En un movimiento significativo dentro del ecosistema financiero, BlackRock Inc., reconocido mundialmente como el mayor gestor de activos, ha anunciado la incorporación de Anchorage Digital como nuevo custodiador digital para sus productos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por criptomonedas, específicamente para el iShares Bitcoin Trust (IBIT) y el iShares Ethereum Trust (ETHA). Esta decisión refleja la intensa evolución del sector cripto y la creciente aceptación de activos digitales entre inversores de todos los perfiles, marcando un importante paso en la integración de estos activos dentro de la gestión patrimonial tradicional. Históricamente, Coinbase Global Inc. había sido el único custodio digital para los fondos de Bitcoin y Ethereum de BlackRock.
Sin embargo, el reciente auge en la demanda tanto de clientes minoristas como institucionales ha motivado a BlackRock a diversificar su red de proveedores, sumando a Anchorage Digital Bank como custodio adicional elegible para respaldar sus productos cripto y ampliar su oferta en este emergente mercado. Según declaraciones oficiales de Robert Mitchnick, jefe de activos digitales en BlackRock, la empresa continúa expandiendo su alcance en el ecosistema blockchain y de activos digitales con el objetivo de asociarse únicamente con proveedores institucionales de la más alta calidad y confiabilidad. Anchorage Digital fue seleccionada tras un riguroso proceso de evaluación que confirmó su capacidad para cumplir con los exigentes estándares del gigante gestor de activos. Esta alianza apunta a fortalecer el marco de gestión de riesgos y a escalar la infraestructura para manejar la creciente dimensión de estos fondos. Cabe destacar que, aunque Anchorage Digital fue integrada como custodio, BlackRock no tiene planes inmediatos de trasladar activos de Bitcoin o Ether ya bajo custodia a esta nueva institución, según documentos presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC).
La medida se interpreta como parte de una estrategia de gestión de riesgos, desarrollada para asegurar robustez y diversificación en la administración de activos, a medida que el patrimonio gestionado en estos fondos continúa su ascenso. De esta manera, BlackRock reafirma su compromiso por conectar el mundo financiero tradicional con el emergente universo de las finanzas digitales, adaptándose a las nuevas tendencias y demandas del mercado. Nathan McCauley, CEO y cofundador de Anchorage Digital, expresó que su institución está encantada de proveer una infraestructura regulada federalmente para criptomonedas, facilitando a BlackRock responder a las necesidades actuales y futuras de sus clientes. La visión compartida por ambas compañías es crear un entorno en el que cualquier inversor, sin importar su experiencia o tamaño de capital, pueda acceder de forma segura y transparente al mercado de activos digitales. Anchorage Digital no es un actor menor dentro de la industria, ya que mantiene relaciones con importantes gestores de activos alternativos como Apollo, y emisores de productos de intercambio cripto como 21Shares, consolidando su reputación como un aliado confiable para fondos que buscan exposición a criptomonedas bajo regulaciones estrictas.
La importancia de la incorporación de Anchorage Digital se percibe aún mejor al analizar el desempeño de los productos de BlackRock. El iShares Bitcoin Trust inició operaciones en enero de 2024 y logró superar la cifra de 10 mil millones de dólares en activos bajo gestión apenas siete semanas después, estableciendo un récord para un ETF y desplazando al Grayscale Bitcoin Trust (GBTC) como el fondo de bitcoin más grande a nivel global. Actualmente, IBIT administra aproximadamente 45.1 mil millones de dólares, mientras que ETHA, orientado a Ethereum, tiene cerca de 1.8 mil millones de dólares en activos.
Este impulso es una clara señal del interés que generan las criptomonedas, al tiempo que ilustra cómo gestores tradicionales están adaptando sus estrategias para captar oportunidades dentro de un mercado que sigue creciendo y madurando. La incorporación de múltiples custodios eleva los estándares de seguridad y confianza, elementos críticos para atraer más capital institucional y brindar tranquilidad a los pequeños inversores. El respaldo institucional como el de BlackRock contribuye significativamente a la legitimación y normalización de las criptomonedas en el mundo financiero global. En el pasado, la volatilidad y las preocupaciones regulatorias inhibían la participación masiva, pero hoy, con estructuras robustas y empresas de renombre impulsando esta transición, la oferta de productos cripto está alcanzando nuevos niveles de sofisticación y accesibilidad. Además, esta estrategia de diversificación en la custodia se enmarca dentro de mejores prácticas para mitigar riesgos operativos y de seguridad inherentes a la gestión de activos digitales.
Al trabajar con custodios regulados y con experiencia, los fondos pueden proteger las inversiones frente a amenazas cibernéticas, errores administrativos y otros desafíos propios de la industria. BlackRock está abriendo camino al demostrar que las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain pueden coexistir y complementarse. Su apuesta por ETFs de Bitcoin y Ethereum gestionados profesionalmente, y ahora con infraestructura de custodios múltiple, envía un mensaje claro a la industria: la era de los activos digitales ha llegado para quedarse y representa una oportunidad real de diversificación y crecimiento para inversores a nivel global. En conclusión, la incorporación de Anchorage Digital como nuevo custodio digital para los ETF de criptomonedas gestionados por BlackRock refleja una evolución estratégica que apuntala la solidez, seguridad y expansión de sus productos. A medida que aumentan los activos bajo gestión y la demanda por exposiciones cripto, la diversificación en servicios de custodia es un movimiento imprescindible para mantener la confianza de los inversores.
Este nuevo capítulo confirma la creciente importancia de las criptomonedas dentro del sector financiero tradicional y anticipa un futuro donde la convergencia entre ambos mundos se profundice aún más, beneficiando tanto a grandes instituciones como a inversores particulares.