GameStop, uno de los minoristas más emblemáticos del sector de videojuegos a nivel mundial, ha tomado una decisión estratégica de gran relevancia para su operación internacional: la venta de su negocio canadiense. Esta operación fue confirmada recientemente tras un comunicado oficial en el que se detalló que Electronics Boutique Canada Inc., el nombre oficial con el que operaba en Canadá, fue adquirido por el empresario francés-canadiense Stephan Tetrault. Esta noticia marca un punto de inflexión significativo en la historia de la compañía y ofrece interesantes perspectivas sobre el futuro del comercio minorista de videojuegos en dicho país. Desde hace años, GameStop ha enfrentado múltiples desafíos derivados de la transformación digital, el cambio en los hábitos de consumo y la competencia feroz del comercio electrónico.
Pese a estos retos, la compañía mantuvo una presencia considerable en Canadá con una red de más de 185 tiendas. Sin embargo, el anuncio de la venta de su filial canadiense responde a una estrategia global de reestructuración y reducción de su huella internacional que incluye también su salida en otros mercados como Francia, Italia y Alemania. La figura de Stephan Tetrault es esencial para entender la naturaleza de este cambio. Como emprendedor con raíces en la industria del entretenimiento y coleccionables, Tetrault ha manifestado su intención de traer de vuelta la esencia que hizo popular a la cadena EB Games en Canadá antes de su rebranding a GameStop en 2021. La adquisición no solo contempla un cambio de nombre hacia EB Games Canada, sino que también anuncia una serie de iniciativas pensadas para conectar con la comunidad gamers y nostálgicos, como eventos presenciales, expansión de líneas de productos y una colaboración más profunda con marcas icónicas de la cultura pop.
Este relanzamiento tiene un fuerte componente emocional y de identidad local. En declaraciones públicas, Tetrault expresó que la compra no constituye únicamente una transacción empresarial, sino un compromiso para recuperar y potenciar algo que “los canadienses realmente amaron”. Su visión apunta a un modelo de negocio que combine comunidad, nostalgia e innovación, lo que puede llegar a representar un modelo híbrido que se adapte a las necesidades y expectativas actuales de los consumidores, quienes esperan experiencias significativas tanto en línea como en las tiendas físicas. Los antecedentes que rodean esta venta también son indicativos del contexto más amplio en el que opera GameStop. A comienzos de 2025, la empresa anunció que cerraría un número significativo de tiendas en Estados Unidos, tras haber reducido ya alrededor de 600 locales en 2024.
Estos cierres y desinversiones forman parte de un esfuerzo por optimizar operaciones y enfocarse en segmentos estratégicos. Las cifras financieras más recientes reflejan una caída en las ventas netas, que disminuyeron un 28.5 % en el último trimestre hasta situarse en 1.3 mil millones de dólares. No obstante, la compañía logró un incremento en su beneficio neto, que se duplicó alcanzando los 131 millones de dólares en el mismo período.
Este resultado mixto pone en evidencia tanto las dificultades como las oportunidades que atraviesa el minorista. De manera paralela, GameStop ha mostrado interés en diversificar su estrategia financiera, integrando en marzo la aprobación unánime de su junta directiva para incluir bitcoin como un activo en su tesorería. Aunque esta movida refleja una apuesta por innovar y explorar nuevos caminos, la empresa ha reconocido la volatilidad y el riesgo asociado con esta criptomoneda, dejando claro que esta iniciativa podría no ser exitosa a largo plazo. El enfoque de Tetrault para EB Games Canada se contrapone con la visión más amplia y cautelosa de GameStop a nivel internacional. Mientras el gigante estadounidense disminuye su presencia física y expande sus apuestas tecnológicas, su antiguo brazo canadiense regresa a sus raíces con un renovado compromiso hacia la experiencia cliente y la cultura local.
Este fenómeno podría ayudar a revitalizar el sector del retail de videojuegos en Canadá, que ha experimentado una disminución general en los últimos años debido al auge de las plataformas digitales. La decisión de GameStop de salir del mercado canadiense también tiene implicaciones fiscales y políticas. En una comunicación previa, el CEO Ryan Cohen realizó comentarios críticos sobre el entorno fiscal y sociopolítico de Canadá y Francia, mencionando el impacto que tienen factores como los impuestos elevados, políticas progresistas y temas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en el negocio minorista. Este panorama estratégico ha llevado a la empresa a reconsiderar su presencia internacional y concentrarse más en mercados donde pueda operar con mayor flexibilidad y eficiencia. Para los consumidores canadienses, este cambio podría ofrecer una experiencia diferente.
EB Games tiene la oportunidad de diferenciarse al enfocarse en productos exclusivos, encuentros comunitarios y una fuerte conexión con la cultura popular. La promesa de eventos en tienda y la integración con marcas del ámbito pop auguran una revitalización que no solo busca contener la disminución en ventas físicas, sino también crear una marca emocionalmente relevante. El impacto de esta transición en el empleo y la economía local también será digno de seguimiento, ya que la continuidad de las tiendas físicas dependerá de capacidades gerenciales, innovación en oferta y adaptación a las tendencias de consumo. La operación de Tetrault podría establecer un modelo de negocio viable que demuestre que el retail clásico aún tiene un espacio en el entorno digital contemporáneo. En definitiva, la venta de la unidad canadiense de GameStop y el relanzamiento de EB Games engloba múltiples dimensiones: un movimiento estratégico global de reestructuración para GameStop, una oportunidad para revitalizar la experiencia gamer en territorio canadiense y un reflejo de los desafíos que enfrentan los minoristas ante la digitalización y los cambios sociopolíticos.
La industria del videojuego en Canadá podrá ahora experimentar una nueva etapa bajo una marca que recupera tradición e identidad, mientras que GameStop ajusta su modelo para enfrentar un futuro complejo pero lleno de posibilidades. Este caso pone en evidencia cómo las grandes empresas deben adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, organizaciones y tendencias mundiales para seguir siendo relevantes. También muestra que, a veces, las oportunidades más prometedoras están en reconectar con las raíces y las comunidades, aspecto que Stephan Tetrault parece decidido a aprovechar con EB Games Canada.