El año 2024 ha sido sin lugar a dudas el año de Bitcoin. Tras casi 16 años desde el lanzamiento de su red, esta criptomoneda ha consolidado su estatus como un instrumento financiero de relevancia mundial, un hecho que se hizo notorio con la aprobación de once fondos cotizados en bolsa (ETFs) en enero. Esta nueva etapa ha transformado la percepción del Bitcoin, atrayendo una demanda institucional sin precedentes que culminó en una notable capitalización del mercado. Al cierre del año, los fondos centrados en Bitcoin habían atraído más de 113,5 mil millones de dólares, lo que propulsó el precio del BTC a máximos históricos de 100,000 dólares en diciembre, impulsado en gran parte por la compra de grandes inversionistas institucionales. La irrupción de estos ETFs no fue solo un acontecimiento aislado; marcó el inicio de una tendencia más amplia donde los inversionistas institucionales comenzaron a interesarse seriamente por el Bitcoin y otras criptomonedas.
Las transacciones extrabursátiles (OTC, por sus siglas en inglés) experimentaron un auge notable, y algunas plataformas de intercambio, como Kraken, reportaron un aumento del 220% en su actividad de OTC en comparación con el año anterior. Tim Ogilvie, jefe del área institucional de Kraken, aseguró que "OTC está en pleno auge ahora mismo", reflejando la creciente necesidad de alternativas en la compra y venta de criptomonedas, lejos del escrutinio del mercado público. Más allá de los ETFs, el año 2024 también fue testigo de un aumento en la adopción institucional del Bitcoin. Cada vez más empresas que cotizan en bolsa comenzaron a incorporar Bitcoin en sus balances, una estrategia que ofrece oportunidades de cobertura y, al mismo tiempo, una inversión que puede resultar volátil. MicroStrategy ha liderado este movimiento desde 2020, acumulando más de 444,000 Bitcoin en su tesorería y buscando expandir aún más su inversión en la criptomoneda.
La compañía solicitó recientemente la aprobación de sus accionistas para aumentar sus compras de Bitcoin a través de su plan 21/21, que tiene como objetivo adquirir hasta 42 mil millones de dólares en Bitcoin en los próximos tres años. A pesar de que algunos críticos argumentan que Bitcoin se aleja de sus principios fundamentales de descentralización, sus ideales siguen siendo parte integral de su red. Esta criptomoneda continúa operando de manera independiente y permite que cualquier individuo en el mundo pueda almacenar y transferir su riqueza, una característica que distingue a Bitcoin de los sistemas financieros tradicionales. El ecosistema de criptomonedas también fue testigo de movimientos significativos en el ámbito de la regulación y los servicios institucionales. Crypto.
com, uno de los actores más reconocidos en el espacio, lanzó su nuevo servicio de custodia institucional en Estados Unidos, llamado Crypto.com Custody Trust Company. Este servicio está diseñado para proporcionar soluciones de custodia para instituciones y individuos de alto patrimonio, y se espera que facilite la transición de los activos digitales de los clientes de EE.UU. y Canadá a esta nueva compañía de fideicomiso.
La medida es parte del esfuerzo de Crypto.com por fortalecer su presencia en América del Norte, un mercado que ha mostrado un gran interés en el futuro de las criptomonedas. Mientras tanto, en Rusia, el gobierno aprobó una prohibición parcial de la minería de criptomonedas en diez regiones, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025 y durará hasta marzo de 2031. Entre las áreas afectadas se encuentran regiones con un gran potencial minero como Daguestán, Chechenia y partes de Donetsk. Esta prohibición se implementa con el objetivo de equilibrar el consumo de energía y el crecimiento de la industria de criptomonedas.
Aunque ciertas regiones, como Irkutsk, solo experimentarán restricciones parciales, el anuncio demuestra que los gobiernos están empezando a reconocer la necesidad de regularizar y controlar la industria del cripto espacio, ya que las preocupaciones sobre el consumo de energía y su impacto en el medio ambiente están cada vez más en el centro del debate político. En un panorama más amplio, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos ha reafirmado su postura respecto a la tributación de las recompensas obtenidas de la minería en staking, indicando que estas son gravables en el momento de su recepción, y no en el momento de su venta. Esta decisión fue argumentada en el contexto de una demanda presentada por un matrimonio que buscaba clasificar sus recompensas como propiedad. El IRS mantuvo su postura, lo que podría establecer un precedente en la tributación sobre estas actividades en el futuro. La convergencia de estas tendencias y eventos muestra un 2024 vibrante donde el interés por Bitcoin ha alcanzado niveles sin precedentes.
Partiendo de su creciente aceptación en instituciones y la adopción por parte de empresas líderes, Bitcoin ha pasado de ser un activo especulativo a una opción viable y atractiva para diversificación de portafolios. Las proyecciones para el futuro del ecosistema de criptomonedas siguen siendo optimistas. El aumento de la demanda institucional, la innovación en los servicios de activos digitales y el ajuste regulatorio son tendencias que se espera continúen definiendo el espacio cripto. Mientras el mundo de las criptomonedas continúa evolucionando, la visibilidad y relevancia de Bitcoin dentro del marco financiero global solo parece aumentar. El año 2024 no solo ha sido el año de Bitcoin, sino que ha marcado un hito significativo en la historia de las criptomonedas.
Al final de este año, no solo el precio ha alcanzado nuevas alturas, sino que el entendimiento y la aceptación de estas tecnologías ha comenzado a cimentarse en la conciencia colectiva del inversionista. Bitcoin y su ecosistema prometen seguir siendo un foco de atención en los años venideros, y el camino hacia el futuro parece cada vez más brillante.