Invertir en acciones que pagan dividendos es una de las estrategias más efectivas para construir riqueza a largo plazo. Los dividendos no solo proporcionan una fuente constante de ingresos, sino que también representan una parte significativa del rendimiento total de las inversiones en bolsa. Históricamente, las acciones que distribuyen dividendos han superado a sus contrapartes que no lo hacen, gracias a la combinación del pago periódico y el efecto del interés compuesto. Sin embargo, no todas las acciones que pagan dividendos son iguales en calidad ni en capacidad de mantener y aumentar esos pagos con el tiempo. A la hora de seleccionar acciones para mantenerlas indefinidamente, es crucial optar por compañías sólidas, con modelos de negocio resilientes y perspectivas de crecimiento duraderas.
En este contexto, dos nombres destacan claramente: Amgen y Microsoft. Estas empresas no solo ofrecen dividendos atractivos sino que además demuestran liderazgo e innovación en sus respectivos sectores, lo que las convierte en candidatas ideales para comprar y conservar para siempre. Amgen es un gigante en el sector biotecnológico, dedicada al desarrollo y comercialización de terapias innovadoras para enfermedades graves y crónicas. La naturaleza de su negocio garantiza una demanda constante, ya que sus productos están vinculados a la salud humana y el bienestar, aspectos que siempre tendrán relevancia inevitable. La empresa cuenta con un portafolio robusto que incluye más de diez medicamentos que generaron más de mil millones de dólares en ventas durante 2024, lo que representa una base firme y diversificada.
Entre sus áreas principales se encuentran la oncología, la inmunología, enfermedades raras y respiratorias. Destacan fármacos como Tezspire, para el tratamiento del asma, Repatha para el colesterol alto y Blincyto contra el cáncer sanguíneo. El crecimiento de Amgen se refleja en sus resultados recientes, con un aumento interanual de los ingresos del 9% alcanzando 8.1 mil millones de dólares en el primer trimestre de 2025. Este sólido desempeño financiero se traduce en capacidad para sostener y aumentar sus dividendos, haciendo que sus acciones sean atractivas para inversores que buscan ingresos estables y confiables.
A pesar de los desafíos inherentes al sector, como la expiración de patentes —un fenómeno conocido como “patent cliff” que causa disminución en ventas— Amgen ha demostrado su habilidad para innovar y renovar su cartera mediante una extensa línea de proyectos en desarrollo. Estos programas tienen potencial para ampliar sus indicaciones y recibir nuevas aprobaciones que impulsarán el crecimiento futuro. Por ejemplo, está trabajando en terapias prometedoras para el manejo del peso, como MariTide, que aunque tuvo resultados mixtos en su fase 2, aún mantiene perspectivas de lanzamiento debido al auge del mercado de tratamientos para la obesidad. Además, cuenta con otra molécula en fase inicial que también apunta a este segmento en expansión. Por otra parte, Microsoft se ha consolidado como una potencia tecnológica global, capaz de adaptarse y prosperar incluso en contextos de incertidumbre económica y cambios rápidos en la industria.
Su diversificación en servicios y productos, desde software hasta nube y soluciones empresariales, le proporciona un flujo de ingresos estable y creciente. La compañía ha sabido capitalizar las tendencias actuales y futuras, como el crecimiento en computación en la nube, inteligencia artificial y digitalización, manteniendo una ventaja competitiva significativa. Microsoft no solo exhibe fortaleza operativa, sino que también ha elevado sus dividendos de manera constante durante la última década. Esto refleja su compromiso con recompensar a los accionistas y la capacidad de generar flujo de caja suficiente para sostener esos pagos. La combinación de crecimiento en ingresos y beneficios con políticas prudentes en materia de reparto de dividendos hace que Microsoft sea una opción atractiva para quienes buscan valores de dividendo para sostener carteras a largo plazo.
La estabilidad financiera de Microsoft y su sólida posición en mercados clave aseguran que continuará siendo un actor dominante, con múltiples oportunidades para expandir su negocio y aumentar la remuneración a inversores. Elegir acciones para años o incluso décadas requiere de análisis cuidadoso y enfoque en empresas que ofrecen no solo rentabilidad por dividendos, sino también perspectivas de crecimiento y resistencia ante adversidades. Amgen y Microsoft cumplen con estos criterios, gracias a su liderazgo sectorial, innovación constante y gestión financiera equilibrada. La reinversión de dividendos en estas acciones puede amplificar los beneficios, dado que la composición de retornos a través del tiempo ha demostrado ser la clave para crear riqueza sostenible. Así, quienes invierten en estas compañías pueden esperar un flujo creciente de ingresos y apreciación del capital, consolidándose como pilares en una cartera orientada a la estabilidad y el crecimiento.
En un mundo donde la volatilidad y los cambios abruptos son cada vez más frecuentes, optar por estas acciones representa una apuesta inteligente y prudente para quienes valoran los dividendos como fuente confiable de ingresos y esperan preservar y aumentar su patrimonio a lo largo del tiempo.