Tesla, la emblemática empresa estadounidense de vehículos eléctricos y energía limpia, continúa siendo una de las compañías más destacadas e influyentes en el sector tecnológico global. Sin embargo, a medida que avanza el 2025, importantes analistas y expertos financieros ponen bajo la lupa la valoración actual de Tesla (TSLA), señalando que sigue siendo «increíblemente alta» o «excesivamente rica». Este análisis se enmarca en un contexto en el que las firmas chinas del sector automotriz eléctrico están ganando terreno y capturando una parte considerable de la cuota de mercado que anteriormente parecía indefectiblemente destinada a Tesla. Este fenómeno plantea interrogantes críticos sobre la sostenibilidad de la valoración bursátil de Tesla y el futuro competitivo de la empresa a nivel mundial. Uno de los especialistas más reconocidos en valoración financiera, Aswath Damodaran, profesor en la prestigiosa NYU Stern School of Business y conocido como el «Decano de la Valoración», aportó una perspectiva valiosa en una reciente entrevista.
Damodaran destacó que si bien los inversores podrían estar celebrando los resultados positivos instantáneos que algunos gigantes tecnológicos han presentado, las dificultades y desafíos subyacentes que enfrentan estas empresas todavía tendrán impacto en sus reportes financieros en el futuro cercano. En el contexto del grupo Mag 7 —que incluye a las principales tecnológicas con mayor capitalización— el experto subrayó que estos conglomerados mantienen su flexibilidad y capacidad de adaptación gracias a su estructura robusta, experiencia en gestión de crisis, y accesos privilegiados a recursos financieros y tecnológicos. Pese a esto, la postura más crítica y prudente se aplica particularmente a Tesla. En un espacio reciente transmitido por la red Schwab, Tony Zhang, especialista en opciones financieras, expresó que la valoración bursátil de Tesla continúa siendo muy elevada. El punto clave reside en la creciente competencia a nivel global, y en particular, la fuerte incursión y expansión de compañías chinas en el sector de vehículos eléctricos.
Empresas como BYD, NIO, XPeng y Li Auto están no solo ganando cuota en su mercado doméstico sino que también están catalogando una expansión internacional acelerada, capturando consumidores y posicionándose como amenazas reales para la hegemonía de Tesla en Asia y más allá. Esta disrupción es significativa porque el mercado chino representa uno de los segmentos más grandes y dinámicos para los vehículos eléctricos en el mundo. Cuando estas firmas chinas ofrecen productos competitivos con precios atractivos, buena tecnología y respaldo estatal, el dominio incuestionable de Tesla se ve erosionado, lo cual tiene implicancias directas sobre sus previsiones de crecimiento y, por ende, sobre su valoración en las bolsas de valores. Además, el crítico contexto en abril de 2025 evidenció un comportamiento volátil entre inversores, con reacciones impulsivas a noticias diarias que, en palabras de Damodaran, pueden resultar en un daño significativo para la salud financiera de las carteras. En este sentido, el experto recomendó a los inversores evitar decisiones impulsivas basadas en el ruido cotidiano del mercado y, en cambio, fomentar una visión de largo plazo robusta y bien fundamentada, especialmente cuando se trata de activos con valoraciones elevadas y riesgos asociados.
Otra variable que añade complejidad al panorama de Tesla es la innovación y adaptabilidad del propio fabricante estadounidense. La empresa sigue desarrollando tecnologías punteras, desde avances en baterías hasta la implementación de software autónomo, que le permiten mantener una ventaja competitiva que no debe ser subestimada. Sin embargo, esta capacidad de innovación ya no se traduce automáticamente en un crecimiento sostenido del valor a nivel bursátil cuando se enfrenta a una competencia cada vez más agresiva y a condiciones macroeconómicas globales inciertas, como presiones inflacionarias, regulaciones ambientales más estrictas y fluctuaciones en la cadena de suministro. El desafío que presenta la entrada y consolidación de empresas automotrices chinas en el mercado global está también reforzado por el apoyo institucional y gubernamental en China a la industria de vehículos eléctricos. Esta ayuda se manifiesta en subsidios, marco regulatorio favorable, infraestructura de carga eléctrica y estrategias nacionales de desarrollo sostenible que fomentan el consumo de vehículos ecológicos.
Estas políticas posicionan a los fabricantes chinos en un lugar privilegiado para competir eficientemente a escala global. En contraposición, Tesla debe gestionar la necesidad de adaptar sus estrategias para sostener crecimiento, mejorar eficiencia operativa y mitigar riesgos derivados de las presiones competitivas. La expansión internacional, la diversificación de la oferta y la mejora continua de la experiencia del usuario son aspectos cruciales en este proceso. Además, Tesla enfrenta retos en la manufactura y la logística que requieren continua innovación y optimización para preservar su liderazgo. En resumen, la valoración de Tesla sigue siendo un tema de intenso debate entre expertos y el mercado inversor.