Backblaze, una compañía reconocida a nivel mundial por sus soluciones de almacenamiento y respaldo en la nube, se encuentra en el ojo del huracán tras la publicación de un informe que acusa a la empresa de incurrir en prácticas contables fraudulentas y comportamientos financieros polémicos. Este informe, elaborado por un vendedor en corto llamado Morpheus Research, ha generado una ola de preocupación tanto entre los inversionistas como entre los usuarios que confían en Backblaze para proteger su información digital. La controversia gira en torno a supuestas estrategias de contabilidad engañosa y una supuesta venta agresiva de acciones por parte de los fundadores y primeros empleados de la compañía, lo que ha suscitado dudas sobre la salud financiera y la seguridad del servicio ofrecido. El informe de Morpheus, publicado en abril de 2025, detalla que Backblaze podría estar implicada en prácticas de “contabilidad fraudulenta” y denunció un plan para vender miles de acciones diariamente, incluso después de recibir advertencias de expertos consultores financieros que indicaron que tales acciones podrían violar las responsabilidades fiduciarias de los directivos. Según el informe, este plan de venta masiva comenzó en abril de 2022, justo después de que expirara el periodo de bloqueo tras la oferta pública inicial (IPO), lo que llevó a una caída significativa del valor de las acciones, que llegaron a perder más del 70% de su precio inicial desde la salida a bolsa.
Más allá de las denuncias sobre la gestión de las acciones, el documento también incluye acusaciones provenientes de antiguos empleados que ocuparon cargos financieros importantes dentro de la empresa. Huey Hall, exdirector financiero, y James Kisner, exvicepresidente de relaciones con inversionistas y planificación financiera, presentaron demandas en contra de Backblaze. Ambas denuncian presiones para aprobar estados financieros con supuestas inexactitudes o falsedades, como reportes inflados de flujo de caja y errores en la contabilidad de activos fijos y desarrollo capitalizado. Tales denuncias agravaron la preocupación sobre la transparencia y la integridad de la información financiera comunicada al público y a los auditores independientes. El impacto de estas acusaciones ha sido palpable en el mercado financiero.
Las acciones de Backblaze han experimentado una caída significativa desde su oferta pública inicial en noviembre de 2021, cuando la empresa recaudó alrededor de 100 millones de dólares. A pesar de los constantes y considerables reportes de pérdidas trimestrales, con cifras negativas que alcanzaron más de 48 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2024, la compañía había seguido expandiéndose con un aumento del conteo de acciones en circulación de un 80%. La desconfianza entre los inversionistas y analistas se tradujo en una reducción del valor de las acciones y en un clima de incertidumbre respecto al futuro financiero de Backblaze. No obstante, quizás la mayor inquietud para los usuarios de Backblaze radica en la posible incertidumbre sobre la seguridad y la continuidad de sus servicios de respaldo en la nube. Muchos pequeños negocios y particulares dependen de esta plataforma para mantener a salvo sus datos más valiosos.
La publicación de Morpheus impulsó a medios tecnológicos como How-To Geek a advertir sobre los riesgos que enfrentarían los clientes si la empresa llegara a cerrar de forma repentina, perdiendo así el acceso a sus respaldos almacenados en la nube. En un entorno donde la integridad y disponibilidad de los datos son críticos, cualquier señal de emergencia financiera en un proveedor de este tipo genera alarma. Ante este contexto, Backblaze emitió una respuesta oficial para calmar los ánimos y desmentir las acusaciones. Patrick Thomas, vicepresidente de marketing de la empresa, calificó las denuncias como infundadas y manipuladoras, diseñadas para afectar negativamente el precio de las acciones con fines especulativos. Thomas afirmó que las acusaciones se basan en litigios ya manifestados y que las revisiones realizadas por terceros independientes no han detectado irregularidades en los estados financieros públicos.
Asimismo, la empresa reafirmó su compromiso con la calidad y la confianza del servicio que presta. Destacó que su infraestructura de almacenamiento en la nube continúa siendo confiable y de alto rendimiento, y que están enfocados en innovar y generar valor sostenible para clientes, empleados e inversionistas. Backblaze también anunció la próxima publicación de sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2025, esperando que estos sirvan para brindar mayor transparencia y despejen las dudas que han surgido. En lo que respecta a los clientes, expertos en seguridad de la información y respaldo de datos aconsejan seguir la regla 3-2-1 para garantizar la integridad de la información. Esta práctica recomienda mantener al menos tres copias de los datos, en dos medios distintos, y una copia fuera del sitio principal de almacenamiento.
De esta manera, aunque un proveedor de servicios como Backblaze enfrente dificultades, los usuarios pueden minimizar riesgos potenciales y proteger sus datos críticos. Estas denuncias y la respuesta de Backblaze reflejan un escenario complicado en el mercado tecnológico y financiero, donde la confianza juega un papel vital. Mientras la empresa trabaja para restaurar la confianza de inversionistas y clientes, el caso subraya la importancia de la transparencia financiera y el manejo ético en las compañías que gestionan información sensible. Además, la situación recalca la necesidad de los usuarios para investigar y entender las fortalezas y debilidades de los proveedores que eligen para sus servicios digitales. Si bien servicios de respaldo en la nube como Backblaze ofrecen soluciones accesibles y eficientes, la dependencia excesiva de un solo proveedor puede volverse un riesgo significativo si el mismo se ve involucrado en controversias o problemas financieros.
La polémica alrededor de Backblaze impacta de forma amplia no solo a la compañía y sus accionistas, sino también a la multitud de personas y negocios que confían en su infraestructura para mantener a salvo sus datos. Situaciones como esta recuerdan la relevancia de mantener una postura crítica y cautelosa en la adopción de tecnologías y servicios clave, especialmente cuando estos involucran información sensible o requieren compromisos a largo plazo. Mientras el caso sigue desarrollándose, será crucial observar los próximos movimientos de Backblaze y sus resultados financieros, además de los posibles efectos de las demandas legales en curso. Los clientes actuales y potenciales deben estar atentos y considerar estrategias para proteger sus datos frente a cualquier eventualidad que afecte al proveedor. En conclusión, Backblaze enfrenta una prueba significativa de credibilidad y estabilidad en medio de acusaciones graves sobre sus prácticas contables y su gestión financiera.
El desenlace de esta situación influirá tanto en la percepción del mercado como en la confianza que usuarios y pequeñas empresas depositan en sus servicios de respaldo en la nube, en una era donde la información digital es uno de los activos más valiosos.