En un giro inesperado en el mundo de las criptomonedas, Worldcoin ha capturado la atención de miles de personas en Berlín, donde una multitud se congrega para escanear sus ojos en busca de obtención de dinero gratuito a través de la tokenización. Este fenómeno ha crecido considerablemente, especialmente tras el reciente aumento del 230% en el valor de su token, WLD. A este ritmo, las calles de Berlín parece que han sido transformadas de un simple destino turístico a una especie de meca de la identidad digital, donde los participantes están dispuestos a intercambiar su biometría por un futuro económico más promisor. El 27 de febrero de 2024, una tarde nublada en Alexanderplatz, un famoso punto neurálgico de esta ciudad alemana, se volvió el escenario de una gran aglomeración. Sin embargo, quienes se alineaban no buscaban adquirir el último modelo de smartphone o una consola de videojuegos; estaban allí para participar en el innovador proyecto de Worldcoin, que se basa en la escaneación de iris mediante dispositivos llamados orbes, los cuales tienen como fin verificar la "humanidad" de los interesados.
La propuesta de Worldcoin es clara y, en muchos casos, tentadora. A cada persona que se atreva a acercarse a uno de estos orbes, se le promete la entrega de tokens digitales WLD sin costo alguno. “¿Por qué no?”, dijo un hombre después de completar su escaneo. “Es dinero gratis”. Para muchos, este ofrecimiento ha sido la entrada a un mundo completamente nuevo, donde conformarse con la situación económica actual ya no parece ser una opción válida.
Desde su lanzamiento, la plataforma ha atraído a más de 3.7 millones de personas en todo el mundo, y según informes recientes, en solo una semana, más de 832,000 nuevas cuentas se han creado en la aplicación de Worldcoin. Este notable aumento se atribuye en gran medida al repentino auge del valor de su token, el cual, tras una larga temporada de estancamiento en el mercado cripto, ha despertado un renovado interés en el ecosistema digital. La gente, cansada de luchas económicas y precios de alquiler en constante aumento, busca nuevas formas de generar ingresos, y la promesa de WLD se presenta como una solución viable. Worldcoin fue fundado en 2019 por Sam Altman, conocido por ser CEO de OpenAI, junto con otros cofundadores visionarios como Alexander Blania y Max Novendstern.
La ambición detrás de esta empresa es resolver uno de los mayores dilemas de internet: la identificación digital. En un mundo donde las interacciones en línea son cada vez más comunes, se hace evidente la necesidad de validar la humanidad de los usuarios para evitar fraudes y asegurar una comunidad digital más legítima. Sin embargo, a pesar del gran entusiasmo generado, el proyecto no ha estado exento de controversias. Reguladores y defensores de la privacidad han mostrado sus preocupaciones sobre la recogida y el uso de datos biométricos. Varios países, incluidos Hong Kong y la India, han interrumpido o investigado las operaciones de Worldcoin, alertando sobre la posibilidad de que este tipo de tecnología infrinja derechos fundamentales de privacidad.
En Berlín, un miembro del equipo de Worldcoin explicó que todas las medidas biométricas se procesan localmente y se eliminan de manera permanente, dejando solo un código de iris que no se vincula con la app o las cuentas de criptomonedas. A medida que el escaneo de ojos se expande, muchos de los nuevos participantes parecen desinteresados en los detalles técnicos y las implicaciones de privacidad. Una mujer, que acababa de completarlo, expresó su confusión al comentar: “No tengo idea de cómo funciona esto, simplemente vine porque mi hijo me lo recomendó”. Otros, en cambio, ven una oportunidad muy clara. “Podría llegar a ser como Bitcoin”, dijo un joven que ya había escaneado su ojo anteriormente y traía a amigos para que también lo hicieran.
El proyecto ha conseguido captar la atención de un público que anhela nuevas oportunidades financieras. La posibilidad de ganar hasta 600 dólares a partir de la visualización de un orbe resulta muy atractiva para muchos residentes de Berlín, especialmente en un contexto donde las rentas se disparan y el costo de vida parece crecer sin control. Se estima que cada nuevo usuario que pasa por el orbe recibe 10 WLD en el acto y un total de 75 tokens distribuidos en varias semanas, creando un sentido de urgencia para actos de escaneado masivo. El ambiente en el local donde se lleva a cabo la actividad en Berlín es festivo y lleno de expectativa. Los ciudadanos comparten sus experiencias, se hacen preguntas y hablan entre sí mientras los orbes funcionan detrás de ellos, perpetuando la ilusión de que al unirse a esta plataforma especial están, de alguna manera, acertando a un golpe de suerte en un mundo difícil.
A medida que se acumulan los escaneos, también lo hacen las historias de quienes sueñan con el futuro que estos tokens podrían proporcionarles. Es importante recalcar que la propuesta de Worldcoin no es solo sobre el dinero gratuito. Es también un ensayo sobre cómo la tecnología y la necesidad de un sistema de identificación digital pueden chocar con principios éticos y de privacidad. La recopilación de datos, el control de un elemento tan personal como el iris, y la entrega de recompensas financieras a cambio de la digitalización de nuestra humanidad plantean muchas más preguntas de las que se pueden responder en este momento. El futuro de Worldcoin y su impacto en el ecosistema de la criptomoda tiene el potencial de ser fundamental.