General Motors (GM) ha anunciado una innovadora alianza con LG Energy Solution para el desarrollo de baterías de nueva generación basadas en una química de litio rica en manganeso (LMR, por sus siglas en inglés) que permitirá a sus futuros vehículos eléctricos alcanzar autonomías de hasta 400 millas con una sola carga. Esta noticia supone un paso crucial en la carrera por mejorar el rendimiento, la seguridad y la economía de los vehículos eléctricos (EVs), posicionando a GM como líder en la transformación del transporte hacia un futuro más sostenible y accesible. La química LMR representa un cambio importante respecto a las baterías actuales de alta concentración de níquel que utilizan las marcas de GM, como Chevrolet y Cadillac, que ofrecen rangos aproximados de 300 a 320 millas. A diferencia de las baterías convencionales de níquel, cobalto y manganeso (NCM), la nueva tecnología apuesta por una mayor proporción de manganeso, un material abundante, seguro y económico, lo cual reduce la dependencia del cobalto, un componente caro y problemático por su problemática extracción vinculada a violaciones a los derechos humanos. El proyecto forma parte de una apuesta estratégica de GM para sustituir las baterías actuales por células prismáticas LMR, que no solo aumentan la densidad energética —permitiendo almacenar más energía en un espacio reducido— sino que también simplifican el proceso de fabricación gracias a su diseño más compacto y robusto.
Estos avances podrían traducirse en una significativa reducción de costos en la producción de vehículos eléctricos, un factor determinante para acelerar la adopción masiva de esta tecnología. GM planea iniciar la producción comercial de estas baterías en Estados Unidos para 2028, anticipándose a otras grandes automotrices como Ford, que ha anunciado su adopción de LMR para 2030. La fabricación estará a cargo de Ultium Cells, la empresa conjunta entre GM y LG dedicada exclusivamente a la producción de baterías para vehículos eléctricos. Desde 2015, GM viene trabajando intensamente en el desarrollo de baterías LMR, con más de 300 prototipos fabricados en su centro de innovación para células de batería ubicado en Wallace, Michigan. La compañía ha invertido décadas en investigación para superar los desafíos tecnológicos que históricamente han limitado el uso del manganeso, tales como la pérdida de capacidad con el tiempo y la estabilidad térmica.
Los ingenieros de GM aseguran haber logrado estabilizar la química LMR para que ofrezca un rendimiento similar o incluso superior al de las baterías de alta concentración de níquel, incluyendo una resistencia efectiva a temperaturas extremas. Esto representa un avance crucial para abordar una de las limitaciones históricas de las baterías actuales: la degradación de rendimiento en condiciones climáticas adversas. El cambio a baterías con más manganeso tiene también un impacto positivo en la circularidad y la sostenibilidad. Al reducir el uso de cobalto, el cual ha sido catalogado como el "diamante sangriento" de las baterías por las condiciones éticas cuestionables de su minería, GM contribuye a una cadena de suministro más responsable y transparentemente sostenible. Además, la localización de la producción de estos materiales clave para las baterías puede disminuir la dependencia de importaciones desde Asia, especialmente China, que domina más del 70% del mercado mundial de producción de baterías de ion de litio.
Esta estrategia de fabricación local que GM está impulsando para 2028 puede prevenir alzas en precios por conflictos comerciales o barreras arancelarias, lo que repercute directamente en una reducción de costos para el consumidor final. El potencial de alcanzar una autonomía de 400 millas significa un gran salto en la experiencia de uso para los propietarios de vehículos eléctricos, permitiendo viajes más largos sin la necesidad de recargas frecuentes, un aspecto fundamental para la aceptación generalizada de los EVs. Esta extensión del rango contribuye también a superar uno de los principales obstáculos percibidos por los usuarios: la ansiedad por la autonomía o «range anxiety». En cuanto al diseño de las células, el formato prismático ofrece ventajas en empaquetamiento y eficiencia de espacio dentro de las baterías, permitiendo a GM y LG maximizar la capacidad energética en paquetes más compactos, lo que puede resultar en vehículos más ligeros y con mejor dinámica. Por otro lado, los costos relacionados con las baterías representan entre el 30 y el 40% del precio final de un vehículo eléctrico, razón por la cual GM considera que esta innovación en química y diseño será el factor clave para lograr vehículos más asequibles y competitivos en el mercado global.
La asociación con LG Energy Solution consolida además un ecosistema sólido y con experiencia en tecnologías de baterías, acelerando el proceso desde la investigación hasta la producción en masa, y asegurando el control de calidad y la innovación constante. Finalmente, el anuncio de GM no solo destaca un avance tecnológico, sino una apuesta estratégica hacia la sostenibilidad, el respeto humano y la independencia de mercados extranjeros, mientras lleva a la industria automotriz un paso más cerca de hacer realidad la movilidad eléctrica para millones de usuarios en todo el mundo. La implementación de baterías LMR de alta capacidad y bajo costo puede ser el motor que impulse la próxima ola de adopción global de vehículos eléctricos, haciendo más accesible una tecnología fundamental para reducir las emisiones contaminantes y combatir el cambio climático. Con la expectativa puesta en la salida comercial de estos vehículos a finales de la década, GM y LG Energy Solution marcan un precedente que probablemente será seguido por otros fabricantes, definiendo el futuro del transporte como cada vez más limpio, eficiente y ético.