El reciente colapso del token OM, emitido por la plataforma de finanzas descentralizadas Mantra, ha generado un debate importante acerca de las prácticas de apalancamiento en los intercambios de criptomonedas y su impacto en la seguridad y estabilidad del mercado cripto. Según declaraciones del CEO de Mantra, John Mullin, este desplome no es un evento aislado ni exclusivo de su proyecto, sino que responde a riesgos sistemáticos derivados de políticas permisivas en los intercambios centralizados que permiten a los inversores asumir posiciones de apalancamiento excesivamente agresivas. Esta situación ha motivado un llamado urgente a la colaboración dentro de la industria para mitigar riesgos y evitar futuros incidentes similares. La caída dramática del valor del token OM el pasado mes de abril fue un fenómeno que tomó por sorpresa a muchos seguidores y participantes del ecosistema DeFi, no solo por la magnitud de la pérdida sino por las implicaciones que tiene en cuanto a la gestión de riesgos y gobernanza dentro de las plataformas descentralizadas y centralizadas. Mullin enfatizó que los movimientos de liquidación en cascada, donde la caída en el precio desencadena una serie de ventas forzadas que profundizan aún más la crisis de precio, pueden afectar a cualquier proyecto listado en los mercados cripto si las condiciones regulatorias y de apalancamiento no se revisan adecuadamente.
Mantra ha respondido al incidente con una serie de medidas orientadas a fortalecer la gobernanza y la transparencia dentro de su propia cadena, comprometiéndose a acelerar la diversificación de validadores externos para mejorar la descentralización y reducir dependencias internas que pudieran generar vulnerabilidades. Se espera que para finales del segundo trimestre de 2025, el número de validadores internos se reduzca a la mitad y se incorporen hasta 50 validadores asociados externos, un cambio significativo que apunta a distribuir el control y la toma de decisiones dentro de un marco más sólido y menos susceptible a riesgos internos. Además, la plataforma ha implementado acciones concretas para estabilizar su economía de tokens, incluyendo la quema permanente de 150 millones de tokens OM que estaban apostados, reduciendo así la circulación total y contribuyendo potencialmente a una mayor estabilidad del valor del token remanente. Con la finalidad de mejorar la confianza de los inversores y usuarios, Mantra también ha lanzado un panel de control en tiempo real que ofrece información detallada sobre la economía del token, facilitando la transparencia y permitiendo un monitoreo continuo de los datos clave relacionados con la circulación y uso de OM. En paralelo, se encuentra en fase de pruebas un nuevo testnet compatible con la Ethereum Virtual Machine llamado Omstead, diseñado para incrementar la resistencia técnica y ofrecer a desarrolladores y usuarios una plataforma estable y flexible que pueda soportar cargas altas y eventos de mercado volátiles sin interrupciones.
Vale destacar que durante la caída del token, la cadena de Mantra continuó operando sin cortes, incluso con volúmenes de transacciones en niveles récord, lo que destaca un avance en la fortaleza técnica y la capacidad operativa de la red. A pesar de los esfuerzos de Mantra en respuesta a la crisis de OM, el CEO Mullin hizo un llamado firme a los intercambios de criptomonedas centralizados para revisar detenidamente sus políticas relacionadas con el apalancamiento permitidas a los usuarios, ya que permitir que los inversores tomen posiciones apalancadas agresivas sobre sus propios tokens incrementa significativamente el riesgo para todo el ecosistema. Aunque Mullin no señaló específicamente a ninguna plataforma, en redes sociales se ha especulado sobre el rol de OKX en el evento, donde algunos usuarios han exigido medidas para evitar la repetición de cascadas de liquidaciones tan severas como la experimentada. Sin embargo, esta preocupación y solicitud de colaboración aún no ha sido respondida de manera contundente por las grandes casas de intercambio, con OKX omitiendo comentarios oficiales luego de múltiples solicitudes y Binance sin emitir respuesta inmediata. Por su parte, el CEO de OKX, Star Xu, reconoció públicamente la relevancia y magnitud del desplome del token OM, calificando el suceso como un “gran escándalo para toda la industria cripto” poco después de ocurrido.
Este escenario pone en evidencia una problemática crítica en el mercado cripto, donde la falta de regulaciones estandarizadas y controles adecuados sobre el apalancamiento puede potenciar volatilidades extremas y afectar no solo a proyectos individuales sino al ecosistema en su conjunto. Las liquidaciones en cascada, facilitadas por políticas permisivas y a veces poco transparentes en intercambios, representan un riesgo sistémico que provoca a su vez una pérdida de confianza de inversores institucionales y minoristas, quienes pueden experimentar pérdidas sustanciales de manera repentina. Mantra ha decidido no solo atribuir la responsabilidad de la caída a un contexto más amplio sino también aportar soluciones concretas que buscan crear un entorno más seguro y estable. Su enfoque en descentralización y gobernanza colaborativa, junto a la búsqueda de mayor diálogo con otros actores del sector, refleja un compromiso serio para impulsar mejores prácticas en la industria. Este llamado de atención a la comunidad cripto resalta la necesidad urgente de adaptar modelos operativos y normativos que mitiguen riesgos derivados del apalancamiento excesivo y favorezcan un desarrollo sostenible del ecosistema DeFi.