En el vibrante mundo de la música, cada artista vive una experiencia única, llena de recuerdos y momentos que moldean su carrera y su vida personal. Tal es el caso de Loco Escrito, el estrella del rap latino radicado en Zúrich, quien recientemente tuvo la oportunidad de compartir sus vivencias musicales en el programa de GOAT Radio titulado “Música que me hizo”. A través de sus relatos, descubrimos no solo sus influencias musicales, sino también cómo estas canciones han creado recuerdos inolvidables en su vida. Loco Escrito, cuyo verdadero nombre es Joaquín Castro, ha sabido conectar con su público a través de letras profundas y melodías pegajosas que reflejan su realidad. A sus 34 años, ha recorrido un camino significativo en el mundo de la música.
Desde sus primeras influencias hasta sus éxitos más recientes, cada nota, cada verso tiene una historia que contar. Durante su intervención en GOAT Radio, Loco Escrito se sumergió en sus recuerdos, comenzando por su primer álbum comprado: “Rule 3:36” de Ja Rule. No solo se trataba de un simple cd, sino de un momento particular que vivió con su padre durante unas vacaciones en Tessin. La historia, contada con una mezcla de nostalgia y alegría, nos recuerda el papel fundamental que la música juega en los lazos familiares. “Cuando lo escuchamos en el coche, simplemente no podía creer lo que estaba oyendo.
Fue un momento increíble, aunque mi padre lo apagó cuando escuchó algunas letras explícitas”, recuerda riéndose. A medida que el relato avanzaba, Loco Escrito reveló cómo la música ha sido su refugio en los momentos difíciles. Mencionó que, en su infancia, las canciones vallenatas de Colombia lo transportaban a momentos felices. “Siempre que escucho vallenatos, pienso en mi familia y en mis raíces. Es una conexión emocional muy fuerte”, dice.
Y es que, para muchos, la música no solo es entretenimiento, sino también una fuente de consuelo y esperanza. Uno de los temas que tocó fue su relación con el amor. La música ha sido testigo de sus más grandes alegrías y también de sus desilusiones. Habló de su primer amor, del que recuerda una balada de Aventura, aunque no puede identificarla. “Era un tiempo tan especial, todo parecía perfecto”, compartió con una mirada soñadora.
En momentos de desamor, la música le ofreció consuelo: “Las baladas tristes fueron mis mejores amigas en esa época”. En la conversación, Loco Escrito también recordó una canción que le recuerda a su hija. Su momento favorito es cuando canta “Wildberry Lillet” de Nina Chuba con ella. “Es nuestra canción de karaoke. Esas pequeñas cosas son las que más atesoro”, dice emocionado.
A través de su música, Loco Escrito no solo ha buscado el éxito, sino también crear recuerdos familiares que perduren a lo largo de los años. La creación musical es algo que lo ha transformado. A menudo, menciona que su perspectiva sobre el mundo ha cambiado gracias a las experiencias vividas mientras escribía y grababa. “Cada canción es un pedazo de mi alma, y cada letra lleva una historia. Aprendo tanto de cada experiencia que plasmo en mi música”, dice con determinación.
Es este proceso de autoexpresión el que le ha permitido resonar con sus seguidores, muchos de los cuales encuentran consuelo y compañía en sus letras. Una de las preguntas más impactantes durante la entrevista fue sobre el impacto que la música tiene en su vida diaria. “La música me ha ayudado a liberarme de la frustración. Cuando compongo, siento que estoy canalizando mis emociones de una manera positiva”, explica. Aquí es donde se percibe la verdadera esencia de Loco Escrito: un artista que, a través de su música, busca no solo entretener, sino también ayudar a otros a lidiar con sus emociones.
El artista también reflexionó sobre la idea de pasar un día con un músico, vivo o muerto. Si tuviera la oportunidad, elegiría pasar tiempo con Carlos Vives y Snoop Dogg. “Carlos Vives es un ícono de la música colombiana. Me encantaría colaborar con él y aprender de su experiencia. Y Snoop Dogg, porque creo que tenemos mucho en común.
Sería genial hablar sobre la música y nuestras trayectorias”, dice, soñador. Loco Escrito no solo piensa en su propia música; también tiene un profundo aprecio por los géneros que lo han influenciado. Mencionó a Bob Marley como un referente para relajarse y encontrar paz. “Siempre que necesito un momento de calma, busco su música. Es tan reconfortante”.
Además, su amor por el hip-hop es evidente. Cuando se le preguntó por una canción que lo haga bailar, no dudó en mencionar “La Gozadera” de Gente de Zona. “Esa canción siempre me anima. Es imposible no moverse al ritmo”. Lo que se destaca en la charla con Loco Escrito es su autenticidad.
A pesar de ser un artista exitoso, continúa siendo una persona accesible que recuerda sus raíces y los momentos que lo han formado. Su capacidad de conectar con las emociones humanas a través de la música es admirable y su historia se convierte en un testimonio de cómo la música puede ser un vehículo para la sanación y la celebración. Hoy, Loco Escrito continúa trabajando en nuevos proyectos, buscando siempre el equilibrio entre su vida personal y su carrera musical. “La vida es un constante aprendizaje, tanto como artista como persona. Cada día traigo un nuevo reto y tengo la oportunidad de hacer lo que más amo: música”, concluye.
En definitiva, Loco Escrito nos recuerda que cada canción tiene una historia detrás, que cada melodía puede evocar recuerdos y emociones, y que la música es un reflejo de nuestras vivencias. Gracias a programas como GOAT Radio y artistas genuinos como él, podemos apreciar el poder transformador de la música en nuestras vidas.