En un giro inesperado de los acontecimientos en el mundo de las criptomonedas, ejecutivos de Tether, una de las criptomonedas más influyentes y utilizadas a nivel mundial, han comenzado a adquirir propiedades de gran lujo en El Salvador. Este movimiento ha generado tanto interés como preocupación en el ámbito local y global. Según un informe del medio local El Faro, la empresa ha comprado diversas propiedades en la nación centroamericana y, además, se han naturalizado como ciudadanos salvadoreños. La tendencia comenzó a ganar fuerza en 2024, cuando el CFO de Tether, Giancarlo Devasini, y otros altos ejecutivos, incluidos el CEO Paolo Ardoino y la COO Claudia Lagorio, realizaron inversiones significativas en el mercado inmobiliario salvadoreño. Uno de los activos más destacados adquiridos por Ardoino y Lagorio fueron dos parcelas de tierra en un resort de lujo conocido como Condominio Villanueva Golf Country Club, que tiene un enfoque residencial llamado El Encanto.
Estos terrenos, valorados en aproximadamente 1.7 millones de dólares, no solo subrayan el compromiso de Tether con el país, sino también su planeamiento estratégico a largo plazo en un entorno emergente para los criptoinversores. El fenómeno del ascenso en la adquisición de tierras por parte de figuras prominentes de la criptomoneda se da en un contexto donde El Salvador, bajo la presidencia de Nayib Bukele, se ha convertido en un laboratorio para la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal. Desde que Bukele anunció la histórica ley en 2021, ha experimentado un auge en la demanda de propiedades, particularmente en zonas como El Zonte, popularmente conocida como “Bitcoin Beach”. En solo tres años, se reporta que los precios de la tierra en esta región han aumentado más del 130%, creando un entorno atractivo para inversores ávidos de captar oportunidades en un mercado en pleno crecimiento.
Sin embargo, la llegada de Tether a El Salvador no está exenta de controversia. Los críticos sostienen que la creciente especulación inmobiliaria podría agravar problemas sistémicos que ya enfrenta el país, como la escasez de agua. En 2014, Yanira Cortez, la entonces Vicefiscal de la Oficina del Ombudsman de Derechos Humanos de El Salvador, señaló que proyectos de desarrollo en áreas específicas requerían un aumento sustancial en la provisión de agua, mientras que comunidades cercanas, como las del área de El Encanto, ya sufrían de severas carencias en este recurso vital. A pesar de tales preocupaciones, los ejecutivos de Tether parecen estar enfocando su energía en fortalecer su presencia en el país. El informe indica que Devasini no solo ha incursionado en el sector inmobiliario, sino que también registra múltiples empresas bajo su nombre.
Hasta la fecha, se ha reportado que posee 15 compañías en El Salvador, de las cuales 11 están registradas en un solo lugar, en el Centro de Comercio Mundial de San Salvador. Entre los nombres registrados se encuentran Inversiones Odomin y GCH Hospitality, que se centran en la adquisición de propiedades en el centro de la capital salvadoreña, San Salvador. Las intenciones de Tether parecen estar alineadas con la voluntad del gobierno de Bukele de atraer inversiones extranjeras para impulsar el desarrollo económico del país. En este sentido, el CEO de Tether ha hecho apariciones públicas junto a la familia presidencial, expresando su admiración por la visión y el esfuerzo de Bukele para revivir la economía salvadoreña. Esta relación ha llevado a Tether a contratar una firma de lobby que tiene conexiones directas con asesores cercanos al presidente, lo que resalta la estrategia de la empresa para establecer vínculos con líderes políticos y ganar apoyo dentro del ecosistema cripto.
Otro punto digno de mención es la reciente decisión de Bitfinex, la plataforma de intercambio de criptomonedas asociada a Tether, de mover sus servicios de derivados a El Salvador. Este movimiento, así como el suministro de Bitcoin para el gobierno de Bukele, subraya la conexión cada vez más profunda entre Tether y El Salvador, evidenciando el potencial que la nación tiene como un centro regional para la innovación en criptomonedas. La situación ha generado un debate intenso sobre el rol de Tether tanto en la economía salvadoreña como en el mundo de las criptomonedas. Algunos ven a Tether como un jugador que podría ayudar a estabilizar el ecosistema financiero del país, mientras que otros advierten sobre los riesgos de una creciente dependencia de actores privados con intereses lucrativos. La creciente influencia de las criptomonedas y la posibilidad de que Tether se convierta en un pilar del desarrollo salvadoreño podrían cambiar la dinámica económica de la nación en el futuro cercano.