En diciembre de 2024, Nike sorprendió al mercado al anunciar el cierre definitivo de su unidad RTFKT, una división especializada en la creación de activos digitales relacionados con la cultura, el deporte y la moda, particularmente tokens no fungibles (NFTs). Esta decisión no solo afectó a la comunidad cripto, sino que también desató una demanda colectiva en contra de la multinacional estadounidense, cuyos compradores alegan haber sufrido pérdidas significativas debido a la repentina paralización del negocio. RTFKT, pronunciado como "artifact", fue adquirido por Nike en diciembre de 2021. La compañía lo presentó como un proyecto innovador que combinaba tecnología de vanguardia, cultura y juegos para crear coleccionables digitales únicos. En el apogeo de la popularidad de los NFTs, Nike buscaba posicionarse como un referente en el sector del criptoarte y los activos digitales ligados a marcas deportivas y moda, aprovechando la expansión del metaverso y la creciente demanda de experiencias digitales exclusivas.
Sin embargo, la decisión de cerrar RTFKT ha tenido consecuencias legales importantes. Una demanda colectiva fue presentada en una corte federal de Brooklyn, Nueva York, encabezada por Jagdeep Cheema, un residente australiano y comprador de NFTs de Nike. Los demandantes sostienen que la interrupción abrupta del negocio causó una caída drástica en el valor y la demanda de sus activos digitales, afectando su inversión. Según la acusación, estos compradores habrían pagado precios que no hubiesen aceptado si hubieran conocido que sus NFTs podrían ser considerados valores no registrados y que Nike planeaba cerrar el negocio sin advertencia previa, lo que describen como "sacar la alfombra bajo sus pies". La demanda reclama daños por un monto no especificado, superior a los 5 millones de dólares, y alega violaciones de las leyes de protección al consumidor en varios estados, incluyendo Nueva York, California, Florida y Oregón.
La complejidad legal se incrementa debido a la naturaleza aún no resuelta de los NFTs frente a la ley de valores en Estados Unidos. A diferencia de otros activos digitales, el estatus regulatorio de los NFTs sigue siendo un tema de debate, con algunos argumentos que clasifican ciertos NFTs como valores, lo que implicaría que su venta debe regirse por estrictas normativas de registro y transparencia. Nike, con sede en Beaverton, Oregón, no emitió comentarios inmediatos tras la presentación de la demanda. La firma RTFKT fue definida inicialmente como un esfuerzo para fusionar cultura popular, tecnología y moda en un nuevo formato de coleccionables digitales. No obstante, el cierre de esta unidad indicaría que la empresa está reevaluando su estrategia en el espacio cripto y digital.
Este caso pone sobre la mesa varios temas de relevancia en el mundo de los activos digitales. Primero, plantea dudas sobre la protección que reciben los consumidores que invierten en NFTs y otros productos similares en un mercado que aún carece de regulaciones claras y uniformes. La volatilidad y la incertidumbre inherentes a estos productos exigían una gestión cuidadosa e información transparente para evitar que los inversores terminen afectados por decisiones unilaterales de las compañías emisoras. Además, la demanda contra Nike refleja un creciente escrutinio legal y público sobre el papel de las grandes marcas al incursionar en nichos digitales de rápido desarrollo como el criptoarte y los metaversos. El interés de empresas tradicionales en estas áreas puede impulsar innovación y expansión, pero también generar riesgos legales y reputacionales si la ejecución no considera adecuadamente el impacto en sus clientes y usuarios.
El debate alrededor de los NFTs también tiene implicaciones más amplias para el sector tecnológico y financiero. La definición legal de estos activos determina si deben sujetarse a las regulaciones diseñadas para valores financieros, con los correspondientes requisitos de registro, divulgación y cumplimiento. La ausencia de claridad normativa crea riesgos para inversores y empresas, y abre la puerta a litigios como el que enfrenta actualmente Nike. En resumen, la demanda colectiva contra Nike por el cierre de su unidad RTFKT destaca la necesidad de mayor regulación y supervisión en el mercado de activos criptográficos. Los consumidores exigen seguridad jurídica y transparencia para poder participar con confianza en productos que combinan tecnología innovadora con inversión digital.