En el mundo vertiginoso de la tecnología, donde las empresas surgen y desaparecen con rapidez, resulta sorprendente encontrar una compañía considerada por un inversor tan tradicional como Warren Buffett. VeriSign, una empresa que opera detrás del telón del internet, no solo ha capturado la atención de uno de los mayores inversionistas del mundo, sino que también ha demostrado ser una apuesta segura y rentable. Su papel esencial en la infraestructura de la red global y su modelo de negocio único la convierten en una joya poco brillante pero valiosísima. VeriSign no es una empresa del tipo que suele atraer a quienes buscan innovación disruptiva o productos llamativos. Su negocio se podría describir como «aburrido», pero esa misma característica la hace extremadamente estable y atractiva para aquellos interesados en flujos de ingresos predecibles y duraderos.
La compañía se encarga principalmente de mantener la base de datos de nombres de dominio bajo los sufijos .com, .net y algunos otros, además de proveer servicios fundamentales de DNS, que traducen nombres de dominio en direcciones IP para garantizar conexiones rápidas y estables. Una de las razones por las cuales VeriSign es tan atractiva para inversores como Buffett es su posición casi monopólica en estos dominios. La empresa tiene un acuerdo a largo plazo con ICANN, la organización que regula los nombres de dominio a nivel mundial, para operar y mantener los .
com y .net. Gracias a esto, cada vez que alguien registra o renueva un dominio bajo estos sufijos, VeriSign recibe un pago. Este modelo no requiere que la empresa venda directamente a los usuarios finales, ya que esta tarea está en manos de registradores como GoDaddy o Namecheap, quienes se encargan de la adquisición y atención al cliente. Este esquema permite a VeriSign disfrutar de un costo de adquisición de clientes prácticamente nulo, lo cual es extremadamente beneficioso en términos financieros.
Por otro lado, sus costos operativos no crecen al mismo ritmo que sus ingresos, dado que administrar la base de datos y proporcionar servicios de DNS tienen economías de escala muy marcadas. Esto le permite mantener márgenes brutos elevados y en expansión, algo que las empresas tecnológicas más modernas no siempre consiguen. Las cifras más recientes de VeriSign refuerzan la confianza que los inversores tienen en ella. En el primer trimestre de 2025, la empresa reportó un crecimiento de ingresos cercano al 5%, alcanzando 402.3 millones de dólares.
Esto es especialmente notable considerando que el mercado general ha enfrentado varias turbulencias y que el número total de registros de dominios .com y .net disminuyó un 1.5% llegando a 169.8 millones.
Aunque el total de dominios activos bajó, la empresa vio un aumento en nuevos registros, con 10.1 millones durante el trimestre comparado con 9.5 millones del año anterior. Este incremento de ingresos no solo se debe al volumen sino también a una decisión estratégica de VeriSign: aumentar el precio anual de los dominios .com en aproximadamente un 7% desde septiembre de 2024, fijando la tarifa en 10.
26 dólares por año. Las regulaciones del acuerdo con ICANN permiten aumentar los precios de los dominios .com hasta un 7% anual, pero solo en los últimos cuatro años de un contrato de seis. Esto indica que VeriSign no podrá realizar subidas en este sentido para los próximos dos años en la categoría .com.
Sin embargo, la empresa tiene margen para incrementar los precios de los dominios .net, donde la política es más flexible y permite aumentos de hasta un 10% anual sin restricciones temporales. En febrero de 2024, por ejemplo, se ajustó el costo anual por un dominio .net a 10.91 dólares.
Aunque no se han anunciado incrementos inmediatos, VeriSign revisa constantemente sus estrategias de precios para asegurar la rentabilidad y el valor para los accionistas. La estabilidad financiera y operativa de VeriSign, junto con sus perspectivas de crecimiento moderado y sostenido, explican por qué Warren Buffett ha confiado en ella durante más de una década. Desde que comenzó a invertir en 2012, ha mantenido la empresa como una posición relevante en su cartera, incluso incrementando sus apuestas durante el cuarto trimestre del año previo a 2025, un período en el que muchos otros inversores han mostrado cautela con el sector tecnológico. Este tipo de inversión refleja la filosofía fundamental de Buffett: buscar negocios con ventajas competitivas sostenibles, flujos de caja robustos y barreras de entrada elevadas. VeriSign encarna perfectamente estos principios gracias a su monopolio casi absoluto, baja volatilidad en ingresos y la capacidad de transferir costos significativos a sus contrapartes sin depender directamente del consumidor final.
Además, el papel de VeriSign es crucial para el funcionamiento de Internet tal como lo conocemos. Sin una infraestructura confiable para asignar y mantener nombres de dominio, la conectividad global sería mucho más difícil y caótica. La empresa garantiza que millones de usuarios y negocios en todo el mundo puedan acceder a sitios web de manera rápida y segura, respaldados por una tecnología que ha probado su capacidad para escalar y resistir el paso del tiempo. Otro punto que subraya la fortaleza de VeriSign es su resiliencia ante fluctuaciones en el mercado de dominios. A pesar de una ligera caída en el número total de registros, su capacidad para aumentar precios y mantener servicios de alta calidad ha mitigado el impacto potencial.
Esto ofrece una especie de barrera contra la competencia, ya que nuevos actores tendrían que afrontar no solo la tecnología sino también acuerdos regulatorios y prestigio consolidado para intentar competir. La empresa también se ha beneficiado de tendencias globales como la digitalización creciente, la expansión del comercio electrónico y la migración de servicios a plataformas online. Estos factores impulsan la demanda de dominios web, pues las empresas buscan asegurar su presencia en línea y proteger sus marcas mediante registros adicionales de nombres de dominio. Desde el punto de vista del inversor particular, VeriSign representa una oportunidad para tener exposición a un negocio tecnológico con fundamentos tradicionales y menos expuesto a la volatilidad que caracteriza a las startups o gigantes tecnológicos más “emocionales”. Además, su política de precios y acuerdos a largo plazo con ICANN confieren una previsibilidad invaluable.
En conclusión, VeriSign demuestra por qué es una de las compañías favoritas de Warren Buffett, combinando un modelo de negocio estable, una posición dominante en su mercado y una ejecución financiera sólida. A pesar de no ser una empresa llamativa o innovadora en el sentido convencional, su rol fundamental en la infraestructura del internet y su capacidad para generar ingresos recurrentes y en crecimiento la convierten en una inversión deferente y atractiva para quienes buscan seguridad y rendimiento a largo plazo. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados pero también está llena de incertidumbres, VeriSign ofrece un refugio confiable con la garantía de un aliado como Warren Buffett.