El 17 de septiembre de 2024, en una panel de discusión en Filadelfia con motivo del Día Nacional de Registro de Votantes, la Vicepresidenta Kamala Harris expresó su compromiso de "ganar" el apoyo del voto negro para las próximas elecciones de noviembre. El evento fue organizado por la Asociación Nacional de Periodistas Negros (NABJ), donde Harris se dirigió a los periodistas y abordó las preocupaciones sobre la creciente tendencia de apoyo hacia el expresidente Donald Trump entre los hombres negros jóvenes. Durante la conversación, un periodista destacó un reciente estudio que indica que un 26% de los hombres negros menores de 50 años planean votar por Trump, en gran parte debido a su plan económico. Esto llevó a Harris a reflexionar sobre la importancia de entender las necesidades de este grupo demográfico. "Los hombres negros son como cualquier otro grupo electoral.
Tienes que ganarte su voto. Por lo tanto, estoy trabajando para ganarme ese voto, no dando por sentado que lo tendré solo porque soy negra", afirmó Harris. Con estas palabras, la Vicepresidenta dejó claro que su enfoque no debe ser supuesto ni complaciente. En lugar de asumir que tendrá el apoyo incondicional de la comunidad negra debido a su identidad, Harris subrayó la necesidad de demostrar su compromiso mediante políticas que realmente atiendan sus necesidades. "Pretender que el voto está garantizado sin haber hecho un trabajo sustancial es un error", insistió.
Rev. Dr. Wendell Anthony, presidente de la rama del NAACP en Detroit, también intervino en el debate, cuestionando la noción de que una parte significativa de los hombres negros realmente respaldaría a Trump. "Los hombres negros no van a votar por Trump en números significativos", expresó, minimizando las afirmaciones del expresidente sobre el apoyo negro. "He escuchado hablar de un aumento, pero eso es simplemente insultante".
Harris utilizó su plataforma para abordar no solo el tema del voto negro y el apoyo económico, sino también para criticar las políticas perjudiciales y la retórica divisiva de Trump. Su discurso incluyó condenas al uso de lenguaje racista y despectivo, especialmente en referencia a comentarios recientes sobre los migrantes haitianos. "Es dañino, y está lleno de odio y de mitos que no deberíamos tolerar", dijo, marcando una clara línea divisoria entre su filosofía y la de su oponente. A lo largo de la campaña, la Vicepresidenta también ha enfatizado la importancia de forjar alianzas genuinas con la comunidad negra, y no solo declamar apoyo cuando se aproximan las elecciones. "Entiendo que, para poder ser presidenta de todos los pueblos, necesito ganarme la confianza de todos los grupos, incluida la comunidad negra", continuó Harris, destacando la diversidad de perspectivas y preocupaciones dentro del propio grupo.
Una de las preguntas clave que surgió durante la discusión fue cómo los planes económicos de Harris podrían modificar la opinión de los hombres negros jóvenes que se sienten atraídos por la propuesta de Trump. La Vicepresidenta se comprometió a presentar políticas que no solo promueven el crecimiento económico, sino que también son inclusivas y se centran en el avance de la comunidad negra. "Mi política económica está diseñada para beneficiar a todos, pero tiene un enfoque particular en las comunidades que han sido desproporcionadamente afectadas", añadió. En otro ámbito del debate, Harris también abordó el tema de la violencia armada y el acceso a atención médica, temas que son de alto interés entre los votantes afroamericanas. En el contexto de la salud, Harris destacó la importancia de garantizar el acceso a la atención médica, especialmente en comunidades donde la desigualdad ha creado barreras significativas.
"La salud debe ser un derecho, no un privilegio, y es fundamental que luchemos para que todas las comunidades tengan acceso a la atención que merecen", exclamó. Mientras Harris se enfocaba en sus propios esfuerzos por conectar y comprender a la comunidad negra, apareció el contraste con la administración de Joe Biden, quien en 2020 hizo comentarios que fueron percibidos como despectivos hacia los votantes negros. Esta historia agregó un nivel extra de nuancia a la discusión sobre cómo el Partido Demócrata interactúa con su base histórica de votantes. "Los tiempos han cambiado, y lo que necesitamos ahora es un cambio de tono y una verdadera conexión", comentó uno de los asistentes al panel. Los ecos de este sentimiento resuenan entre muchos votantes que exigen autenticidad y un compromiso genuino con sus necesidades.
A medida que la conversación avanzaba, Harris también se tomó un momento para reflexionar sobre la creciente retórica tóxica que ha surgido durante la campaña de Trump, especialmente después de que el expresidente alegara haber enfrentado un segundo intento de asesinato. Aunque no mencionó a Trump directamente, Harris subrayó la necesidad de presentar un mensaje de unidad en lugar de división. "Con el poder de un micrófono, uno debe entender que las palabras tienen peso y pueden provocar daño", enfatizó. Con una elección crucial a la vuelta de la esquina, el mensaje de Harris es claro: no se trata solo de pasar por alto las preocupaciones de la comunidad negra, sino de trabajar incansablemente para demostrar que sus políticas serán efectivas en el avance de su bienestar. "Es un momento crítico, y estoy comprometida a ser una voz, un aliado y una presidenta para todos", concluyó.
A medida que las elecciones se acercan, la Vicepresidenta se enfrenta a un desafío significativo. Ganar el voto negro no será solo una cuestión de marketing político, sino una prueba de su capacidad para conectar con las preocupaciones reales de la comunidad. Este compromiso afirmó no solo su papel en la campaña, sino un llamado a todos los políticos a tratar a sus electores con el respeto y la seriedad que merecen. En un mundo donde la desconfianza y la división a menudo predominan, Harris tiene la oportunidad de demostrar que la unidad y el entendimiento son posibles.