En el dinámico mundo de la tecnología y el comercio electrónico, las prácticas de las grandes corporaciones están bajo constante escrutinio, especialmente cuando se trata de su influencia en el mercado y la competencia. Recientemente, la empresa italiana Moltiply Group ha iniciado un procedimiento legal contra Google, con una demanda que asciende a 3.34 mil millones de dólares (equivalente a 2.97 mil millones de euros) por presunto abuso de su posición dominante en el mercado. Moltiply Group, propietario de Trovaprezzi.
it, un popular comparador de precios en Italia, afirma que Google favoreció su propio servicio de comparación de precios, Google Shopping, en detrimento de la subsidiaria de Moltiply, 7Pixel. Según las alegaciones, esta práctica anticompetitiva afectó negativamente el desarrollo y la viabilidad del negocio de Moltiply durante un periodo comprendido entre 2010 y 2017. La denuncia ha sido presentada ante un tribunal en Milán, no obstante, los detalles específicos del caso no han sido revelados públicamente. Este litigio surge en el marco de la creciente vigilancia legal y regulatoria sobre las grandes empresas tecnológicas por parte de la Unión Europea. En 2017, la Comisión Europea sancionó a Google con una multa de 2.
42 mil millones de euros precisamente por abusar de su posición dominante en el mercado de comparación de precios. En dicho fallo, la Comisión estableció que Google manipulaba los resultados de búsqueda para favorecer sus propios servicios, una conducta que afectaba la competencia y limitaba la elección del consumidor. Google presentó una apelación contra esta multa, pero en septiembre de 2024, el Tribunal General de la Unión Europea desestimó dicha apelación, reforzando así la decisión inicial y subrayando la importancia de respetar las normas de competencia en el mercado digital. Frente a esta coyuntura, Moltiply ha decidido emprender acciones legales para obtener una compensación financiera millonaria por las pérdidas supuestamente ocasionadas por las prácticas anticompetitivas de Google. En respuesta, un portavoz de Google ha expresado su desacuerdo con las reclamaciones e insiste en que los cambios implementados tras la sanción de la Comisión Europea han dado resultados positivos.
Según Google, el número de sitios de comparación de precios que utilizan sus funciones en Europa ha aumentado notablemente, pasando de tan solo siete antes de las medidas hasta más de mil quinientos en la actualidad. La pugna legal de Moltiply con Google no es un caso aislado. En abril de 2025, Or Brook Class Representative Limited, una empresa británica propiedad de experto en derecho de competencia, Dr. Or Brook, presentó una demanda colectiva en el Reino Unido contra Google, cuyo monto potencial en daños supera los 5 mil millones de libras esterlinas, equivalentes a más de 6.62 mil millones de dólares.
Esta demanda alega que Google ha abusado de su posición dominante para inflar precios, afectando a consumidores y negocios de manera similar al caso italiano. La acumulación de estos litigios muestra un panorama cada vez más complicado para las grandes plataformas tecnológicas, un sector donde la presencia global de actores como Google es imponente y muchas veces cuestionada por reguladores y competidores que buscan garantizar un mercado justo y competitivo. El caso Moltiply versus Google pone en relieve varios aspectos clave en la era digital. El primero es la importancia de la regulación para evitar prácticas monopolísticas que puedan limitar la innovación y consumo libre. La puja por el liderazgo en sectores como las búsquedas en línea, las plataformas publicitarias y los servicios de comparación de precios genera conflictos donde las pequeñas y medianas empresas frecuentemente enfrentan desventajas debido a las estrategias de las grandes corporaciones.
Además, el litigio recalca la creciente sensibilidad de las instituciones europeas y nacionales para proteger la competencia real y el interés de los consumidores. La UE ha demostrado en numerosas ocasiones su compromiso por impedir que empresas con posiciones dominantes en el mercado abuse de ellas alterando las reglas del juego. Por su parte, las demandas civiles por daños y perjuicios como la de Moltiply ofrecen una vía adicional a las sanciones administrativas para que los afectados puedan buscar justicia y compensación. Por otro lado, Google enfrenta un desafío reputacional y operativo extra. A medida que se multiplican las investigaciones y sanciones, la empresa necesita equilibrar su estrategia de negocio con la necesidad de cumplir los marcos regulatorios, los cuales podrían implicar desde reformas en sus algoritmos de búsqueda hasta cambios sustanciales en la forma en que presenta y prioriza sus servicios.
El daño al sector de comparación de precios es particularmente relevante porque estos sitios son fundamentales para los consumidores que desean hacer compras informadas y económicas. La imposición de barreras artificiales o la manipulación de resultados puede alterar significativamente la confianza y la competitividad entre comercios. El caso de Moltiply aporta una narrativa importante al desarrollo del derecho de la competencia en la economía digital. El litigio puede influir en cómo se interpretan y aplican las reglas a largo plazo en un sector que no solo mueve miles de millones de euros, sino que también define cómo los consumidores acceden, comparan y adquieren productos y servicios en línea. Además, este proceso legal también alimenta el debate sobre la necesidad de más transparencia y regulación en los algoritmos que gestionan el tráfico digital y la distribución de la atención de los usuarios en la web.
La función de los motores de búsqueda y cómo estos deben operar en un mercado estrictamente competitivo serán temas centrales en futuras normativas. En conclusión, la demanda de Moltiply contra Google representa un caso emblemático en la lucha por un mercado digital justo y equilibrado. La resolución de esta disputa tendrá repercusiones que irán más allá de las fronteras italianas, afectando a la industria tecnológica global y al modo en que las grandes empresas operan bajo la lupa de las autoridades de competencia. La batalla legal refleja el momento crítico en el que se encuentran las regulaciones tecnológicas y la competencia, marcando un precedente importante para pequeñas y medianas empresas que buscan defenderse frente a gigantes tecnológicos con un dominio sustancial del mercado.