Philips, uno de los líderes mundiales en tecnología médica y cuidado personal, ha anunciado una reducción en su previsión de ganancias para el año 2025 después de haber calculado un impacto negativo por valor de 340 millones de dólares producido por aranceles comerciales. La empresa ha detallado que este daño económico obedece principalmente a los impuestos bilaterales impuestos entre Estados Unidos y China, un tema que ha tensionado las cadenas de suministro globales y desafiado a muchas corporaciones multinacionales durante los últimos años. En el primer trimestre de 2025, Philips reportó ingresos por 4.100 millones de euros, lo que representa una disminución del 2% comparado con el mismo periodo del año anterior. A pesar de esta caída en ingresos, el beneficio neto de la compañía alcanzó los 72 millones de euros en el primer trimestre, mejorando notablemente respecto a la pérdida neta de 998 millones de euros presentada en el primer trimestre de 2024.
Sin embargo, el efecto acumulativo de los aranceles y las tensiones comerciales obligan a la empresa a ajustar su expectativa de margen para todo el año, rebajándola en un punto porcentual. La directora financiera de Philips, Charlotte Hanneman, ha señalado en una llamada con inversores que el impacto de los aranceles será más significativo durante la segunda mitad del año. Además, destacó que las unidades de diagnóstico y tratamiento y cuidado personal serán las más afectadas, mientras que la división conectada de cuidados mostrará una mayor resiliencia. Esta diferenciación refleja cómo las distintas áreas de negocio reaccionan de manera distinta ante las barreras comerciales y los incrementos de costos. Para contrarrestar esta situación, Philips está ejecutando un conjunto de estrategias destinadas a limitar los efectos adversos.
Entre estas medidas se incluyen la optimización de la flexibilidad en su red de suministro, la gestión eficaz de inventarios, la búsqueda de excepciones arancelarias y la implementación de precios selectivos. Estas acciones buscan reducir el impacto financiero sin comprometer la eficiencia operativa ni la calidad de sus productos y servicios. El enfoque para minimizar la afectación de los aranceles también pasa por una actualización importante en su red manufacturera. El CEO de Philips, Roy Jakobs, ha explicado que la compañía está acelerando la localización de la producción dentro de Estados Unidos como respuesta directa a las presiones comerciales actuales. La estrategia consiste en potenciar su actual infraestructura para garantizar una producción más rápida y con menores costos, apoyándose en sistemas de gestión de calidad ya establecidos para cumplir con las exigencias regulatorias de manera eficiente.
De acuerdo con Jakobs, Philips ya ha alcanzado un alto nivel de localización en China, con un 90% de producción ya realizada localmente. La empresa avanza en políticas claras de regionalización y autoprotección, con un compromiso firme hacia Europa para Europa y América para América. Estos esfuerzos buscan minimizar el impacto perjudicial de los aranceles en 2025 y en el futuro, con la previsión de que los beneficios de estas estrategias aumenten a lo largo del tiempo. El desafío en China continúa siendo un factor relevante en el desempeño global de Philips. La compañía ha enfrentado caídas de dos dígitos en ventas en todos sus negocios dentro de este mercado, lo que ha provocado una disminución general del 2% en los ingresos comparables durante el primer trimestre.
Junto con los descensos en ventas, Philips también ha reportado una baja notable en la recepción de pedidos, reflejando la presión que ejercen las condiciones macroeconómicas y regulatorias en el gigante asiático. Este escenario representa un desafío complejo para Philips, que debe equilibrar la incertidumbre del comercio global con la necesidad de mantener su competitividad y crecimiento. Los aranceles, impuestos como una medida proteccionista dentro del conflicto comercial entre las principales economías mundiales, incrementan los costos de importación y afectan la cadena de valor de las empresas. Para Philips, que opera en sectores altamente técnicos y regulados, adaptarse a esta realidad implica una planificación estratégica cuidadosa y la flexibilidad para reorganizar sus procesos productivos y comerciales. La respuesta de Philips frente a este panorama incierto refleja la importancia de la innovación en modelos de negocio y en gestión operativa para mitigar riesgos macroeconómicos.
La empresa está mostrando que, aunque afectada, es capaz de implementar soluciones a corto y largo plazo que buscan preservar su rentabilidad y asegurar la continuidad de su oferta. Esta transición hacia una mayor localización y optimización puede también fortalecer su posicionamiento en mercados clave, permitiéndole ofrecer productos con tiempos de entrega más cortos y mayor adecuación a regulaciones locales. Es fundamental entender que estos ajustes no solo repercuten en la estructura interna de Philips sino que también impactan a sus clientes y a todo el ecosistema de proveedores. La revisión constante de redes de suministro y la adaptación a nuevos escenarios arancelarios son parte de una necesidad cada vez más común entre las multinacionales que operan en un entorno económico global complejo y en evolución. En este sentido, el caso de Philips puede servir de referencia para otras organizaciones que enfrentan circunstancias similares.
Además, las políticas comerciales y los aranceles siguen siendo factores imprevisibles en la geopolítica actual, donde continuas negociaciones y modificaciones pueden alterar significativamente las condiciones del mercado en poco tiempo. Philips, al incluir en su pronóstico la suposición de que los aranceles entre Estados Unidos y China permanecerán vigentes, se prepara para una continuidad de esta dinámica desafiante. Al mismo tiempo, mantiene una vigilancia cercana sobre la posible reanudación de aranceles en otras regiones, que podrían sumar complejidad a su operación. En conclusión, Philips está navegando por un período complicado marcado por la interferencia de aranceles comerciales que impactan sus finanzas y operaciones. Su respuesta incluye la diversificación y localización de la producción, gestión financiera ajustada y la búsqueda de resiliencia en sus diferentes unidades de negocio.
Estos movimientos estratégicos buscan garantizar que, pese a las adversidades, la empresa pueda sostener su crecimiento y liderazgo en la industria tecnológica y de salud. A medida que la situación global evoluciona, el seguimiento de estas acciones y sus resultados será clave para entender cómo las grandes corporaciones se adaptan y prosperan en un mundo cada vez más interconectado pero también repleto de desafíos comerciales y políticos.