En un momento decisivo para Corea del Sur, Lee Jae-myung, líder del principal partido de oposición y favorito en las encuestas presidenciales, ha anunciado oficialmente su candidatura para las elecciones presidenciales del próximo 3 de junio de 2025. La campaña de Lee se desarrolla en un ambiente político tenso, tras el histórico juicio político y destitución de Yoon Suk Yeol, el expresidente que ordenó la imposición de la ley marcial en diciembre y cuya medida fue ratificada como ilegal en abril. Lee Jae-myung emerge como una figura pragmática que busca equilibrar las demandas de crecimiento económico y justicia social. En un video difundido al público desde la Asamblea Nacional en Seúl, Lee expresó su compromiso por corregir la polarización económica que considera la raíz de los conflictos sociales y políticos recientes. Este énfasis en la equidad económica es una respuesta directa a los efectos divisivos provocados por las políticas del gobierno precedente.
El exalcalde de Seongnam y exgobernador de la provincia de Gyeonggi se ha posicionado como un líder capaz de impulsar inversiones significativas en tecnologías emergentes y en el desarrollo del talento humano con el objetivo de reactivar la economía nacional. El enfoque de Lee no se centra únicamente en la propuesta de políticas, sino en la eficacia de las mismas. Se declara ajeno a prejuicios ideológicos y sostiene que lo que verdaderamente importa es la utilidad práctica y el impacto positivo real de las medidas implementadas. Esta perspectiva pragmática también se refleja en su estrategia diplomática, que busca fortalecer la alianza con Estados Unidos y mantener la cooperación con Japón, pero siempre priorizando el interés nacional de Corea del Sur. En un contexto geopolítico complejo y cambiante, estos elementos son esenciales para garantizar la seguridad y el desarrollo económico del país.
El nuevo liderazgo surcoreano tendrá grandes retos, especialmente en las negociaciones con Estados Unidos sobre aranceles y acuerdos comerciales que afectan a una economía fuertemente orientada al mercado exterior. Lee deberá fomentar relaciones diplomáticas efectivas que beneficien a la industria exportadora, preservando al mismo tiempo la soberanía económica y política del país. La trayectoria política de Lee Jae-myung lo posiciona como un candidato sólido. A sus 61 años, es conocido por su resistencia y capacidad para superar adversidades. En las elecciones presidenciales anteriores de 2022, perdió frente a Yoon por el margen más estrecho en la historia democrática de Corea del Sur.
Sin embargo, su popularidad se fortaleció en 2024 cuando lideró al Partido Democrático a una contundente victoria en las elecciones legislativas, consolidándose como la figura más influyente dentro de la oposición. El contexto político actual presenta una competencia abierta dentro de los partidos conservadores, con un abanico amplio de candidatos y la incertidumbre sobre cuál será el aspirante que logrará consolidarse. El Partido Poder Popular (PPP), que actualmente gobierna, lleva a cabo un proceso de primarias para definir a su candidato en mayo, mientras algunos de sus miembros más destacados, como Han Dong-hoon, han declarado intenciones de participar en la contienda electoral. De hecho, Han ha experimentado un distanciamiento significativo de Yoon, a quien llegó a apoyar inicialmente, y recientemente respaldó su destitución. Uno de los aspectos que añade complejidad al escenario electoral son los procesos judiciales que enfrenta Lee.
Está siendo enjuiciado por cargos que van desde supuestos sobornos hasta su implicación en un escándalo inmobiliario millonario. A pesar de estas acusaciones, sus partidarios sostienen que la persecución judicial responde a intereses políticos y que no obstaculizarán su campaña presidencial. No obstante, los tribunales aún deberán resolverse antes de la votación, introduciendo un grado de incertidumbre en la carrera electoral. En términos personales, Lee ha mostrado una notable fortaleza física y mental. En enero de 2024 fue víctima de un ataque con cuchillo durante un evento público, resultando con heridas graves en el cuello que requirieron cirugía.
Su recuperación y regreso a la política activa han aumentado su imagen de líder resistente y comprometido. El próximo presidente de Corea del Sur enfrentará desafíos fundamentales en el ámbito interno y en la arena internacional. La estabilidad social, la recuperación económica y las relaciones estratégicas con potencias como Estados Unidos, Japón y China serán temas centrales en el nuevo gobierno. La figura de Lee Jae-myung representa una esperanza para quienes buscan un cambio significativo en las políticas públicas que aborden desigualdades y promuevan un desarrollo sostenible. Finalmente, la carrera electoral ofrece también una oportunidad para que el electorado surcoreano reflexione sobre el futuro del país en un momento de cambios globales vertiginosos y tensiones geopolíticas.
La apuesta de Lee por soluciones pragmáticas e inclusivas puede marcar un camino diferente al del pasado reciente, buscando un equilibrio entre seguridad, crecimiento y justicia social, claves para la prosperidad de Corea del Sur en las próximas décadas.