El mundo de las inversiones está en constante evolución y los sectores que una vez fueron considerados refugios seguros pueden cambiar rápidamente su perfil de riesgo. Esto es precisamente lo que ha señalado Warren Buffett, uno de los inversores más respetados y exitosos a nivel mundial, en relación con el sector eléctrico. Durante la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, Buffett lanzó una advertencia significativa para quienes confían en las empresas eléctricas como una inversión estable y de bajo riesgo. Históricamente, el sector eléctrico ha sido visto como un refugio para los inversores cautelosos. La razón principal es que estas empresas suministran un servicio esencial del que dependen todas las personas y negocios, independientemente de la situación económica general.
Esto ha creado una percepción de estabilidad en sus ingresos y dividendos, lo que atrae a inversores interesados en minimizar la volatilidad. Sin embargo, Buffett señala que esta realidad está cambiando. Una de las causas fundamentales de esta transformación es el impacto creciente de los incendios forestales, especialmente en regiones como California y Hawái. Estos desastres naturales han afectado severamente a algunas de las principales compañías de servicios eléctricos, sobre todo a Hawaiian Electric, PG&E y Edison International. Los daños económicos, las indemnizaciones a víctimas y los costes legales han disparado la percepción de riesgo en un sector hasta ahora considerado seguro.
Para ponerlo en perspectiva, PG&E, una empresa eléctrica con sede en California, enfrentó una serie de incendios devastadores entre 2017 y 2021, que fueron atribuidos a fallas en su infraestructura. El resultado fue catastrófico: la compañía tuvo que declararse en bancarrota, y sus acciones sufrieron caídas de hasta el 95% en su valor. La repercusión en los inversores fue evidente y supuso un llamado de atención para muchos que confiaban en la supuesta estabilidad de estas empresas. Hawaiian Electric también sufrió un duro golpe cuando en agosto de 2023 sus acciones cayeron hasta un 76%, debido al temor de que la compañía pudiera ser considerada responsable por los incendios mortales en Maui. A pesar del tiempo transcurrido, las acciones no han logrado recuperar su valor anterior, evidenciando la persistencia del riesgo y la incertidumbre.
Más recientemente, Edison International perdió hasta un 37% en su valor bursátil por temores relacionados con el posible rol de su infraestructura en el incendio Palisades en Los Ángeles a comienzos de 2025. Estas situaciones no solo afectan a las empresas individuales, sino que dibujan un panorama más amplio donde el sector eléctrico debe reconsiderar su perfil de riesgo y la manera en que los inversores se acercan a esta clase de activos. Warren Buffett reconoce que hasta la propia Berkshire Hathaway Energy, la división de energía de su conglomerado, ha visto una reducción considerable en su valor durante los últimos dos años. Esta bajada se relaciona directamente con la sensibilidad social y jurídica a la que está sometida la industria, que enfrenta mayores exigencias en cuanto a la gestión ambiental y la responsabilidad corporativa. El futuro de las inversiones en servicios eléctricos exige una adaptación tanto por parte de las empresas como de los inversores.
Buffett enfatiza que es fundamental ajustar las expectativas y tomar en cuenta los riesgos emergentes, como los incendios cada vez más frecuentes y severos, que no muestran signos de disminuir. La realidad del cambio climático y sus consecuencias directas sobre los ecosistemas hace urgente que las compañías de servicios eléctricos implementen estrategias robustas para mitigar estos riesgos. La llegada del nuevo CEO de Berkshire Hathaway, Greg Abel, refleja esa preocupación. Abel ha destacado que no existen soluciones rápidas o simples para eliminar el riesgo, pero que sus equipos trabajan diariamente para reducir los posibles impactos negativos. Reconoce que el peligro asociado a los incendios forestales es estructural y forma parte del contexto que enfrentan todos los actores desde ahora en adelante.
Para los inversores, las advertencias de Buffett suponen una llamada a la prudencia. Poner demasiado capital en empresas eléctricas sin considerar los cambios recientes puede llevar a pérdidas sustanciales, especialmente si no se tiene en cuenta la evolución del entorno regulatorio y ambiental al que está sometido el sector. Además, el sector eléctrico se encuentra en un momento de transformación tecnológica y regulatoria. La transición hacia energías limpias y renovables genera oportunidades, pero también desafíos. Las inversiones que no se adapten a esta nueva realidad tienen un futuro incierto.
Por ejemplo, empresas demasiado dependientes de infraestructuras antiguas o de tecnologías susceptibles a fallas pueden ver aumentar su riesgo operativo y financiero. Por otro lado, los gobiernos y autoridades reguladoras están incrementando las exigencias en cuanto a seguridad, prevención de incendios y sostenibilidad ambiental. Esto supone mayores costos para las compañías eléctricas y un impacto directo en sus resultados financieros. En resumen, el mensaje de Warren Buffett es claro: no se debe asumir que el sector eléctrico mantendrá siempre la imagen de refugio seguro. Los riesgos relacionados con factores externos, como incendios forestales y cambios sociales, están transformando la dinámica y la rentabilidad de estas compañías.
Para quienes buscan invertir en este sector, es necesario realizar un análisis exhaustivo que contemple estos riesgos crecientes, evitando caer en la trampa de confiar únicamente en la historia y en la reputación pasada. Es fundamental evaluar la capacidad de las empresas para adaptarse a los nuevos desafíos y minimizar los impactos negativos. Este cambio de paradigma invita a un enfoque más informado y estratégico. La diversificación, la atención a la gestión de riesgos y una mirada crítica hacia las vulnerabilidades del sector serán claves para proteger las inversiones en un mercado cada vez más volátil y complejo. En definitiva, Warren Buffett, con su experiencia y visión, ofrece a los inversores una lección valiosa sobre la importancia de evolucionar con el mercado y comprender que ningún sector está exento de riesgos.
Las oportunidades siguen existiendo, pero solo quienes sepan identificar y gestionar adecuadamente los nuevos desafíos lograrán obtener rendimientos sostenibles en el tiempo.