En el transcurso del año 2024, el interés de los buscadores de empleo a nivel mundial por oportunidades laborales en el extranjero experimentó una notable y significativa disminución. Esta tendencia, que comenzó a manifestarse desde agosto de 2024 y que continuó hasta los primeros meses de 2025, marca un cambio importante en el comportamiento de los trabajadores que buscan mejorar su situación profesional y vida personal a través de la migración laboral. A lo largo de los últimos cinco años, tras un auge en el interés por trabajos internacionales durante el período post-pandemia, esta caída representa una alerta tanto para empleadores como para formuladores de políticas en diferentes países, quienes enfrentan retos relacionados con sus mercados laborales y políticas migratorias. Durante los años inmediatos posteriores a la pandemia de COVID-19, se observó un crecimiento sostenido en la proporción de clics realizados desde ubicaciones fuera del país de origen en plataformas de búsqueda de empleo como Indeed. En marzo de 2020, el interés extranjero representaba el 2.
2% de las interacciones totales con ofertas de trabajo, cifra que aumentó hasta alcanzar un pico global de 3.5% en el verano de 2023. Este crecimiento reflejaba el optimismo de los trabajadores internacionales y el impulso de la recuperación económica a nivel mundial. Sin embargo, ese escenario cambió dramáticamente a partir de agosto de 2024, y para marzo de 2025 la proporción de interés internacional se había reducido hasta un 2.3%, casi regresando a niveles pre-pandemia.
Varias razones explican este fenómeno. Por un lado, la desaceleración económica global parece haber reducido las oportunidades laborales disponibles, especialmente en sectores que tradicionalmente atraían a talentosos profesionales extranjeros. La incertidumbre económica provoca que tanto trabajadores como empleadores tengan una actitud más conservadora, limitando la movilidad internacional. Por otro lado, el aumento del sentimiento anti-inmigratorio en muchos países ha resultado en políticas de inmigración más restrictivas que afectan directa e indirectamente la capacidad o motivación de los candidatos para buscar oportunidades fuera de sus fronteras. La variabilidad de esta caída de interés se expresa de manera diferente según la región y el país analizado.
En el caso de Estados Unidos, el interés extranjero en sus ofertas de empleo comenzó a declinar desde agosto de 2023, un año antes que la tendencia global. Esta disminución puede atribuirse en parte a la intensificación del discurso político antiinmigrante previo a las elecciones presidenciales de 2024, así como a cambios rápidos en las políticas migratorias implementadas por la nueva administración. Sin embargo, es importante mencionar que un cambio significativo en la política fronteriza, como la suspensión del Título 42 en mayo de 2023, no generó un aumento sustancial en la búsqueda de empleos dentro de Estados Unidos, lo que sugiere que factores más profundos y estructurales influyen en la toma de decisiones de los buscadores de empleo extranjeros. En cuanto a los sectores que más han contribuido a esta caída, los empleos en arquitectura y diversas áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) muestran las mayores reducciones en clics internacionales entre marzo de 2024 y marzo de 2025. Estas profesiones, que suelen requerir altos niveles de educación y especialización, siguen siendo las categorías que concentran el mayor volumen de interés extranjero, lo que indica que incluso caídas moderadas en estas áreas pueden impactar de manera significativa el panorama general del interés internacional por trabajo.
Países con contextos migratorios y económicos distintos presentan patrones singulares pero alineados en la tendencia a la baja. Australia se destaca por mantener una proporción de interés extranjero en sus empleos más elevada que otros países analizados —con picos superiores al 14% en diciembre de 2023—, debido a su dinámica laboral multicultural donde más de un cuarto de la fuerza de trabajo está compuesta por inmigrantes. No obstante, tras un crecimiento acelerado incentivado por la eliminación de las restricciones de viaje por la pandemia y ajustes en los cupos para migrantes permanentes, a finales de 2024 también evidenció un descenso significativo en el interés por empleos extranjeros, coincidiendo con propuestas de políticas migratorias más restrictivas. Por su parte, Canadá mostró un incremento sostenido en el interés extranjero desde 2021, alcanzando un pico del 7.8% en julio de 2023, pero enfrentó una caída pronunciada desde finales de 2023.
Las medidas gubernamentales destinadas a mitigar problemas en infraestructura y vivienda, como la limitación en admisión de estudiantes internacionales y la reducción de permisos de trabajo temporales, explican en buena medida este descenso. Alemania, que implementó en 2020 una ley para facilitar la inmigración de trabajadores calificados fuera de la Unión Europea, tuvo fluctuaciones más moderadas, con el interés extranjero alcanzando su punto máximo en agosto de 2024 (6.7%), seguido de un desplome hasta mínimos de cuatro años en febrero de 2025, en un contexto electoral donde la inmigración fue un tema central y polarizador. Los datos recopilados muestran que la tendencia a la baja en el interés por posiciones laborales internacionales no solo responde a políticas específicas o cambios económicos, sino también a un panorama global donde diversas fuerzas interaccionan. La combinación del enfriamiento de las economías en países desarrollados, la intensificación de discursos nacionales y restrictivos frente a la migración, y las preocupaciones sociales respecto a la integración de trabajadores extranjeros generan un ambiente donde la movilidad laboral se ve afectada negativamente.
El impacto de este cambio es de gran relevancia tanto para los mercados laborales como para las sociedades. En países como Estados Unidos, donde la proporción de trabajadores nacidos fuera del país ha crecido del 16.7% en junio de 2020 al 19.8% en marzo de 2025, la reducción del interés extranjero puede traducirse en escasez de talento en sectores esenciales como la salud, la construcción y el cuidado domiciliario. Estas áreas, que dependen en gran medida de la migración laboral, podrían enfrentar mayores desafíos en productividad, crecimiento económico e incluso en costos debido a una posible intensificación de la inflación salarial por falta de oferta laboral.
Más allá de los efectos inmediatos, estos cambios plantean interrogantes sobre el futuro de la movilidad global y las estrategias que los países y las empresas deben adoptar para atraer y retener talento internacional. Ante un contexto de creciente escepticismo social y político hacia la inmigración, las políticas públicas deberán equilibrar la necesidad de fortalecer sus economías con consideraciones de cohesión social y seguridad nacional. Las tendencias observadas también obligan a reflexionar sobre el papel de la tecnología y las plataformas digitales en este nuevo escenario. La disminución en el volumen de clics internacionales en portales de empleo puede anticipar movimientos migratorios reales, posicionando a estas herramientas como indicadores tempranos para la formulación de políticas y la planificación estratégica en recursos humanos e inmigración. En conclusión, el descenso dramático en el interés global de los buscadores de empleo por posiciones en el extranjero durante 2024 representa un fenómeno multifacético con amplias implicaciones.
A pesar de los signos iniciales de recuperación post-pandemia y la apertura de fronteras, la combinación de un entono económico más conservador, ajustes en las políticas migratorias y la intensificación de opiniones antiinmigrantes ha originado una reducción sin precedentes en la movilidad laboral internacional. El seguimiento continuo de estas tendencias será fundamental para entender si este cambio representa una desviación temporal o un cambio estructural en las dinámicas laborales globales y las migraciones internacionales.