En un mundo donde la conciencia ambiental y social crece día a día, la industria de la moda, históricamente vinculada a prácticas poco sostenibles, comienza a dar pasos firmes hacia la transformación gracias a iniciativas corporativas visionarias. Una figura clave en este movimiento es Paul Polman, una voz destacada que ha dedicado esfuerzo y liderazgo para redefinir el paradigma empresarial en el sector de la moda. Al cumplirse cinco años desde la creación de The Fashion Pact, una alianza global que agrupa a las principales casas y marcas del mundo, Polman reflexiona sobre los logros, desafíos y el camino por recorrer para que la industria adopte prácticas verdaderamente responsables y regenerativas. El Fashion Pact nació gracias a la colaboración entre Paul Polman y François-Henri Pinault, presidente y CEO del grupo Kering, un conglomerado que reúne marcas de lujo como Gucci, Saint Laurent, y Balenciaga. El objetivo fue ambicioso desde el principio: reunir a los principales actores del mundo de la moda para abordar colectivamente los retos ambientales vinculados a la industria.
La alianza ya cuenta con más de 55 signatarios, incluyendo gigantes como Chanel, Ferragamo, H&M e Inditex, que hoy representan alrededor de un tercio de la producción global en moda. Para Polman, la clave del éxito del Fashion Pact radica en la construcción de una relación basada en la confianza entre los actores involucrados. Su liderazgo se manifiesta en la organización de encuentros virtuales y presenciales que permiten a estos competidores tradicionales compartir experiencias, detectar problemáticas comunes y generar soluciones conjuntas. Más allá de las acciones individuales, Polman enfatiza que la acción colectiva es indispensable para generar un impacto real y duradero. Una de las ideas centrales que Polman ha promovido es la evolución del concepto tradicional de responsabilidad social corporativa (CSR, por sus siglas en inglés) hacia un modelo más integral y comprometido: responsabilidad social corporativa extendida (RSC).
Según él, muchas empresas todavía están ancladas en enfoques limitados que se centran únicamente en reparar o mitigar daños ambientales dentro de sus cadenas de valor, pero no consideran el impacto global ni adoptan una visión regenerativa. Este cambio de paradigma implica que las empresas de moda deben replantear sus modelos de negocio para garantizar que no solo evitan hacer daño, sino que activamente contribuyen a generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Cultivar algodón sostenible, mejorar los medios de vida de los agricultores, proteger la biodiversidad y enriquecer el suelo son ejemplos de iniciativas que se alinean con este enfoque regenerativo. Polman destaca que reconocer y hacerse responsable de las externalidades negativas es el primer paso para transformarlas y generar valor verdadero a largo plazo. Además de la responsabilidad ambiental, Polman también resalta la importancia de incorporar la equidad social dentro del modelo de negocios, promoviendo un desarrollo sostenible que beneficie a todas las partes involucradas, desde los productores hasta los consumidores finales.
Este enfoque integral acerca a la industria de la moda a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, un compromiso que el Fashion Pact busca profundizar en los próximos años. Este año, el Fashion Pact planea reunir a 30 CEO de sus empresas miembro en el Palacio Papal de Castel Gandolfo en Roma para un entrenamiento especial enfocado en estos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa busca fortalecer el liderazgo consciente dentro de las compañías y extender la cultura de colaboración, transparencia y compromiso más allá de lo simbólico. Paul Polman también reflexionó sobre el contexto político y económico reciente que ha afectado la industria de la moda, como las políticas arancelarias implementadas durante la administración Trump en Estados Unidos. Aunque algunos temían que estos aranceles pudieran perjudicar a los trabajadores textiles locales, Polman indica que las repercusiones fueron más complejas, pero que lo esencial sigue siendo que las marcas se comprometan con una producción y consumo más responsables, independientemente de los cambios en la política internacional.
El balance de estos cinco años de trabajo en The Fashion Pact muestra que, aunque el progreso es palpable, la industria todavía enfrenta grandes retos para cambiar un sistema basado en la producción masiva y el consumo rápido hacia uno regenerativo y duradero. El liderazgo, la colaboración y la aceptación del cambio sistémico son piezas fundamentales para lograrlo. Polman ha sido claro al expresar que ningún actor puede transformar el sector en solitario. La interdependencia entre marcas, proveedores, consumidores, gobiernos y comunidades exige confianza y acción conjunta. En este sentido, el Fashion Pact se erige no solo como una alianza sino como un movimiento que busca reconstruir las cadenas de valor de la moda para que sean respetuosas con el planeta y justas con las personas.
Más allá de la sostenibilidad, el cofundador de The Fashion Pact impulsa una mirada humana y ética del negocio. Promueve que las empresas adoptan modelos en los que prosperen no solo económicamente, sino social y ambientalmente, en línea con las ideas que desarrolla en su libro "Net Positive: How Courageous Companies Thrive by Giving More Than They Take". Polman invita a empresarios y líderes a abrazar la valentía para innovar y transformar sus prácticas desde un lugar de compromiso genuino, no solo para cumplir con expectativas o regulaciones. A medida que la industria de la moda sigue reconociendo su responsabilidad frente a la crisis climática, The Fashion Pact representa un faro importante que demuestra que la colaboración y el liderazgo pueden alinear negocios tradicionales con las nuevas demandas del planeta y la sociedad. Con la mirada puesta en los próximos cinco años, Polman y sus aliados continúan apostando a un futuro en el que la moda no solo vista a las personas, sino que también las fortalezca y cuide el entorno que todos compartimos.
Paul Polman, a través del Fashion Pact, nos recuerda que la transformación del sector de la moda no es un lujo, sino una urgente necesidad. Solo integrando sostenibilidad, responsabilidad y colaboración con audacia y compromiso, la industria podrá alcanzar un camino realmente positivo y regenerativo para el planeta y las futuras generaciones.