La Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia significativa que podría complicar aún más la ya tumultuosa situación de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más prominentes que colapsó a finales de 2022. En un comunicado presentado ante el Tribunal de Quiebras de EE. UU. en Delaware, el pasado 30 de agosto, los abogados de la SEC manifestaron su preocupación con respecto al plan de reembolso propuesto por FTX, el cual pretende compensar a los acreedores mediante pagos en stablecoins, activos digitales que están vinculados al valor del dólar estadounidense y que han proliferado en el mercado de criptomonedas. Desde la quiebra de FTX, la empresa ha estado intentando encontrar formas viables para devolver los fondos a sus acreedores que, en conjunto, suman miles de millones de dólares.
Sin embargo, el anuncio de la SEC podría marcar el inicio de un nuevo capítulo legal en este drama financiero. Según el comunicado, aunque el uso de stablecoins para reembolsos no es necesariamente ilegal, la SEC se reserva el derecho de impugnar dichos pagos si estos implican el uso de criptomonedas vinculadas al dólar. Esta advertencia refleja la creciente firmeza de la SEC en su papel como regulador del espacio de las criptomonedas, un ámbito que ha sido criticado por su falta de claridad y dirección regulatoria. FTX ha considerado varias estrategias a lo largo de los meses para abordar esta crisis, incluyendo un plan para revivir la plataforma, que fue finalmente descartado. El enfoque más reciente implica la liquidación de activos y el ajuste de reclamaciones basándose en el valor en dólares de dichos activos al momento de la quiebra.
En esencia, la idea es que los acreedores reciban compensaciones en efectivo o en stablecoins. Sin embargo, la SEC ha señalado que el plan aún no designa a un "agente de distribución", es decir, una entidad que administraría los pagos a los acreedores, lo que añade una capa de complejidad a la situación. La comunidad de criptomonedas ha reaccionado con críticas hacia la postura de la SEC. Personalidades prominentes, como Alex Thorn, jefe de investigación de Galaxy Digital, y Paul Grewal, abogado jefe de Coinbase, han criticado la intervención del regulador. Thorn, en particular, ha calificado la advertencia de la SEC como un "exceso de jurisdicción", recordando que la agencia había dejado de lado su caso contra Paxos, el emisor de Binance USD (BUSD), en julio pasado.
La percepción de que la SEC está intentando clasificar stablecoins como "valores" ha suscitado debates candentes dentro del ámbito financiero y legal. Grewal se unió a la crítica, argumentando que las amenazas de la SEC están socavando la claridad y la estabilidad del mercado, lo que podría tener consecuencias negativas a largo plazo para el desarrollo de este ecosistema. Este tipo de regulación "por la fuerza" ha sido un enfoque cuestionado por muchos críticos, quienes argumentan que la SEC ha fallado en establecer una clara hoja de ruta regulatoria para las criptomonedas, optando en su lugar por perseguir acciones legales contra jugadores clave de la industria. Las tensiones entre la SEC y la comunidad cripto no sólo se limitan a FTX. Un grupo de siete estados de EE.
UU., liderados por la fiscal general de Iowa, Brenna Bird, ha presentado un escrito amicus que desafía la capacidad de la SEC para regular el espacio. Este grupo argumenta que las iniciativas de la SEC representan una "toma de poder" que podría sofocar la innovación y perjudicar a la industria criptográfica. Los estados participantes, que incluyen Arkansas, Indiana, Kansas, Montana, Nebraska y Oklahoma, están creando un frente unido contra lo que ven como una regulación excesiva y, en algunos casos, injustificada. La defensa de la industria por parte de estos estados refleja un cambio en el panorama regulatorio, en el que las jurisdicciones locales comienzan a cuestionar la autoridad federal en materia de criptomonedas.
A medida que la SEC enfrenta un creciente escrutinio y presión, la discusión sobre la necesidad de un marco regulatorio claro y coherente se vuelve aún más urgente. Los críticos de la SEC también han señalado que el enfoque de "solo hacer cumplir" que actualmente parece dominar la estrategia de la agencia no es suficiente para abordar los desafíos evolutivos asociados con la tecnología blockchain y la economía digital. Por otro lado, la situación de FTX ha dejado una marca profunda en la evolución de las criptomonedas y la percepción pública de estas. La caída de la plataforma generó un escepticismo considerable hacia el ecosistema de criptomonedas y encendió un debate sobre su seguridad y regulación. A medida que otras plataformas de intercambio y proyectos de criptomonedas buscan navegar por este paisaje turbulento y, en ocasiones, hostil, la inquietud sobre la regulación y la protección del consumidor se mantiene en primera línea.