Indonesia ha dado un paso contundente al suspender los permisos locales de Worldcoin y su servicio asociado, WorldID, debido a irregularidades en su registro y problemas legales relacionados con la licencia que utilizaban para operar en el país. La decisión, anunciada por el Ministerio de Comunicación y Digital de Indonesia, conocido como Kominfo o Komdigi, responde a preocupaciones sobre la seguridad y el cumplimiento normativo de esta controvertida iniciativa respaldada por Sam Altman, CEO de OpenAI. Worldcoin ha sido objeto de polémica internacional debido a su método para verificar identidades humanas, que consiste en el escaneo de iris utilizando unos dispositivos llamados orbs, a cambio de tokens criptográficos. Este sistema ha generado numerosas críticas, principalmente en relación con la privacidad, el manejo de los datos biométricos y los riesgos asociados a la falta de claridad en sus medidas de protección y regulación. En el caso de Indonesia, la suspensión de los permisos se basó en la detección de irregularidades significativas vinculadas a dos empresas que facilitaban la operación de Worldcoin en territorio indonesio: PT.
Terang Bulan Abadi y PT. Sandina Abadi Nusantara. El Ministerio de Comunicación Digital señaló que PT. Terang Bulan Abadi no estaba debidamente registrada como proveedor válido de sistemas electrónicos y carecía del certificado necesario—conocido localmente como TDPSE—lo que es un requisito legal bajo la legislación indonesia. Además, se descubrió que Worldcoin estaba operando bajo la licencia de PT.
Sandina Abadi Nusantara, lo que representa una práctica que ha sido calificada como una forma de mal uso o usurpación de identidad legal, lo que genera serias preocupaciones sobre cómo se están manejando los datos personales y el cumplimiento de las normativas aplicables. Estas irregularidades han sido percibidas como graves infracciones, principalmente bajo el Reglamento Gubernamental No. 71 de 2019 sobre Sistemas y Transacciones Electrónicas, junto con el Reglamento Ministerial No. 10 de 2021, los cuales establecen que todos los proveedores de servicios digitales en Indonesia deben estar registrados oficialmente y asumir responsabilidad ante las autoridades y el público. La medida tomada por el Gobierno indonesio refleja una tendencia global de mayor escrutinio y regulación hacia proyectos que manejan datos biométricos y tecnología digital en el ámbito de las criptomonedas.
Worldcoin ha sido objeto de suspensión o advertencias en diversos países debido a preocupaciones similares relacionadas con la privacidad, la seguridad y la legalidad. En Kenia, por ejemplo, las operaciones de Worldcoin fueron suspendidas en agosto de 2023 tras una investigación que reveló problemas en la protección de la privacidad y preocupaciones financieras. Miles de personas habían intercambiado sus datos biométricos, específicamente escaneos de iris, por criptomonedas un valor aproximado de 55 dólares, lo cual generó alarma entre las autoridades gubernamentales. En España y Portugal, las agencias de protección de datos ordenaron a Worldcoin detener la recopilación de datos biométricos y eliminar toda la información previamente obtenida. El Tribunal Superior de Justicia de España confirmó esta sanción amparándose en el incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, un marco legal estricto que protege la información personal y biométrica de los ciudadanos.
Otros países como Corea del Sur y Hong Kong también han suspendido o limitado las operaciones de Worldcoin debido a cuestionamientos legales y problemas normativos, reflejando un patrón de resistencia creciente ante las prácticas de esta iniciativa. Worldcoin se presenta como un puente hacia una economía global más inclusiva, ofreciendo a los usuarios la oportunidad de obtener tokens gratuitos a cambio de la verificación de su identidad mediante datos biométricos. Sin embargo, esta propuesta ha suscitado alarma por parte de críticos y expertos que advierten sobre la vulnerabilidad de los usuarios, especialmente en países en desarrollo donde los marcos regulatorios son menos robustos y el acceso a la tecnología puede ser limitado. Uno de los principales puntos de crítica es la forma en que Worldcoin recopila, almacena y utiliza los datos biométricos. Aunque la empresa asegura garantizar la privacidad y seguridad de la información, la falta de transparencia y las denuncias sobre prácticas poco claras han puesto en duda estas afirmaciones.
El hecho de que se recompense a las personas por sus datos biométricos sin contar con un marco regulatorio sólido plantea riesgos significativos, incluyendo posibles abusos de información personal y la explotación de comunidades vulnerables. Esta problemática se agrava cuando operan en países con sistemas legales y de protección de datos menos desarrollados, aumentando la responsabilidad de las autoridades para proteger a los ciudadanos. La suspensión de los permisos en Indonesia añade una dificultad más a uno de los lanzamientos globales más desafiantes para Worldcoin. Este revés implica que la empresa deberá revisar y fortalecer sus mecanismos de cumplimiento legal, así como mejorar la transparencia sobre el tratamiento de datos, antes de continuar su expansión en mercados que exigen altos estándares regulatorios. El caso de Indonesia representa un punto de inflexión en el debate sobre la intersección entre tecnologías disruptivas, como la criptomoneda y la biometría, y la necesidad imperante de proteger los derechos digitales y la privacidad de los individuos.
Hasta ahora, diversos países han mostrado una postura firme en cuanto a la supervisión estricta y la posible restricción de proyectos que no se ajusten a los marcos legales existentes. Estos movimientos regulatorios no solo se limitan a sancionar, sino también a incentivar una mayor reflexión sobre los límites éticos y legales de las innovaciones tecnológicas en el ámbito financiero y digital. En este sentido, Indonesia y otros países actúan como guardianes de un orden que busca equilibrar la innovación con la protección ciudadana. La suspensión de los permisos de Worldcoin en Indonesia llega en un momento donde el mundo observa atentamente cómo se gestionan y regulan las tecnologías avanzadas que impactan en la identidad y seguridad de las personas. Las autoridades, los usuarios y la industria misma deben aprender de estas experiencias para crear un entorno seguro y confiable que permita a la tecnología prosperar sin vulnerar derechos fundamentales.
Finalmente, el futuro de Worldcoin dependerá en gran medida de su capacidad para adaptarse a las normativas nacionales e internacionales, ganar la confianza de los usuarios y demostrar un compromiso genuino con la protección de datos. La historia reciente muestra que la innovación tecnológica sin una base sólida de cumplimiento puede enfrentar importantes barreras operativas y legales, afectando su viabilidad y reputación a nivel global.