En el competitivo mundo del comercio minorista británico, un reciente anuncio ha captado la atención de analistas, empleados y consumidores por igual: Jason Tarry, el presidente de John Lewis, está programado para ganar más de £1.3 millones en 2025. Este aumento representa un salto considerable en comparación con el salario de su antecesora, Sharon White, y se produce en un momento crucial para el legendario grupo minorista que es también dueño de Waitrose. Jason Tarry, exejecutivo de Tesco, se unió a John Lewis Partnership (JLP) en septiembre del año pasado. Durante sus primeros cuatro meses y medio en el cargo, percibió aproximadamente £415,000, cifra que incluye beneficios y contribuciones a pensiones.
En términos remunerativos, eso lo iguala al paquete que recibió su predecesora, quien ganó £900,000 en salario básico y sumó más de £1.1 millones con beneficios y pensiones incluidos. Sin embargo, desde el 1 de abril de 2025, la remuneración de Tarry fue ajustada para igualar la de un director ejecutivo (CEO), reflejando una recalibración en sus responsabilidades tras la fusión de los roles de presidente y director ejecutivo en John Lewis. Anteriormente, la compañía contaba con un director ejecutivo independiente, Nish Kankiwala, quien dejó el cargo en marzo de 2025 después de dos años y recibió entre £1.3 millones y £1.
35 millones, siendo el funcionario mejor remunerado de la empresa. Ahora, con la disolución de la posición del CEO y la ampliación del papel del presidente, el comité de remuneraciones decidió alinear el salario de Jason Tarry con el del CEO. Esta decisión no solo refleja un aumento en las responsabilidades de gestión y liderazgo, sino que también pone de manifiesto los cambios en la estructura organizativa de JLP, reforzando el papel del presidente como cabeza visible tanto del equipo ejecutivo como del consejo de la asociación. Este notable incremento salarial ocurre en un contexto en el que John Lewis está realizando otros movimientos estratégicos importantes. Aunque la empresa ha incrementado el salario por hora para sus empleados en un 7.
4%, estableciendo un mínimo de £11.55 por hora, este nivel sigue siendo inferior al ofrecido por competidores clave como Marks & Spencer. Además, la plantilla total ha disminuido en alrededor de 4,000 empleados en el último año, tras una reducción anterior de 3,500 personas. A pesar de que el beneficio operativo subyacente de John Lewis aumentó de £42 millones a £126 millones, el grupo ha decidido no otorgar bonificaciones a los trabajadores en cuatro de los últimos cinco años, incluyendo 2025. Asimismo, se están limitando ciertos beneficios para exempleados, como el acceso a descuentos y a instalaciones de la empresa, incluyendo el cierre de su club de golf para empleados.
En lo que respecta a los beneficios tras la salida, la empresa ha modificado su política para los empleados que hayan trabajado más de 15 años. A partir de agosto, solo podrán conservar sus beneficios por un periodo equivalente a sus años de servicio, a diferencia del sistema anterior, que permitía ciertos beneficiarios mantenerlos de por vida, siempre que cumplieran con requisitos específicos. Según un portavoz de JLP, esta medida busca ampliar el acceso a estos beneficios a un mayor número de socios, premiando la lealtad dentro de un marco competitivo respecto a otras empresas. La reestructuración y las decisiones organizativas subrayan la situación actual y los desafíos del sector minorista en el Reino Unido. John Lewis, con una historia de innovación y compromiso con sus empleados, está adaptándose a un mercado cambiante, donde los márgenes de beneficio, la retención de talento y la satisfacción del cliente dictan las prioridades.
El papel de Jason Tarry será clave en esta nueva etapa. Como un ejecutivo con un profundo conocimiento del comercio minorista gracias a su trayectoria en Tesco, se espera que Tarry combine el enfoque estratégico con una gestión operativa que permita a John Lewis mantenerse competitivo en un entorno marcado por la digitalización creciente y los cambios en los hábitos de consumo. Además, su remuneración acorde con la de un CEO destaca la importancia que el grupo otorga a su liderazgo. Aunque algunos sectores y analistas pueden cuestionar el aumento salarial en contraste con las limitaciones y austeridad que enfrentan los trabajadores comunes, la empresa apunta a justificar estas decisiones basándose en la expansión de las funciones y responsabilidades directivas. Otro punto relevante es la comparación entre la remuneración ejecutiva y el salario medio básico de un trabajador sin funciones de gestión en John Lewis.