias móviles situadas por encima del precio actual. El índice ADX (Average Directional Index), un indicador utilizado para medir la fuerza de una tendencia, se disparó a 44, una señal clara de que el movimiento a la baja es contundente y podría continuar. El próximo objetivo clave para este par es el soporte histórico en 0.
016, un punto que no se veía desde septiembre de 2019 y que implicaría una caída cercana al 92% desde los niveles actuales si llegara a alcanzarse. Además de la caída en los precios, Ethereum enfrenta retos derivados de la competencia que le presentan otras cadenas de bloques y soluciones de escalabilidad, tanto en las capas 1 como 2. Plataformas como Solana, Base, Tron y Arbitrum han ganado terreno tanto en usuarios como en volumen de transacciones, relegando a Ethereum en algunos aspectos clave. Usuarios y desarrolladores han migrado a estos ecosistemas en busca de mayor eficiencia, menores costes y mejores tiempos de respuesta, lo que ha erosionado la dominancia histórica de Ethereum dentro del sector. La pérdida de competitividad ha generado un impacto directo en su rentabilidad y atractivo para los inversores institucionales y minoristas.
Dado que los ETFs se basan en la confianza y el desempeño del activo subyacente, esta migración y la comparación negativa con Bitcoin explican en buena parte las salidas de capital que se están observando. Adicionalmente, proyectos populares y plataformas DeFi ubicadas en otras cadenas como Uniswap, Jito y Solana han superado a Ethereum en métricas relevantes durante este año, lo que añade presión sobre su posición en el mercado. Observando el comportamiento de los ETFs de Bitcoin en contraste, la fortaleza del activo y su reciente récord histórico han atraído un mayor volumen de inversión. La percepción general del mercado es que Bitcoin ofrece un valor más sólido y, en períodos de incertidumbre económica o volatilidad, se convierte en una opción más defendible para resguardar capital. Este fenómeno contribuye a que el capital se transfiera desde Ethereum hacia Bitcoin, acelerando así la caída del par ETH/BTC.
La situación económica global también influye de manera importante. La perspectiva de una recesión en Estados Unidos ha hecho que los inversores adopten una postura más conservadora, reduciendo su exposición a activos considerados de mayor riesgo como el Ethereum. La incertidumbre en los mercados financieros, combinada con la volatilidad típica del sector criptográfico, genera una atmósfera de cautela que se refleja en la reducción de activos gestionados por ETFs relacionados con Ethereum. Por otro lado, la evolución tecnológica y los planes de desarrollo del protocolo Ethereum también son factores claves de consideración. El cofundador Vitalik Buterin ha señalado la necesidad de un replanteamiento cultural y estratégico para la plataforma, destacando una etapa de reconstrucción y mejora que podría incluir propuestas para mejorar la escalabilidad y reducir costes.
Sin embargo, estos proyectos están todavía en proceso, y la percepción actual del mercado parece estar más centrada en los resultados inmediatos que en las promesas a largo plazo. Algunos expertos opinan que la corrección de Ethereum no es únicamente consecuencia de factores técnicos o financieros, sino también de un cambio estructural dentro del ecosistema cripto, en el cual la competencia impulsa una mayor diversificación y especialización. Las distintas cadenas de bloques están empezando a ocupar nichos específicos, y Ethereum podría estar pasando de ser una plataforma líder indiscutida a una más dentro de un universo más fragmentado. Para los inversores, esta coyuntura plantea importantes retos y preguntas acerca de cómo posicionarse frente a Ethereum. La reducción en los activos de los ETFs es un indicativo de que la confianza en el corto y mediano plazo se ha debilitado, pero también podría representar oportunas señales para evaluar compras a precios descontados si se confía en la recuperación del proyecto.