El mercado de transporte de carga por camión en Estados Unidos ha mostrado una dinámica compleja durante el primer trimestre de 2025, donde los índices clave de actividad reflejan una mezcla de declives y leves recuperaciones que han captado la atención de economistas, industriales y analistas financieros. Según los datos más recientes del Índice de Pagos de Flete publicado por U.S. Bank, el sector está experimentando un período de transición marcado por factores externos como condiciones climáticas extremas y desafíos económicos, además de movimientos estratégicos de los actores involucrados para compensar riesgos futuros en la cadena de suministro. El índice principal de envíos, conocido como Shipments Index, registró una caída trimestral del 5.
8%, llegando a un nivel de 75.4 puntos. Esta caída se suma a un descenso interanual más acentuado, con un 13.8% menos en envíos respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, el Spend Index, que representa el gasto asociado al transporte de mercancías, también mostró una baja del 2.
5% en comparación con el último trimestre de 2024, situándose en 177.8 puntos, pero con una mejora significativa en la tasa interanual, que solo disminuyó un 8.6%. Este último dato marca la menor caída anual desde el primer trimestre de 2023, lo que podría indicar un comienzo de estabilización luego de varios trimestres de fuertes reducciones, superiores al 20%. Entre los principales factores que explican esta situación se encuentran fenómenos climáticos adversos que impactaron negativamente el volumen de carga gestionado por semanas durante el trimestre.
Fuertes nevadas en el sur y sureste del país, junto con incendios descontrolados en la zona sur de California, provocaron interrupciones severas en las rutas y operaciones logísticas. Sin embargo, no todas las regiones sufrieron igual. La costa Oeste mostró un comportamiento opuesto, con un aumento en envíos y actividad, lo que sugiere una recuperación o resiliencia en ciertas zonas geográficas. Los expertos señalan también que las condiciones económicas han contribuido a la complejidad del mercado. Se observó un incremento temporal en la demanda provocado por anticipaciones comerciales ante posibles cambios en aranceles, lo que llevó a importadores y fabricantes a aumentar producción e inventarios para evitar impactos regulatorios o costos adicionales.
Esta estrategia, aunque beneficiosa a corto plazo para ciertos sectores, se topó con un contexto de ventas minoristas débiles y consumidores cautelosos, especialmente en productos de alto valor o bienes duraderos. La discordancia entre la caída más pronunciada en envíos y una baja más moderada en el gasto apunta hacia un endurecimiento de la capacidad en la industria del transporte. Esto es consecuencia del aumento en los precios del diésel, que subió un 2.3% en el trimestre, y la reducción gradual de las flotas, causada por la salida o reducción de tamaño de varias compañías transportistas. Como resultado, las tarifas del flete evidenciaron una leve recuperación, con el índice de tarifas spot creciendo un 0.
9% y las tarifas contractuales aumentando un 0.8% respecto al Q4 de 2024. A pesar de estas mejoras, las tarifas permanecen por debajo de los niveles registrados a principios de 2024. En cuanto al contexto regional, las diferencias fueron notables. El noreste del país fue la región que experimentó el mejor desempeño, con un aumento del 3.
6% en envíos y un crecimiento del 4.1% en gastos relacionados con el transporte. Este resultado se atribuye al aumento en ventas al por menor y en volúmenes de importación, marcando la mejor actuación para esta región desde el segundo trimestre de 2022. Por el contrario, el medio oeste y sureste enfrentaron desafíos significativos. La debilidad en el sector manufacturero, una caída del 30% en las nuevas construcciones residenciales y las inclemencias meteorológicas adversas impactaron negativamente en estos mercados, que además sufrieron por un crecimiento plano en ventas minoristas.
La industria del transporte por camión también mira con preocupación hacia el futuro inmediato. El sector de la vivienda, tradicionalmente un impulsor importante de la demanda logística, sigue en declive, lo que puede continuar afectando la demanda de transporte. No obstante, ciertos indicadores como una mejora en la producción fabril y la posibilidad de un cambio en las tendencias de compra hacia bienes de consumo, ofrecen cierto optimismo para los próximos meses. Adicionalmente, los datos sobre pedidos de camiones Clase 8, un indicador crucial para anticipar la inversión y capacidad futura, reflejan un panorama poco alentador. En abril de 2025 se reportó la cifra más baja de órdenes desde mayo de 2020, justo en plena pandemia.
Las 7,600 unidades solicitadas representan un descenso del 52% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que sugiere una considerable cautela por parte de las flotas y operadores ante la incertidumbre del mercado. Los precios del combustible también juegan un papel relevante en la dinámica del gasto de flete. Aunque los precios del diésel aumentaron levemente en el trimestre, muestran una reducción notable del 14% en comparación con el año previo. Esta bajada anual aún contribuye a equilibrar parcialmente el gasto total, aunque la reciente subida trimestral podría presionar los costos en el corto plazo. En resumen, el análisis del primer trimestre de 2025 revela un mercado de transporte por camión en Estados Unidos donde convergen tendencias opuestas.
Por un lado, la caída en envíos y una disminución de la actividad industrial reflejan dificultades estructurales y coyunturales. Por otro lado, la estabilización en el gasto y la mejora en tarifas sugieren una posible resiliencia del sector, especialmente en regiones con fuerte actividad comercial y mejores condiciones climáticas. Para los actores del sector logístico, estos datos enfatizan la importancia de estrategias flexibles y capacidad de reacción ante cambios repentinos del mercado. La planificación en respuesta a fenómenos climáticos, las decisiones sobre inversión en flotas y el monitoreo de indicadores económicos serán clave para navegar en un entorno marcado por incógnitas conservadoras. Finalmente, este escenario mixto para el mercado de fletes refleja también un panorama más amplio para la economía estadounidense, donde la incertidumbre global, las condiciones climáticas cada vez más extremas y las transformaciones en los hábitos de consumo afectan de manera significativa a las cadenas de suministro y el transporte terrestre.
La atención puesta en estos indicadores permitirá anticipar y adaptarse a los cambios futuros de manera más efectiva, preparando al sector para afrontar un 2025 lleno de desafíos y oportunidades.