En el ecosistema de Ruby, cada método tiene un propósito concreto que suele estar asociado a patrones comunes de programación. Uno de los métodos iterativos que ha generado debate entre desarrolladores es each_with_object. Aunque es poderoso y versátil, su uso indiscriminado puede entorpecer la legibilidad del código y ocultar la verdadera intención del desarrollador. Por eso, muchas voces en la comunidad apuestan por minimizar su uso y optar por alternativas más específicas y expresivas. Ruby cuenta con una extensa biblioteca de métodos que no solo permiten implementar soluciones funcionales, sino que también facilitan la expresión semántica de lo que se trata de lograr.
Esto, en última instancia, contribuye a que tanto quien escribe el código como quien lo lea lo comprenda de forma rápida y precisa. El método each_with_object recibe un objeto inicial y lo pasa a través de cada iteración junto con un elemento del enumerable, permitiendo la modificación del objeto en cada paso. Esto hace que pueda ser utilizado en multitud de escenarios para generar colecciones de cualquier tipo, ya sean hashes, arrays o estructuras más complejas. Sin embargo, esa flexibilidad viene con un precio: la acción específica que se realiza sobre el objeto puede ser difícil de inferir a primera vista, especialmente cuando se compara con métodos diseñados para tareas concretas. Consideremos un ejemplo común donde se desea obtener un array con todos los puntos asociados a varias rutas.
Usando each_with_object, el código se vería así: routes.each_with_object([]) do |route, result| result.concat(points_on_route(route)) end. A primera lectura, para entender que la variable result funciona como un acumulador es necesario conocer el funcionamiento íntimo del método each_with_object, lo que puede suponer un pequeño esfuerzo extra para nuevos desarrolladores o mantenedores de código. En lugar de eso, la comunidad recomienda usar flat_map, cuyo nombre y comportamiento son más específicos y claros.
flat_map realiza el mapeo de cada elemento y a la vez aplanan los resultados en un solo array, lo que refleja exactamente el propósito de este código. Esto no sólo mejora la claridad, sino que también reduce la posibilidad de errores al no tener que manipular manualmente el acumulador. Otro caso ilustrativo es la transformación de valores en un hash. Es habitual querer obtener un hash nuevo a partir de uno existente, pero manipulando sólo los valores. Utilizar hash.
each_with_object({}) para copiar y modificar los valores es una práctica común, pero la versión más idiomática sería emplear hash.transform_values, un método diseñado justamente para este fin. Esto deja explícito que deseamos conservar las claves y transformar únicamente los valores, facilitando así la lectura y comprensión. La creación de hash desde colecciones también puede beneficiarse de métodos más específicos. Por ejemplo, para asociar una lista de nodos con su identificador, usar all_nodes.
each_with_object({}) { |node, hash| hash[node.id] = node } es funcional pero no la opción más expresiva. Alternativas como map combinadas con to_h, o mejor aún, index_by ofrecida por ciertas librerías o Rails, proveen una forma más declarativa y eficiente de lograr el mismo resultado. En la búsqueda de una semántica clara y específica, transformar cada operación en un método que refleje exactamente la intención mejora la mantenibilidad y reduce la complejidad cognitiva. Cuando se utiliza each_with_object, sobre todo en casos donde el tipo del objeto acumulador no es aparente, se obliga al lector a detenerse y analizar el flujo interno.
Los beneficios de esto son escasos frente a la claridad que aporta escoger la función más ajustada a la tarea. Además, cada_with_object comparte similitudes con inject (conocido también como reduce), otro método muy flexible que también recibe un valor inicial y acumula resultados. Si bien ambos proveen una solución generalista, la tendencia actual es favorecer métodos más específicos que expresen el dominio del problema de una manera más directa, por ejemplo, sum para agregados numéricos o transform_values para hashes. Esta práctica no solo simplifica la lectura del código sino que a menudo permite el uso de optimizaciones internas del lenguaje o de la biblioteca estándar. En cuanto a la longitud del código, los métodos semánticos tienden a ser más compactos y a la vez mejorar la expresividad.
Por ponerlo en perspectiva, el código que usa each_with_object para construir un hash repetirá más verbosidad en comparación con usar index_by, que claramente sugiere “indexar por este atributo”, dejando poca duda sobre su comportamiento. No se trata en absoluto de demonizar each_with_object. Es importante reconocer que en ciertos escenarios en los que se requiere una acumulación flexible o una combinación compleja de datos, puede ser la herramienta adecuada e incluso la más eficiente. Sin embargo, para la mayoría de los casos comunes en los que se crean colecciones nuevas a partir de otras o se transforman valores, la recomendación es explorar métodos específicos que comuniquen mejor la intención. Organizaciones y comunidades de desarrollo, como Thoughtbot, han publicado reflexiones similares que sugieren que la iteración genérica mediante cada_with_object o inject puede convertirse en una antipatrón cuando se abusa de ella.
Promueven un enfoque en el uso de combinadores y funciones con nombres que reflejan exactamente qué se está realizando, reduciendo así el esfuerzo a la hora de comprender y mantener el software. En conclusión, adoptar métodos más específicos y semánticos en lugar de apoyarse en cada_with_object permite que el código Ruby sea más legible, directo y mantenible. Explorar y dominar funciones como flat_map, transform_values, map con to_h, index_by y sum es fundamental para elevar la calidad del código y aprovechar al máximo las potencialidades del lenguaje. Los desarrolladores deben estar atentos a elegir la herramienta adecuada no solo para que el programa funcione, sino para que los compañeros de equipo, quienes mantendrán o ampliarán el código en el futuro, puedan entender rápidamente qué hace cada fragmento. Este tipo de consideraciones son las que diferencian el código profesional y sostenible de aquel que promete eficiencia a corto plazo pero genera deuda técnica a largo plazo.
Incorporar buenas prácticas y metodologías en la programación Ruby no es solo cuestión de estilo sino un paso vital hacia el desarrollo de software robusto, claro y preparado para evolucionar según cambian los requerimientos.