En el dinámico mundo de las criptomonedas y los productos financieros relacionados, BlackRock, el gigante mundial de la gestión de activos, ha dado un giro significativo en su propuesta para el ETF de Ethereum (ETHA). La firma ha introducido recientemente una característica denominada “in-kind” para la creación y redención de acciones de su ETF de Ethereum, un movimiento que podría revolucionar la forma en la que los inversores institucionales interactúan con estos instrumentos financieros. Esta innovación no solo simplificaría y abarataría el proceso de inversión, sino que también se alinea con las tendencias de eficiencia y liquidez que buscan las grandes instituciones a nivel global. La función in-kind permite que la creación y redención de acciones del ETF no se realice mediante efectivo, sino directamente con Ethereum, la criptomoneda subyacente. Esto tiene implicaciones profundas para el mercado porque evita la necesidad de convertir los activos en efectivo, un proceso que puede generar costos adicionales y demoras.
En esencia, los inversores podrían comprar participaciones en el ETF entregando Ethereum directamente, y viceversa, lo que facilita una mayor eficiencia operativa y menores gastos relacionados con la intermediación y la liquidez. Sin embargo, es importante aclarar que esta propuesta aún debe recibir la aprobación regulatoria tanto de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) como del mercado Nasdaq para convertirse en una realidad. No es la primera vez que BlackRock avanza en esta dirección; ya en febrero, la entidad había incorporado lenguaje similar relativo a la función in-kind en su solicitud para el ETF de Bitcoin (IBIT). Sin embargo, la introducción oficial en el ETF de Ethereum marca una apuesta clara para potenciar el acceso y la operativa con uno de los activos digitales más relevantes y en auge del mercado. Paralelamente a esta innovación, BlackRock también ha incluido un interesante apartado en la documentación del ETF de Bitcoin, donde se alerta acerca de los posibles riesgos que implicaría el avance acelerado de la computación cuántica para la seguridad de blockchain y los algoritmos criptográficos de Bitcoin.
La computación cuántica, con su capacidad para resolver problemas complejos mucho más rápido que los ordenadores tradicionales, podría en el futuro comprometer las capas de seguridad que actualmente protegen las transacciones y la integridad de las criptomonedas. Si esta amenaza se materializara antes de que la industria desarrolle contrapuntos tecnológicos adecuados, Bitcoin y otras criptomonedas podrían enfrentar riesgos significativos. Este doble enfoque refleja cómo BlackRock no solo busca impulsar la adopción y el atractivo de los ETFs basados en criptomonedas a través de la innovación técnica, sino que también muestra una gestión prudente y transparente de los riesgos emergentes que podrían impactar este mercado. Además de la innovación en la función in-kind, BlackRock ha sostenido conversaciones recientes con el Crypto Task Force de la SEC sobre diversos temas relacionados con las criptomonedas. Entre los puntos discutidos se incluyen la integración de staking en los ETFs de Ethereum, la tokenización y la oferta de derivados basados en ETFs.
La inclusión del staking, por ejemplo, permitiría a los inversionistas beneficiarse de las recompensas generadas por la validación de la cadena de bloques de Ethereum, aportando retornos adicionales dentro del mismo fondo. Esta propuesta abre la puerta a un producto financiero híbrido que combina la facilidad de inversión en un ETF tradicional con los beneficios de participación activa en el ecosistema blockchain. En la misma línea, BlackRock ha planteado la creación de tokens respaldados en activos reales, con el fin de ampliar el acceso y la liquidez de activos tradicionalmente limitados a grandes inversores institucionales. Con un portafolio valorado en alrededor de 150 mil millones de dólares, la firma propone el lanzamiento de las llamadas DLT Shares, destinadas exclusivamente a instituciones con una inversión mínima inicial de 3 millones de dólares, y sin límites mínimos posteriores. Este movimiento subraya la intención de BlackRock de construir un puente sólido entre el sistema financiero tradicional y el emergente mundo blockchain, facilitando la interoperabilidad y el acceso a nuevas clases de activos.
Desde comienzos de abril de 2025, el ETF de Bitcoin de BlackRock ha registrado un flujo de entrada constante de fondos, con 16 días consecutivos de aportes que suman casi 4.7 mil millones de dólares. Este dato representa no solo un volumen considerable, sino una clara señal del creciente interés de inversores institucionales hacia Bitcoin y las criptomonedas en general. Expertos como Eric Balchunas, analista de Bloomberg, han indicado que esta tendencia podría provocar que los ETFs de Bitcoin lleguen a superar en volumen a los tradicionales ETFs respaldados en oro en apenas unos años. Estos pronósticos cobran aún más relevancia si consideramos las recientes compras de Bitcoin por parte de BlackRock, que alcanzaron un valor de 2.
5 mil millones en tan solo una semana. El CEO de BlackRock, Larry Fink, ha manifestado en su carta anual que Bitcoin podría convertirse en moneda reserva global en el futuro, especialmente si la deuda nacional de Estados Unidos no se controla adecuadamente y el dólar pierde su hegemonía. Esta visión, que hasta hace pocos años parecía distante o especulativa, ahora cobra fuerza a medida que el mercado de activos digitales se consolida y la infraestructura institucional avanza a gran velocidad. La inclusión de la función in-kind en la propuesta del ETF de Ethereum representa un avance técnico y estratégico que podría atraer a una mayor cantidad de capital institucional hacia el ecosistema de las criptomonedas. Facilitar el acceso directo a través de Ethereum en lugar de efectivo no solo optimiza costos y tiempos, sino que también reduce barreras y simplifica la interoperabilidad.