El Viaje Épico en Autobús entre India y Reino Unido: Historia, Rutas y Futuro

La conexión entre India y el Reino Unido siempre ha sido intensa y profunda, no solo por su historia compartida, sino también por el constante intercambio cultural y comercial. Uno de los testimonios más intrigantes de esa relación fue el servicio de autobús que, desde mediados del siglo XX, ofrecía la oportunidad de viajar por tierra desde Londres hasta ciudades icónicas de la India como Calcuta. Este modo de transporte, hoy casi inimaginable, abrió las puertas a una experiencia verdaderamente única tanto para occidentales aventureros como para migrantes que buscaban nuevas oportunidades. El primer servicio de autobús que cubrió esta vasta ruta fue conocido como "The Indiaman". Su inauguración tuvo lugar el 15 de abril de 1957, partiendo desde la céntrica estación de Victoria en Londres para recorrer nada menos que 32,000 kilómetros hasta Calcuta.

Este viaje, de una duración aproximada de tres meses, no solo marcó un hito en transporte internacional, sino que también entró en la historia por sus múltiples peripecias. Todo comenzó con un autobús AEC Regal III de 1948 que fue especialmente adaptado y renovado para encarar semejante aventura. Capaz de transportar 24 pasajeros con equipaje, el vehículo se convirtió en un verdadero hogar móvil a lo largo de un trayecto que atravesaba una deslumbrante variedad de paisajes, culturas y desafíos geopolíticos. Pilotado por Oswald-Joseph Garrow-Fisher, el viaje evidenció las dificultades que implicaba cruzar territorios tan diversos. Por ejemplo, la ruta atravesaba zonas con alta geografía como los acantilados junto a Monte Ararat, en la frontera entre Turquía y la Unión Soviética, y también se enfrentaba a dificultades en su paso por desiertos, donde debían emplear tablas bajo las ruedas para evitar que el autobús quedara atrapado en la arena.

No solo la geografía fue complicada, sino que también los eventos políticos jugaron un papel fundamental en la continuidad de esta expedición. En la vuelta, la frontera entre Pakistán e Irán estuvo cerrada debido a una pandemia de influenza, lo que obligó a desviarse hasta Karachi y buscar alternativas para cruzar, incluyendo incluso la consideración de usar un barco. Este viaje rápido y atento logró captar la atención de medios internacionales, incluyendo The New York Times, lo que evidencia la rareza y el atractivo que la ruta tenía para la época. La primera expedición tuvo un costo de aproximadamente 85 libras para la ida y 65 para el regreso, lo que, comparado con otras opciones turísticas, era sumamente accesible para los viajeros que buscaban una aventura extraordinaria. Los pasajeros, quienes dormían en hoteles o acampaban al aire libre, formaron parte de historias inolvidables que, en algunos casos, fueron recopiladas en libros escritos por los mismos viajeros, registrando la odisea vivida.

Posteriormente, la ruta cobró un nuevo impulso con la creación del autobús "Albert", vehículo emblemático que conectaba Londres con Calcuta desde 1968 hasta mediados de los años setenta. Albert era un double decker Albion Motors CS Venturer de 1947 comprado y adaptado por el agente de viajes Andy Stewart, quien lo acondicionó para incluir literas para 14 pasajeros, tanques extras de combustible, suministros de agua y todas las comodidades necesarias para viajes de larga distancia como cocina, salones de lectura y sistemas de calefacción. Este bus tenía la peculiaridad de ser lento, con una velocidad máxima de apenas 32 millas por hora, lo que en parte contribuía a ofrecer un ritmo de viaje tranquilo y un turismo extensivo por los territorios atravesados. El viaje de Albert comenzaba en Australia, donde el vehículo era transportado por barco hasta Calcuta, desde donde iniciaba el largo trayecto hacia Londres. La ruta cruzaba numerosos países europeos y asiáticos: desde Bélgica, Alemania Occidental, Austria, Yugoslavia, Bulgaria y Turquía, hasta Irán, Afganistán, y luego el Pakistán occidental para llegar a diversas ciudades de la India como Nueva Delhi, Agra, Allahabad, Banaras y finalmente Calcuta.

