El mercado de las criptomonedas se encuentra en un momento crucial, con Bitcoin acercándose rápidamente a la barrera psicológica de los 100.000 dólares. Este fenómeno se produce en un contexto donde el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está listo para dar a conocer un importante acuerdo comercial con Reino Unido, lo que ha alimentado el sentimiento alcista entre los inversores y la comunidad cripto a nivel global. La expectativa generada por el anuncio de Trump no solo ha capturado la atención de Bitcoiners, sino también de analistas financieros y expertos en mercados digitales. Según los datos recopilados el 8 de mayo de 2025, Bitcoin rondaba ya los 99.
140 dólares, acercándose peligrosamente a superar la marca de los 100.000 dólares, cifra que para muchos representa no solo un récord simbólico, sino un punto de inflexión para la adopción masiva y la consolidación del criptoactivo. En un post publicado en Truth Social el 7 de mayo, Trump mencionó la inminente revelación de un “gran acuerdo comercial” con un “país grande y muy respetado”, detalles que se confirmaron poco tiempo después en medios como The New York Times, indicando que el socio era, en efecto, Reino Unido. Esta noticia ha sido interpretada por muchos como un impulso indirecto para el ecosistema cripto, que se beneficia de entornos comerciales más abiertos y estables que favorecen la innovación financiera. El interés de Bitcoin ha sido evidente en las últimas semanas.
A mediados de abril, el precio se situaba en torno a los 80.000 dólares, y desde entonces ha construido una fuerte recuperación, pasándose por encima de los 90.000 dólares en poco tiempo. Esta notable revalorización también ha coincidido con la decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas de interés sin cambios, decisión que ocurrió pocas horas antes del post de Trump y que contribuyó a calmar los ánimos respecto a posibles alzas de precios que pudieran afectar negativamente a los activos de riesgo. Los operadores y analistas sugieren que la dinámica del mercado se está moviendo lejos de la visión pesimista predominante hacia una nueva fase más optimista.
Charlie Sherry, director financiero de la plataforma australiana BTC Markets, señaló que Bitcoin podría estar descontando ya el impacto positivo del acuerdo comercial entre Estados Unidos y Reino Unido. Para Sherry, existe una probable resistencia psicológica cercana a los 100.000 dólares, pero el momentum apunta a que el activo digital superará ese umbral, añadiendo así un nuevo dígito en su cotización. Esta perspectiva es compartida por figuras relevantes dentro del mundo cripto, como Neil Jacobs, cofundador de FOMO21, quien afirmó que el rally de Bitcoin es resultado directo de las expectativas generadas por el anuncio de Trump. De igual forma, el conocido empresario cripto Anthony Pompliano declaró que el tratado aumentaría las probabilidades de que Bitcoin alcance máximos históricos en 2025, un año que se perfila como decisivo para la evolución del mercado digital.
Es importante recordar que Bitcoin alcanzó su máximo histórico actual de aproximadamente 109.000 dólares el 20 de enero, apenas unas horas antes de la investidura de Trump como presidente. Desde entonces, el activo ha mostrado volatilidad pero sin certezas claras sobre su dirección futura. No obstante, la combinación de factores macroeconómicos, medidas de política monetaria y ahora el acercamiento de acuerdos comerciales internacionales estarían jugando a favor del criptoactivo. La liquidez en el mercado también ha respondido con fuerza ante esta coyuntura.
En las últimas 24 horas, el incremento de precios ha provocado la liquidación de cerca de 96 millones de dólares en posiciones cortas, según datos de CoinGlass. Esto indica que muchos operadores apostaban por caídas, pero el mercado sorprendió ejecutando una subida robusta, generando presión adicional a favor de la tendencia alcista. En términos más amplios, la percepción del mercado alrededor de las criptomonedas ha evolucionado considerablemente. El índice Crypto & Fear muestra una puntuación de 65, ubicándose en territorio de “Greed” o codicia, lo que refleja confianza y expectativa positiva en cuanto a la continuación del rally. Esta percepción marca una diferencia significativa con períodos anteriores en los que predominaba el miedo y la incertidumbre.
El entorno político y económico mundial también influye en este escenario. Las tensiones comerciales previas, la Guerra Comercial entre Estados Unidos y China y las disputas arancelarias con Canadá y México generaron volatilidad y episodios de incertidumbre para los activos digitales. El anuncio de un tratado favorable con Reino Unido podría significar un cambio de estrategia y señales de cooperación internacional que los inversores buscan para respaldar activos como Bitcoin. Adicionalmente, la comunidad cripto observa con atención los movimientos regulatorios. Aunque aún persisten desafíos en términos de regulación y aceptación global, el interés de actores prominentes y figuras políticas públicas como Trump en influir positivamente en el desarrollo comercial relacionado con criptomonedas contribuye a mejorar la narrativa del sector.
Los expertos también señalan que el efecto psicológico de alcanzar los 100.000 dólares puede desencadenar una nueva ola de inversiones, tanto por parte de entusiastas de la tecnología blockchain como por inversores institucionales en busca de diversificación. El fenómeno conocido como FOMO (Fear of Missing Out, miedo a perderse la oportunidad) podría acelerar la demanda y el movimiento hacia precios aún más elevados. El futuro cercano plantea para Bitcoin múltiples interrogantes ligados a cómo se consolidará esta recuperación y si podrá mantener la tendencia alcista a pesar de posibles eventos geopolíticos o ajustes regulatorios. Sin embargo, el escenario que se presenta hoy ofrece motivos para el optimismo y una oportunidad única para observar los efectos que un acuerdo comercial entre dos potencias puede generar en el mercado cripto.
En síntesis, el acercamiento de Bitcoin a los 100.000 dólares no es solo una cuestión de cifras, sino una señal clara de cómo factores externos, como decisiones comerciales internacionales y políticas macroeconómicas, pueden impactar significativamente en el valor del patrimonio digital. La confirmación del acuerdo Trump-Reino Unido representa un catalizador importante para este fenómeno, con implicaciones que podrían redefinir el panorama financiero digital durante el resto del año y más allá. Para quienes siguen y participan en el ecosistema, estos desarrollos invitan a una cuidadosa observación y análisis, entendiendo que la volatilidad y los riesgos siempre estarán presentes, pero también las oportunidades para formar parte de una revolución financiera que parece estar tomando una fuerza renovada.