En el vasto y volátil mundo del sector energético, detectar oportunidades de inversión sólidas puede ser un desafío. Sin embargo, Shell plc (SHEL) se ha destacado recientemente como una de las acciones energéticas más infravaloradas, posicionándose favorablemente según la opinión de diversos hedge funds, quienes evalúan el panorama actual del mercado y sus proyecciones futuras. Esta firma británica, con presencia global y una amplia diversificación en el sector, ofrece un caso interesante para inversores que buscan un equilibrio entre riesgo y potencial de crecimiento. El sector energético, en general, ha experimentado un notable descenso en su valoración reciente, situación que ha sido alimentada principalmente por la guerra comercial desatada por las tarifas implementadas durante la administración de Donald Trump. Esta tensión ha generado incertidumbre económica global y un pronóstico de desaceleración que impacta directamente en la demanda de energía a nivel mundial.
Además, la fuerte caída en los precios del crudo ha contribuido a la percepción negativa en el mercado. El barril de West Texas Intermediate (WTI) ha oscilado alrededor de los 56 dólares, niveles que no se veían desde los tiempos más difíciles de la pandemia de COVID-19 en 2021. Otro factor que ha influido en esta dinámica es la estrategia adoptada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), con un aumento mayor al esperado en la producción para los meses de mayo y junio. Este movimiento ha sorprendido a los mercados y ha puesto presión a la baja en los precios del crudo. Arabia Saudita, parte clave en OPEP+, parece estar adoptando una postura proactiva que busca controlar la producción de otros miembros con tendencia a la sobreproducción, como Kazajistán e Irak, además de intentar cumplir con las demandas de la administración estadounidense para incrementar el suministro y reducir precios.
En este contexto de alta volatilidad, los inversores han manifestado cautela adicional. Por ejemplo, los llamados 'short sellers' han incrementado sus apuestas en contra de las acciones petroleras y del gas natural, incrementando el interés corto en el sector de 2.52% en febrero a 2.58% en marzo. No obstante, pese a la perspectiva sombría en materia de petróleo, existen nichos dentro del sector energético que presentan un panorama mucho más optimista.
Un motor de crecimiento significativo para la industria energética global es el auge de la inteligencia artificial (IA) y la infraestructura necesaria para soportarla. Los centros de datos, imprescindibles para el procesamiento de grandes volúmenes de información y desarrollo de tecnologías inteligentes, demandan cantidades crecientes de energía eléctrica. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la demanda global de electricidad derivada de centros de datos se duplicará para el año 2030, alcanzando aproximadamente 945 teravatios hora, cifra comparable al consumo eléctrico total de Japón. En Estados Unidos, el impacto es igualmente significativo. Bloomberg New Energy Finance (BNEF) proyecta que el consumo de energía en centros de datos aumentará del 3.
5% actual del total eléctrico nacional a un 8.6% hacia 2035. Este crecimiento vertiginoso impulsa a grandes empresas tecnológicas a realizar inversiones multimillonarias en la construcción y expansión de centros de datos y asegurar su abastecimiento energético de fuentes confiables y sostenibles. La importancia de estas inversiones ha revalorizado otros segmentos del sector energético como la energía nuclear, la cual ha ganado un nuevo interés después del compromiso público de varias compañías tecnológicas. En eventos recientes, como la conferencia CERAWeek, se firmaron acuerdos para triplicar la capacidad energética nuclear global para 2050, subrayando así la diversificación y el auge de fuentes energéticas que podrían complementar la demanda eléctrica creciente.
Shell plc, con su estrategia diversificada que no solo abarca la extracción y comercialización de hidrocarburos sino también iniciativas en energías renovables y tecnologías innovadoras, se beneficia de estas tendencias. La compañía ha mostrado resiliencia durante periodos de crisis y mantiene una sólida cartera de proyectos en varios sectores energéticos, lo que le confiere una posición ventajosa ante los cambios del mercado. La valoración actual de Shell sugiere que el mercado no refleja completamente su capacidad para adaptarse y crecer en este panorama cambiante. Por ello, diversos hedge funds consideran que la acción está subvaluada y representa una atractiva oportunidad de compra para inversores con visión a mediano y largo plazo. En conclusión, aunque el sector energético se enfrenta a desafíos significativos relacionados con la geopolítica, la economía global y la volatilidad de los precios del petróleo, existen factores estructurales y tecnológicos que apuntan a un futuro prometedor.
Shell plc, gracias a su amplia experiencia, adaptabilidad y participación en sectores emergentes como las energías limpias y la infraestructura energética para la era digital, emerge como un contendiente clave para aquellos que buscan aprovechar las oportunidades que ofrece un mercado en evolución.