Esta ruta fue descrita como “la ruta en autobús más larga del mundo” y fue promocionada como la forma ideal para “tener un hogar completo mientras viajas”. El precio inició en 85 libras esterlinas por un trayecto, aumentando a 125 en la década de 1970, sin incluir alimentos, con un suplemento de la conexión vía Singapur hacia Australia que también costaba otras 125 libras. Los pasajeros podían detenerse para visitar sitios históricos y comerciales durante el recorrido, lo que enriquecía la experiencia cultural y permitía una inmersión profunda en las diversas regiones atravesadas. Sin embargo, pese a su popularidad, la estabilidad política en Medio Oriente y Asia comenzó a deteriorarse, influyendo directamente en la continuidad del servicio. En particular, la Revolución Iraní de 1979 y el inicio de la Guerra Soviético-Afgana hicieron que estas rutas terrestres resultaran inviables y peligrosas.

El cierre de fronteras, especialmente entre Afganistán y Pakistán, junto con la creciente inestabilidad generalizada, forzaron la suspensión definitiva de estas operaciones. La seguridad de los pasajeros y conductores se volvió un tema primordial y los viajes ya no fueron una opción realista. La era dorada de los viajes por tierra entre el Reino Unido y la India por autobús se cerró, aunque dejó una huella imborrable para quienes la vivieron y soñaron con ella. Durante aproximadamente dos décadas, al menos 32 compañías diferentes organizaron excursiones y viajes entre ambos países, incluyendo nombres como Waltzing Matilda, Topdeck Travel, Swagman Tour's Asian Greyhound, entre otros, ofreciendo múltiples rutas y experiencias. Algunas de estas firmas incluso combinaban transporte y alojamiento, ofreciendo paquetes completos con gestión de visados, lo que facilitaba la aventura para los viajeros de occidente, quienes buscaban no solo un destino, sino un viaje en sí mismo lleno de descubrimientos y desafíos.

Los viajeros hacia India eran en gran parte occidentales en busca de aventura y nuevas culturas, mientras que el sentido inverso, el viaje hacia el Reino Unido, era más común entre migrantes económicos provenientes del Punjab que buscaban nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, las diferencias culturales, junto con complicaciones en las fronteras, hacían estos viajes de regreso más complejos y, en ocasiones, costosos. Algunas compañías llegaban incluso a exigir que sus conductores estuviesen armados durante el trayecto para garantizar la seguridad. En años recientes, ha habido intentos de revivir esta ruta legendaria. En 2020, Adventures Overland, un operador turístico de India, anunció su intención de iniciar un nuevo servicio de autobús entre Delhi y Londres, inspirado en la mítica ruta conocida como la Hippie Trail.

Este viaje tendría una duración estimada de 70 días, recorriendo unos 20,100 kilómetros a través de 18 países, pasando por Myanmar, Tailandia, Laos, China, Rusia y Europa hasta llegar a Bélgica, desde donde se conectaría con Londres. El costo anunciado para esta aventura era de 1.5 millones de rupias, alrededor de 15,320 libras esterlinas, transportando hasta 20 pasajeros. Aunque inicialmente prevista para mayo de 2021, la operadora tuvo que posponer el lanzamiento debido a diversos problemas logísticos, desplazándolo primero para abril de 2022 y luego nuevamente a abril de 2023. Para demostrar la viabilidad de la ruta, la empresa aseguró haber realizado tres viajes de ida y vuelta consecutivos.

Este renacer de la ruta ha despertado nuevamente el interés de viajeros intrépidos, ansiosos de experimentar un recorrido marítimo-terrestre que fusione aventura, historia y cultura. Asimismo, Adventures Overland ha anunciado un viaje en autobús que cubrirá el trayecto desde Estambul a Londres, previsto para agosto de 2023, apuntando a fortalecer la conexión terrestre entre ambos continentes. La historia del servicio de autobús entre India y el Reino Unido representa mucho más que un simple traslado en carretera. Constituye un testimonio de cómo la confianza, el deseo de descubrir y la búsqueda de conexión humana pueden desafiar distancias y fronteras. A pesar de la complejidad geopolítica y las extremas condiciones del viaje, proyectos como "The Indiaman" y "Albert" marcaron una era en la que el mundo parecía más accesible a quienes se animaban a recorrerlo de manera lenta y profunda.