Chiliz, conocida empresa especializada en el ámbito del Sport Finance (SportsFi), ha dado un paso decisivo para volver a incursionar en el competitivo mercado criptográfico de Estados Unidos tras su salida estratégica en 2022. Este movimiento se produce en un contexto donde la regulación de activos digitales está tomando un nuevo impulso bajo la administración del presidente Joe Biden, la cual busca mayor claridad y un enfoque más amigable hacia las criptomonedas. La reunión reciente con la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) representa un punto de inflexión en el camino de Chiliz de cara a su reingreso alrededor del 2026, coincidiendo con la celebración del Mundial de Fútbol que se disputará en dicho país, Canadá y México. El encuentro tuvo lugar el 22 de abril de 2025 y permitió a Chiliz exponer directamente ante el organismo regulador las características de sus fan tokens y la estructura propuesta para que estos no se clasifiquen como valores. En términos regulatorios, un valor es definido por la expectativa del inversionista de obtener beneficios derivados del esfuerzo de terceros; en este caso, Chiliz argumenta que sus tokens no cumplen con este criterio, lo que podría facilitar su aceptación y regulación amigable en Estados Unidos.
La importancia de esta distinción radica en que la regulación en Estados Unidos es uno de los desafíos antecedentes más significativos para las empresas que ofrecen servicios y productos cripto. La ausencia de reglas claras y la ambigüedad sobre qué constituye un valor se tradujeron en la llamada “salida estratégica” de Chiliz en 2022, cuando tuvo que suspender operaciones en suelo estadounidense debido a la incertidumbre y al impacto del colapso del exchange FTX, que desató una ola de desconfianza en todo el sector. Desde entonces, el ecosistema Chiliz ha enfrentado una serie de desafíos. Datos de DefiLlama revelan una caída importante en el Valor Total Bloqueado (TVL) dentro de su red, que ha pasado de 17.8 millones de dólares en diciembre de 2024 a apenas 6.
5 millones en abril de 2025, lo que representa un descenso superior al 60%. Este retroceso refleja una disminución en la actividad en la plataforma, que impacta directamente en la percepción y adopción de sus tokens y servicios. Además, el token de gobernanza de Chiliz, conocido como CHZ, ha descendido un 67% en valor en el último año, lo que añade presión para revitalizar el proyecto y asegurar confianza entre inversores y usuarios. No obstante, Chiliz sigue siendo un actor muy reconocido en el mundo del deporte y las criptomonedas. Sus fan tokens han logrado alianzas con clubes de fútbol de talla mundial como FC Barcelona, Paris Saint-Germain y Manchester City, consolidando su liderazgo en la convergencia entre deportes y tecnología blockchain.
La promesa de lanzar tokens oficiales para equipos de la NBA y la NFL en Estados Unidos, una posibilidad que se planteó en la reunión con la SEC, demuestra el potencial comercial y la demanda latente dentro del mercado americano, que solo sería viable con una regulación clara. La estratégica decisión de apuntar al Mundial de Fútbol 2026 como fecha de retorno no es casual. Eventos deportivos internacionales de esta magnitud ofrecen una plataforma ideal para la introducción de productos innovadores que atraigan a millones de aficionados. De hecho, la firma planea reinvertir entre 50 y 100 millones de dólares en el mercado local, una inyección importante que podría dinamizar la adopción de fan tokens como una nueva forma de interacción entre clubes y seguidores. Es importante destacar la coyuntura política que acompaña este proceso.
El mismo día de la reunión con la SEC, Alexandre Dreyfus, CEO de Chiliz, difundió en redes sociales una imagen con Bo Hines, director ejecutivo del Consejo de Asesores para Activos Digitales durante la administración Trump, indicando que podrían haber más encuentros con funcionarios de la Casa Blanca. Este diálogo interinstitucional apunta a facilitar la alineación de las regulaciones y políticas públicas con los intereses del sector cripto, favoreciendo un entorno de mayor seguridad jurídica. Mientras Chiliz avanza en su estrategia regulatoria y comercial, el tema de la clasificación de sus fan tokens permanece en el centro del debate. Para los reguladores, definir si un activo es un valor implica establecer si se trata de una inversión que genera expectativas de retornos basados en los esfuerzos de otros. Chiliz sostiene que sus tokens representan más un elemento de participación y comunidad dentro del universo deportivo, que un instrumento financiero tradicional, por lo que deben manejarse bajo normativas distintas.
Este debate no solo afecta a Chiliz sino a toda la industria de Web3 y criptoactivos en Estados Unidos. La falta de una guía clara ha frenado la expansión y desarrollo de proyectos similares, limitando la innovación y la entrada de capital. Por ello, la evolución de las negociaciones entre Chiliz y la SEC podría sentar un precedente importante para otros actores que buscan operar en el segmento SportsFi. Por otro lado, la compañía ha logrado avances regulatorios en otras jurisdicciones, como en Malta, donde su plataforma Socios.com obtuvo una aprobación de licencia en principio, lo que fortalece su presencia global y muestra el contraste con el ambiente regulatorio estadounidense.
Esta experiencia internacional puede ofrecer aprendizajes y argumentos para las autoridades americanas, evidenciando que las compañías de tokens deportivos pueden operar de manera transparente y segura. Finalmente, la liquidez y volumen de operaciones en el ecosistema Chiliz serán variables clave a observar conforme se acerquen fechas clave, sobre todo la Copa Mundial del 2026. El interés de equipos de básquetbol y fútbol americano en Estados Unidos podría desencadenar una nueva ola de adopción e incentivos para la plataforma, alentando a fans a involucrarse a través de activos digitales que representen su pasión por los deportes. La industria cryptográfica en Estados Unidos está en un momento crítico, buscando equilibrar la innovación tecnológica con la protección del consumidor e integridad del mercado. Chiliz ha apostado por liderar este proceso en el campo del SportsFi, esperando que el diálogo con la SEC y otros entes reguladores permita definir un modelo de negocio sostenible y reconocido legalmente.
Este escenario de transformación genera expectativas positivas no solo para Chiliz sino para todo el ecosistema cripto, pues la regulación clara podría abrir las puertas a nuevas inversiones, mejores productos y mayor participación popular. La intersección entre deporte digital y finanzas descentralizadas ofrece una oportunidad única para revolucionar la manera en que los fanáticos interactúan con sus equipos favoritos, integrando tecnología blockchain y tokens como herramientas de participación activa. En definitiva, el regreso de Chiliz al mercado estadounidense después de una pausa estratégica es un signo inequívoco del potencial y futuro que el SportsFi representa dentro del universo digital. Con una inversión ambiciosa, alianzas estratégicas y un enfoque en la regulación, la empresa busca consolidarse y marcar un hito en la evolución de los activos digitales deportivos.