En un contexto económico global cada vez más complejo, los inversores en bonos han decidido mantener una postura neutral de cara a la esperada reunión de dos días de la Reserva Federal (Fed) esta semana. Esta actitud refleja una cautela creciente ante las tensiones en la política comercial estadounidense y la posibilidad de que la economía más grande del mundo entre en recesión en el corto plazo. Una postura neutral en inversión fija significa mantener la duración de la cartera en línea con sus índices de referencia, evitando alargar o reducir significativamente la exposición a bonos de largo plazo. La duración es una medida que indica la sensibilidad de los precios de los bonos ante cambios en las tasas de interés. En líneas generales, los bonos con mayor duración tienden a ser más volátiles ante variaciones en las tasas, aumentando o disminuyendo considerablemente su valor según suban o bajen las tasas.
A lo largo del primer semestre de 2024, muchos inversores aumentaron su exposición a bonos de mayor duración anticipando una serie de recortes en tasas por parte de la Fed. Sin embargo, las circunstancias cambiaron con la aparición de datos económicos mixtos y cambios en la política comercial que han generado mayor volatilidad en los mercados. De cara a la reunión de la Fed, la expectativa generalizada es que el comité mantenga sin cambios la tasa de interés de referencia en un rango entre 4.25% y 4.50%.
Así lo han señalado expertos y analistas tras la publicación de datos positivos no esperados en el informe de nóminas no agrícolas de abril, que ofrecen un margen para que la Reserva Federal opte por la cautela y no modifique su política monetaria. No obstante, la creciente incertidumbre sobre el impacto de las medidas arancelarias recientemente implementadas, principalmente hacia los productos chinos, ha activado las alarmas. Estas nuevas tarifas provocaron una venta masiva en bonos del Tesoro de Estados Unidos que llevó a un aumento de más de 70 puntos básicos en el rendimiento del bono a 10 años en solo una semana, alcanzando casi un 4.6% antes de estabilizarse actualmente en torno al 4.36%.
Este aumento refleja las preocupaciones por un efecto inflacionario persistente derivado del aumento de los costos de importación, que podrían alimentar presiones inflacionarias en la economía estadounidense y complicar la tarea de la Fed para mantener la estabilidad de precios. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, probablemente en su conferencia de prensa posterior a la decisión, adelantará que este choque arancelario podría desencadenar un aumento en la inflación y también mayor desempleo, lo cual no descarta la posibilidad de una recesión. Mientras tanto, los inversores en bonos continúan evaluando cómo equilibrar el riesgo entre mantener la duración de sus carteras y la preferencia segura por los vencimientos a corto plazo. Adoptar una postura neutral se interpreta como una estrategia de prudencia en medio de un entorno económico en el que persisten muchas incógnitas. En paralelo, los analistas de Morgan Stanley han señalado que es improbable que la Fed tome medidas preventivas en el corto plazo dado que se espera que la inflación mantenga su firmeza y debido a la magnitud del impacto arancelario, que podría prolongar los efectos inflacionarios.
Por consiguiente, la política monetaria probablemente se mantenga cautelosa y reactiva. La combinación de factores globales y domésticos crea un terreno de incertidumbre para los inversores que deben estar atentos a las decisiones de política y sus posibles consecuencias. La evolución del índice de precios al consumidor, el crecimiento económico y las señales de fuerza o debilidad en el mercado laboral serán claves para anticipar los movimientos futuros en las tasas de interés y, por ende, en los rendimientos de los bonos. Adicionalmente, la atención se centra en cómo los mercados interpretarán las declaraciones posteriores a la reunión de la Fed y en la gestión que harán los inversores de sus carteras en función de la orientación futura de la política monetaria. La neutralidad adoptada puede cambiar rápidamente si los indicadores macroeconómicos o las decisiones políticas alteran el horizonte proyectado.