En un año electoral que promete ser decisivo, una nueva facción de votantes está comenzando a ganar relevancia: los votantes de criptomonedas, o "crypto voters". Este grupo, que ha crecido exponencialmente en los últimos años, se ha convertido en un factor que podría inclinar la balanza en las próximas elecciones. Con la reciente aprobación de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin y Ethereum, el mundo de las criptomonedas ha alcanzado un hito importante. Esta aprobación ha marcado un cambio de paradigma, evidenciando una creciente aceptación de los activos digitales tanto en la calle como en Wall Street. En este contexto, los votantes de criptomonedas están sintiendo un impulso que podría impactar significativamente en la política estadounidense.
En el ciclo electoral actual, ambos partidos han comenzado a prestar atención al mundo de las criptomonedas. La candidata demócrata y actual vicepresidenta, Kamala Harris, ha manifestado su apoyo a la inversión en tecnologías digitales. En un evento reciente, enfatizó que su administración buscaría invertir en el futuro de América, destacando la importancia de las criptomonedas y otras tecnologías emergentes. Esto no solo refleja una tendencia dentro del Partido Demócrata, sino que también sugiere un cambio más amplio y profundamente arraigado en las prioridades políticas de ambos lados del espectro. El panorama es aún más intrigante considerando el enfoque del expresidente Donald Trump hacia las criptomonedas.
Una vez escéptico, Trump ha cambiado su postura, presentando un discurso que lo posiciona como el "presidente de las criptomonedas". Ha realizado promesas audaces en torno a las criptomonedas, incluyendo mantener la propiedad de todos los bitcoins que el gobierno de EE. UU. posee. Además, ha prometido destituir al presidente de la SEC, Gary Gensler, en su primer día en el cargo si es reelegido.
Esta estrategia parece estar resonando con un segmento considerable de votantes republicanos, especialmente entre aquellos que se muestran más entusiastas ante su apoyo a las criptomonedas. Los datos indican que el interés por las criptomonedas está en aumento. Aproximadamente el 40% de los adultos estadounidenses poseen alguna forma de criptomoneda, un notable incremento del 30% registrado en 2023. Este crecimiento de la propiedad está impulsando a los políticos a tratar de acercarse a este grupo emergente de votantes. En encuestas recientes, se ha encontrado que el 13% de los republicanos que inicialmente no planeaban votar por Trump cambiaron de opinión gracias a su postura pro-cripto.
Este dato demuestra que, a medida que más personas se suman al ecosistema de las criptomonedas, los candidatos deben adaptarse para captar el apoyo de este nuevo electorado. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, la regulación y la legislación en torno a las criptomonedas siguen siendo un área gris. Aunque ha habido avances significativos, como la aprobación de los ETF de Bitcoin y Ethereum, la claridad regulatoria en EE. UU. no se ha alcanzado al mismo nivel que en otros países.
Europa, por ejemplo, ha avanzado en la formulación de marcos regulatorios que han permitido un ecosistema más saludable para las criptomonedas. Los candidatos deben articular su visión de cómo Regularán el comercio y el uso de criptomonedas, algo que los votantes de criptomonedas están observando con atención. Los legisladores están sintiendo la presión para actuar. A nivel estatal, se han propuesto más de 165 proyectos de ley relacionados con criptomonedas y activos digitales en la actualidad. Esto incluye la regulación de monedas estables y la minería de criptomonedas.
Casi el 70% de estas propuestas han avanzado, lo que indica una motivación creciente por parte de los gobiernos estatales para establecer normas claras. Los votantes de criptomonedas quieren ver que sus intereses estén representados y que haya un marco que les permita operar sin miedo a represalias o cambios abruptos de política. La campaña de Harris parece estar comenzando a alcanzar a su homólogo republicano. Su super PAC, Future Forward, ha comenzado a aceptar donaciones en criptomonedas a través de Coinbase Commerce, una señal de que está dispuesta a adoptar posturas más proactivas en torno a estos activos digitales. Esto podría marcar una transformación no solo en su campaña, sino también en la forma en que el Partido Demócrata aborda el tema de las criptomonedas en el futuro.
La combinación de estos factores sugiere que el "crypto voter" está aquí para quedarse y que podría ser un componente crucial en el resultado de las elecciones. Los votantes de criptomonedas buscan claridad y reglas claras que fomenten un entorno de inversión saludable y que permitan el crecimiento de la industria. Por lo tanto, aquellos candidatos que logren conectarse verdaderamente con esta comunidad podrían verse recompensados con un apoyo electoral significativo, mientras que aquellos que ignoren esta tendencia podrían enfrentarse a un descontento creciente. La pregunta que queda es: ¿qué harán los diferentes candidatos para satisfacer las demandas de los votantes de criptomonedas, que buscan una mezcla de libertad de inversión, regulación sensata y un compromiso de crecimiento? A medida que nos acercamos a las elecciones, parece que el futuro de muchos candidatos en la contienda dependerá de su habilidad para navegar en este nuevo y cambiante paisaje político. En conclusión, el surgimiento del "crypto voter" es un fenómeno fascinante que no solo redefine los electores en el ámbito político, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la regulación financiera en Estados Unidos.
Las criptomonedas han llegado para quedarse, y su impacto en la política podría ser tan monumental como su influencia en las finanzas globales. A medida que el ciclo electoral avanza, será interesante ver cómo responden los principales candidatos a esta nueva y poderosa oleada de votantes que, lejos de ser una moda pasajera, está comenzando a tomar un lugar central en nuestra sociedad.
