BNY Mellon ha obtenido la aprobación de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) para su plan de custodia de activos digitales, un paso significativo que marca un cambio en la integración de las instituciones financieras tradicionales con el mundo de las criptomonedas. Esta decisión no solo permite al banco ofrecer servicios de custodia para diversos activos digitales, sino que también refuerza su compromiso con la protección de los activos de los clientes, en medio de un entorno regulatorio en constante evolución. La aprobación fue anunciada formalmente el 27 de septiembre de 2024, y ha sido descrita como un movimiento innovador por parte de la SEC, que busca establecer un marco operativo seguro para la custodia de criptomonedas. El presidente de la SEC, Gary Gensler, destacó que el enfoque de BNY Mellon no está restringido a criptomonedas específicas, lo que abre la puerta para la custodia de un rango más amplio de activos digitales más allá de Bitcoin y Ethereum. BNY Mellon es uno de los bancos más antiguos de Estados Unidos, con una larga trayectoria en la gestión de activos y servicios financieros.
Su entrada en el espacio de la custodia de activos digitales es visto tanto como un paso hacia la legitimación de las criptomonedas en el ámbito financiero tradicional, como una respuesta a la creciente demanda de servicios seguros para la gestión de estos activos. A medida que los inversores buscan nuevas oportunidades en el mercado de criptomonedas, la capacidad de contar con una entidad confiable que custodie estos activos puede ser crucial para fomentar la confianza en la industria. Para llevar a cabo su plan, BNY Mellon implementarán una estructura de carteras separadas que están vinculadas a las cuentas bancarias de sus clientes. Este sistema tiene como objetivo salvaguardar los activos del cliente al mantenerlos segregados de los fondos del banco, incluso en situaciones de quiebra. Tal enfoque no solo proporciona una capa adicional de seguridad, sino que también responde a uno de los mayores temores que han surgido en torno a la custodia de criptomonedas: el riesgo de insolvencia, como lo evidencian los recientes colapsos de plataformas de criptomonedas como Celsius Network y FTX.
La perspectiva de BNY Mellon representa una evolución significativa en la manera en que los activos digitales son tratados. Mientras que muchas instituciones financieras han adoptado una postura cautelosa frente a las criptomonedas, el banco está dispuesto a establecer un modelo de negocio que prioriza la protección del cliente y la seguridad de los activos. La aprobación de la SEC se presenta como un “no-objección” al modelo propuesto por BNY Mellon, lo que señala un avance importante en el diálogo entre el sector financiero tradicional y las criptomonedas. Sin embargo, este proceso no ha estado exento de críticas. Algunos actores del sector cripto han expresado preocupaciones sobre un posible trato preferencial que BNY Mellon podría haber recibido en relación a las normas contables conocidas como SAB 121.
Estas regulaciones exigen que las instituciones incluyan el valor de los activos criptográficos en custodia en sus balances junto con una obligación equivalente. Los críticos sostienen que se le ha otorgado a BNY Mellon mayor flexibilidad en este aspecto que a otras instituciones, lo que ha suscitado cuestionamientos sobre la equidad del proceso regulatorio en el sector. La comisionada de la SEC, Hester Peirce, ha planteado dudas sobre este favoritismo, afirmando que el alivio de no acción concedido a BNY Mellon no se aplica de manera coherente en toda la industria. Otros miembros del mercado, como Caitlin Long, CEO de Custodian Bank, han sugerido que los reguladores están facilitando el proceso para los grandes bancos, mientras complican las cosas para las instituciones más pequeñas. Esta percepción de desbalance en el tratamiento regulatorio ha generado un debate importante sobre la equidad en las regulaciones de criptomonedas.
A pesar de estas críticas, la aprobación del plan de BNY Mellon marca un hito significativo en la integración de la banca tradicional con los servicios de activos digitales. A medida que las instituciones financieras exploran cómo participar en el espacio de las criptomonedas, el ejemplo de BNY Mellon podría servir como modelo para otros bancos que buscan ingresar a este mercado en crecimiento. La SEC ha declarado que cualquier otro banco que quiera adoptar una estructura similar sería considerado bajo el mismo marco regulatorio, lo que sugiere un camino abierto para más desarrollos en el espacio de custodia digital. Además, el enfoque enfatizado en la protección de los activos de los clientes destaca un aspecto esencial para la custodia de criptomonedas. Con la creciente cantidad de inversión en activos digitales y el aumento de la volatilidad en el mercado cripto, los clientes buscan garantías de que su inversión está en manos seguras.