La comunidad científica global celebra un nuevo hito con el reciente inicio de la construcción del observatorio LIGO-India, un ambicioso proyecto que promete transformar la capacidad de detección y estudio de las ondas gravitacionales desde suelo indio. Tras casi una década de planificación, estudios técnicos y coordinación internacional, el gobierno indio ha aprobado un presupuesto considerable para la realización de este centro de vanguardia ubicado en un terreno apartado de 174 acres en Aundha, Maharashtra. Esta instalación tendrá un papel fundamental en la detección de minúsculas distorsiones en el tejido del espacio-tiempo, eventos que hasta ahora han sido captados mayoritariamente por observatorios situados en Estados Unidos e Italia. Las ondas gravitacionales, predichas por Albert Einstein hace más de un siglo, son las vibraciones resultantes de eventos cósmicos extremadamente energéticos como la fusión de agujeros negros o estrellas de neutrones. La primera detección directa en 2015 abrió una nueva ventana para la exploración del universo, pero la cobertura geográfica limitada de los detectores existentes ha restringido la precisión para localizar estos fenómenos celestes.
Con la incorporación de LIGO-India se espera mejorar sustancialmente la triangulación de las fuentes de ondas gravitacionales. La colocación estratégica en la India permitirá complementar los datos obtenidos desde los observatorios en Hanford y Livingston (Estados Unidos) y Virgo (Italia), habilitando a los astrónomos para dirigir rápidamente telescopios hacia esas zonas del cielo donde ocurren las colisiones cósmicas. De esta forma, el proyecto facilitará una mejor comprensión no solo de la gravedad, sino también de la materia y radiación involucradas, marcando un importante avance hacia la astronomía multi-mensajero, que combina distintas señales para estudiar fenómenos astronómicos. LIGO-India representa mucho más que un simple observatorio. El proyecto surgió de un esfuerzo conjunto entre agencias científicas tanto indias como estadounidenses, con la colaboración de institutos universitarios y centros de investigación como el Inter-University Consortium for Astronomy and Astrophysics (IUCAA), el Raja Ramanna Centre for Advanced Technology (RRCAT), y el Institute for Plasma Research (IPR).
Juntas han realizado exhaustivos estudios sísmicos y geotécnicos para seleccionar un sitio con bajo ruido ambiental, esencial para captar las vibraciones del espacio sin interferencias. La infraestructura principal del observatorio serán dos tubos de vacío en forma de L, cada uno con 4 kilómetros de longitud, donde los láseres rebotarán entre espejos con una precisión extrema para detectar cambios imperceptibles, menores que la milésima parte del diámetro de un protón. Estos tubos ya están siendo fabricados y probados dentro de la India, demostrando la capacidad técnica y la preparación del país en ingeniería de vacío ultra alta, óptica de precisión y control de sistemas. La construcción y operación del observatorio también fomentará el desarrollo industrial y tecnológico local, especialmente en sectores como la manufactura de precisión y la ciencia de datos avanzada. El proyecto cuenta con un presupuesto aproximado de 1600 millones de rupias (alrededor de 190 millones de dólares estadounidenses) y se estima que las obras tengan una duración de 48 meses a partir de la adjudicación formal de las licitaciones para construcción civil y sistemas de vacío.
Una vez completado, se espera que LIGO-India comience a operar a principios de la próxima década, participando activamente en el consorcio global de detectores que incluye también al dispositivo japonés KAGRA. La operación en colaboración máxima de esta red permitirá captar con mayor detalle y fiabilidad eventos astronómicos, descubriendo información inédita sobre los orígenes y la evolución del universo. Más allá del impacto científico, la ejecución de LIGO-India genera un efecto multiplicador en la formación académica y la capacidad tecnológica del país, involucrando a cientos de científicos, ingenieros y estudiantes, quienes recibirán entrenamiento en áreas punteras de la física y la ingeniería. La experiencia adquirida en proyectos de tamaño y complejidad de esta índole posiciona a la India como un actor relevante en la carrera mundial de investigación espacial y física fundamental. El observatorio se integrará con otras importantes iniciativas indias y globales de observación astronómica, como el lanzamiento del satélite Daksha dedicado a la detección de eventos de alta energía, y colaborará con instalaciones como el Square Kilometre Array o el telescopio Rubin.
Esta sinergia potenciará la astronomía multi-mensajero, una disciplina que revolucionará en la próxima década la manera en que conocemos nuestro cosmos, no solo observando la luz sino también “escuchando” las señales gravitacionales. En consecuencia, la inversión en LIGO-India no solo afianza la presencia científica del país en la física experimental esencial, sino que también impulsa campos relacionados como la inteligencia artificial para tratar los grandes volúmenes de datos, la criogenia, y las técnicas avanzadas de ingeniería civil diseñadas para mantener la estabilidad extrema que requiere la detección de ondas gravitacionales. Este proyecto emblemático representa una oportunidad para la India para liderar un capítulo innovador en la cosmología observacional, contribuyendo no solo a amplificar el conocimiento sobre el universo, sino también a elevar la infraestructura científica nacional y formar una nueva generación de investigadores con visión global. La detección de las primeras ondas gravitacionales desde suelo indio podrá marcar el inicio de una época donde la sensibilidad tecnológica y la cooperación internacional impulsen descubrimientos revolucionarios en la comprensión del espacio-tiempo y los fenómenos que lo moldean.