Ingles Markets, la cadena de supermercados con sede en Asheville, Carolina del Norte, afrontó importantes retos en su segundo trimestre fiscal de 2025 debido a los estragos causados por la tormenta Helene. Los resultados financieros muestran un descenso considerable en ingresos y ventas, además de revelar un impacto significativo en la operatividad de las tiendas y en las comunidades locales donde la empresa tiene presencia. Este análisis profundiza en la situación vivida por Ingles durante este periodo crítico y cómo se está gestionando la recuperación ante las adversidades meteorológicas. El cierre temporal de varias tiendas producto del daño causado por la tormenta ha sido uno de los factores clave que han deteriorado los resultados económicos de la compañía. Tres de las cuatro tiendas que sufrieron daños severos permanecen cerradas al cierre del segundo trimestre, generando una reducción notable en las ventas y un golpe directo a la rentabilidad.
Inicialmente se esperaba que todas estas tiendas reabrieran durante 2025, sin embargo, la reapertura se ha postergado entre 2025 y 2026, afectando el ritmo de recuperación. Desde el punto de vista financiero, el impacto en las cifras es contundente. El ingreso neto para el trimestre que finalizó el 29 de marzo de 2025 se redujo en un 52.7% con respecto al mismo periodo del año anterior, quedando en 15.1 millones de dólares.
Por otra parte, las ventas netas disminuyeron un 2.7%, alcanzando un total de 1,330 millones de dólares. Estos resultados, aunque muestran una cierta mejora con respecto al primer trimestre del año, reflejan las dificultades que enfrenta Ingles Markets para volver a la normalidad tras la tormenta. En la comparación con el primer trimestre fiscal finalizado en diciembre de 2024, el segundo trimestre marca una ligera mejora en los indicadores financieros. Durante los primeros tres meses del año fiscal, Ingles reportó una caída del 62% en su ingreso neto y una disminución del 13% en sus ventas.
Asimismo, las ventas comparables en las tiendas abiertas cayeron un 9.4% excluyendo combustible. El segundo trimestre no cuenta todavía con cifras oficiales sobre ventas comparables, pero el descenso en las pérdidas apunta hacia una estabilización gradual. En cuanto a la capacidad operativa, Ingles Markets operaba 197 tiendas al finalizar el segundo trimestre, una menos que al acabar el primer trimestre debido al cierre de las tiendas afectadas. Aunque la empresa ha realizado inversiones importantes, con una inversión de capital que sumó 62 millones de dólares entre enero y marzo, hay una reducción significativa en comparación con los 98.
4 millones invertidos en el mismo periodo del año fiscal anterior, lo cual podría estar vinculado a la pausa en aperturas y renovaciones debido a las circunstancias. Desde la perspectiva de costos, los gastos operativos y administrativos del segundo trimestre aumentaron ligeramente, registrando un incremento del 1.5% en comparación con el año previo y alcanzando un total de 289.1 millones de dólares. Sin embargo, al considerar los dos primeros trimestres, estos gastos han bajado un 0.
8%, situándose en 569.9 millones. Esto sugiere que la empresa ha estado ajustando sus costos en medio del desafío económico, tratando de mantener la eficiencia en su operación. El margen bruto como porcentaje de las ventas se mantuvo relativamente estable, aunque con una pequeña disminución, situándose en 23.4% tanto para el segundo trimestre como para el acumulado del año, frente al 23.
5% registrado en los mismos períodos del año anterior. La estabilidad en este indicador apunta a que Inglès ha podido controlar la presión de los costos de mercancía y mantener una estructura de precios competitiva a pesar de las circunstancias adversas. El impacto de la tormenta no solo se ha sentido en el ámbito empresarial, sino también en la vida cotidiana de las comunidades donde Ingles tiene presencia. La violencia de la tormenta Helene provocó daños que afectaron severamente el acceso a alimentos frescos y productos básicos en ciertas localidades. En Swannanoa, Carolina del Norte, por ejemplo, el cierre de las tiendas Ingles ha generado dificultades para muchos residentes para abastecerse de alimentos.
Ante esta situación, organizaciones locales como la despensa de alimentos Bounty & Soul han registrado un aumento dramático en la demanda de sus servicios, incrementando la distribución de alimentos en un 280% y atendiendo actualmente a cerca de 34,000 personas al mes. La distancia al supermercado más cercano se ha ampliado considerablemente, siendo ahora de entre ocho a diez millas, un inconveniente importante para muchas familias, especialmente aquellas con acceso limitado a transporte. Además de Swannanoa, las localidades de Morganton y Spruce Pine también enfrentan la ausencia de tiendas Ingles operativas, lo que añade un factor de aislamiento y vulnerabilidad para los habitantes. Esta situación no solo afecta la economía local sino genera presión adicional en los sistemas de ayuda comunitaria y requiere esfuerzos conjuntos entre la empresa, autoridades locales y organizaciones sociales para mitigar las dificultades ocasionadas. En términos de perspectiva futura, la reapertura gradual de las tiendas dañadas es una prioridad para Ingles Markets, ya que restablecer la operatividad plena es clave para recuperar los ingresos y reforzar el compromiso con los clientes y las comunidades.
La empresa ha informado a los inversionistas que la reapertura se dará “en distintos momentos” entre 2025 y 2026, lo que implica una recuperación parcial pero constante durante los próximos meses y años. Este contexto complejo ha puesto a prueba la resiliencia de Ingles Markets como empresa y su capacidad de adaptación ante fenómenos naturales imprevistos. Si bien las cifras del segundo trimestre reflejan un impacto negativo significativo, también evidencian que la compañía está avanzando hacia la estabilización, ajustando sus gastos, invirtiendo en la recuperación y gestionando los efectos sociales de la crisis. Finalmente, el caso de Ingles Markets resalta la importancia de preparar y fortalecer las infraestructuras comerciales y la logística para enfrentar eventos climáticos severos que, con la creciente frecuencia e intensidad por el cambio climático, representan un riesgo cada vez mayor para las operaciones de distribución de alimentos. La empresa tiene la oportunidad de liderar esfuerzos no solo en la recompra y reapertura de tiendas, sino también en el desarrollo de estrategias de resiliencia y apoyo comunitario que permitan mitigar el impacto de futuras tormentas.
En conclusión, el segundo trimestre del año fiscal 2025 ha sido un periodo crítico para Ingles Markets, marcado por pérdidas financieras sustanciales derivadas del daño inflicted por la tormenta Helene y el cierre prolongado de varias tiendas. A pesar de estas dificultades, hay señales claras de mejoría en comparación con el primer trimestre y un compromiso evidente con la recuperación y el apoyo a las comunidades impactadas. La gestión efectiva de estos desafíos será fundamental para la recuperación del desempeño económico de Ingles y para mantener la confianza de sus clientes y accionistas.