Abril de 2025 se caracterizó por una notable volatilidad en los mercados financieros, donde el índice S&P 500 experimentó oscilaciones bruscas, llegando a caer hasta un 11% durante el transcurso del mes, para luego recuperar terreno y cerrar con una caída marginal de menos del 0.7%. A pesar de este comportamiento errático y la incertidumbre reinante, los flujos hacia los fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) demostraron una notable resiliencia, subrayando la confianza continua de los inversores en estas herramientas de inversión y evidenciando una estrategia más cautelosa pero firme de permanencia en el mercado. Durante todo abril, los ETFs listados en Estados Unidos atrajeron aproximadamente 62 mil millones de dólares en flujos netos de entrada. Aunque esta cifra representa una reducción frente a los 96 mil millones registrados en marzo, sigue siendo una cifra sólida que contribuyó a que el total acumulado del año alcanzara los 355 mil millones de dólares en entradas.
Este nivel de demanda posiciona al 2024 para ser uno de los años más fuertes en la historia en cuanto a captación de capital para ETFs, reflejando una clara preferencia entre los inversores por instrumentos que combinan flexibilidad, liquidez y costos relativamente bajos. Uno de los protagonistas indiscutibles en este escenario fue Vanguard, que continuó dominando el mercado con su enfoque hacia productos accesibles y amplios que replican el rendimiento del mercado total. El Vanguard S&P 500 ETF (VOO) encabezó las entradas del mes con la impresionante suma de 20.9 mil millones de dólares. Su atractivo radica en ofrecer una exposición diversificada al segmento más representativo del mercado estadounidense a un bajo costo, algo que se vuelve especialmente valioso en contextos de volatilidad donde el riesgo se percibe aumentado.
En términos acumulados, VOO ha recibido 55.7 mil millones de dólares hasta la fecha, situándolo en camino para superar nuevamente la barrera de 100 mil millones en flujos anuales, un logro que alcanzó por primera vez en 2024, reforzando su posición como un líder estable en el sector. Complementando esta demanda feroz, otro fondo insignia de Vanguard, el Total Stock Market ETF (VTI), también generó un interés destacado, sumando 5.1 mil millones de dólares en aportes durante abril. VTI ofrece una exposición aún más amplia al mercado accionario estadounidense, cubriendo compañías de todos los tamaños y sectores, lo que reafirma la estrategia conservadora pero comprometida de los inversores que buscan un crecimiento sostenible a largo plazo.
En paralelo, el giro hacia la seguridad cobró un protagonismo importante en un contexto donde las tasas de interés a largo plazo estuvieron en el centro de las preocupaciones. Los inversores manifestaron una clara preferencia por la parte corta de la curva de rendimiento, buscando refugio en instrumentos que minimizan la exposición al riesgo de tasa de interés. En este sentido, dos ETFs de corto plazo tuvieron un flujo destacado: el SPDR Bloomberg 1-3 Month Treasury Bill ETF (BIL) y el iShares 0-3 Month Treasury Bond ETF (SGOV), que recibieron 6.6 mil millones y 5.5 mil millones de dólares respectivamente.
Este movimiento refleja la cautela ante la volatilidad de las tasas largas, alimentada además por señales de una demanda extranjera moderada y primas por plazo que se mantuvieron elevadas. Aunque las rentabilidades se estabilizaron hacia el fin del mes, la preferencia por ETFs de duración corta se mantuvo firme, consolidándose como la estrategia predilecta para los inversores con aversión al riesgo. Estos instrumentos demostraron ser un vehículo eficaz para preservar capital sin renunciar completamente a los rendimientos. Un fenómeno particularmente remarcable durante abril fue la agitada dinámica en los ETFs relacionados con valores hipotecarios. El Schwab Mortgage-Backed Securities ETF (SMBS) experimentó entradas masivas que totalizaron 4.
9 mil millones de dólares; un volumen sorprendente para un fondo que contaba con apenas 52 millones en activos al inicio del mes. Estas entradas aparentemente correspondieron a un movimiento institucional de gran envergadura, evidenciado por la salida casi equivalente de 4.8 mil millones del Vanguard Mortgage-Backed Securities ETF (VMBS), ambos fondos que replican el mismo índice Bloomberg de valores respaldados por hipotecas. Esta transferencia significativa no implica un cambio en la perspectiva sobre los valores hipotecarios como clase de activo, sino que más bien responde a ajustes en carteras o plataformas por parte de grandes inversores o gestores institucionales. En otras palabras, se trató de una reubicación táctica dentro del mismo nicho de inversión, que probablemente responde a consideraciones operativas o estratégicas más que a movimientos especulativos sobre el mercado hipotecario.
En el extremo opuesto del espectro de riesgo, algunos operadores aprovecharon la caída en el sector tecnológico, particularmente en el mercado de semiconductores, para posicionarse en busca de una recuperación. El Direxion Daily Semiconductor Bull 3x Shares (SOXL), un fondo con apalancamiento que busca triplicar el rendimiento del sector, captó 3.2 mil millones de dólares en abril. Esta apuesta por la pronta recuperación y un rebote en esta industria sensible a la economía y la innovación tecnológica refleja un apetito selectivo hacia activos con mayor volatilidad, pero también, potencialmente, con mayores retornos. En conjunto, estos movimientos mensuales revelan un comportamiento mixto, pero con una conclusión clara: a pesar de la volatilidad que caracteriza a los mercados en plena transición, la confianza en los ETFs como instrumentos fundamentales para la construcción y diversificación de carteras sigue siendo robusta.
La preferencia por servicios de bajo costo y la búsqueda de seguridad a través de activos de renta fija de corto plazo equilibran las apuestas más audaces en sectores específicos como tecnología. La robustez de los flujos hacia ETFs en un mes marcado por rápidas fluctuaciones sugiere que los inversores mantienen una visión estratégica a mediano y largo plazo. El compromiso con vehículos que permiten ajustar exposición al riesgo de manera ágil, acceder a distintas clases de activos y mantener costos controlados es palpable, incluso en medio de incertidumbre económica y geopolítica. Además, estas tendencias apuntan a cómo las plataformas institucionales y los grandes administradores de activos juegan un papel crucial en el movimiento de capitales. Los intercambios dentro de segmentos específicos, como el sector hipotecario, demuestran que los ajustes técnicos y operativos pueden tener un impacto significativo en las cifras reportadas sin necesariamente reflejar cambios en la convicción sobre los fundamentos del mercado.