Comprar una casa representa una de las decisiones financieras más importantes que una persona puede tomar en su vida. Esta compra no solo implica una inversión considerable, sino que también afecta la estabilidad financiera durante muchos años. En un entorno económico que presenta desafíos y variabilidad, es crucial ser especialmente cautelosos y estratégicos. Kevin O’Leary, conocido por su papel como inversionista en el popular programa “Shark Tank”, ha compartido un consejo invaluable para quienes están buscando adquirir una vivienda en 2025. Este consejo puede marcar la diferencia entre una compra segura y responsable y un compromiso financiero que podría resultar insostenible.
El consejo central que O’Leary destaca tiene que ver con el manejo adecuado del presupuesto destinado a la hipoteca. Según sus palabras, el principal error que muchos compradores cometen es permitir que más de un tercio de sus ingresos netos mensuales se destinen al pago de la vivienda. Esto es un riesgo porque, aunque el monto de la hipoteca parece manejable, a menudo se subestiman otros gastos relacionados con la propiedad. Además, compras que superan esa proporción pueden generar una presión financiera que afecta otras áreas de la vida y pone en peligro la salud económica familiar. Para ser más preciso, Kevin O’Leary recomienda que no se destine más del 33% del ingreso neto mensual al pago del préstamo hipotecario.
La razón detrás de esta regla es que, para mantener la estabilidad financiera, es necesario dejar margen para otros gastos esenciales que tiene cualquier propietario. Además del pago mensual del préstamo, hay que considerar impuestos sobre la propiedad, costos de mantenimiento, seguros y eventuales fluctuaciones en las tasas de interés. Si la proporción destinada a la hipoteca es demasiado alta, estos gastos adicionales pueden causar que el presupuesto total supere la capacidad real del comprador. El mensaje subyacente de esta regla es la prudencia y la planificación consciente. Kevin O’Leary incluso sugiere que puede ser necesario optar por viviendas un poco más pequeñas o en ubicaciones diferentes para cumplir con esta limitación presupuestaria.
Esto puede parecer un sacrificio inicial para algunos, pero garantiza que la compra sea sostenible y no se convierta en una carga financiera a largo plazo. Esta visión establece que no vale la pena adquirir una propiedad que pueda poner en riesgo la calidad de vida y la tranquilidad financiera. Otro punto importante que O’Leary menciona es que muchas personas olvidan la importancia de vivir y mantener la vivienda que compran. El pago de la hipoteca no es el único costo importante; el mantenimiento continuo del hogar también representa un gasto considerable que puede superar el 10 o 15% adicional del costo mensual total. Este mantenimiento incluye reparaciones, servicios básicos, mejoras y también debe contemplar posibles emergencias o imprevistos relacionados con la propiedad.
Por lo tanto, la regla del tercio acerca a los compradores a una forma más realista y completa de evaluar su presupuesto. La recomendación de Kevin O’Leary coincide con las prácticas más comunes y recomendadas por expertos en finanzas personales. Muchas voces en el ámbito financiero promueven reglas similares, aunque con cierta variación en los porcentajes y el enfoque entre ingresos brutos y netos. Por ejemplo, algunas recomendaciones sugieren no destinar más del 25 al 28% de los ingresos brutos al pago de la vivienda y que la deuda total no supere el 36%. Sin embargo, lo distintivo del consejo de O’Leary es que se basa en el ingreso neto, es decir, en lo que queda en mano después de impuestos, lo que puede ser un indicador más conservador y realista para muchos compradores.
Este enfoque también permite a los compradores planear de manera más efectiva otros aspectos financieros complementarios, como ahorro para emergencias, inversión para el retiro y gastos diarios. Mantener un equilibrio entre pagos de vivienda y otros obligaciones es fundamental para evitar estrés financiero y posibles situaciones de impago o endeudamiento excesivo. Además, es importante considerar el contexto económico actual al aplicar este consejo. En 2025, la economía global y nacional continúa atravesando zonas de incertidumbre, con tasas de interés que pueden experimentar cambios bruscos y mercados inmobiliarios que varían según la región. En este escenario, atenerse a una regla clara y prudente para la inversión en vivienda es crucial.
Comprar más allá de las posibilidades financieras puede resultar en dificultades que a largo plazo afecten la estabilidad familiar y los planes de vida. Para quienes estén en proceso de búsqueda de casa, es recomendable hacer un análisis profundo de ingresos y egresos y contar con un presupuesto realista. Esta evaluación debe incluir no solo el pago mensual de la hipoteca, sino también otras obligaciones financieras y el estilo de vida que se desea mantener. Considerar alternativas, como viviendas más pequeñas, ubicaciones de menor costo o incluso alquiler, puede ayudar a evitar problemas futuros. Más allá del consejo económico, este planteamiento de Kevin O’Leary también destaca una filosofía financiera basada en la sostenibilidad y la responsabilidad.