En los últimos días, el mundo tecnológico ha sido testigo de un giro inesperado con la noticia de que Amazon ha realizado una oferta de última hora para adquirir el negocio de TikTok en Estados Unidos. Este movimiento se presenta justo cuando el futuro de la app en el territorio estadounidense pende de un hilo, ante la posibilidad de una prohibición federal que podría derribar la aplicación de cientos de millones de teléfonos. La noticia fue revelada inicialmente por el New York Times, lo que generó un gran revuelo en la industria tecnológica y entre los usuarios de la plataforma. TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, es una de las aplicaciones de videos cortos más populares a nivel mundial, con aproximadamente 170 millones de usuarios solo en Estados Unidos. A pesar de su éxito masivo, la aplicación se enfrenta a una presión gubernamental sin precedentes debido a preocupaciones sobre la seguridad nacional y la influencia extranjera, específicamente relacionadas con el origen chino de ByteDance.
Estas tensiones han impulsado movimientos legislativos y ejecutivos encaminados a limitar o incluso prohibir la plataforma dentro del país. En este contexto, la intención de Amazon por comprar TikTok apunta a evitar un desenlace donde la aplicación sea retirada de las tiendas de aplicaciones y los dispositivos estadounidenses. El gigante del comercio electrónico y la tecnología parece buscar posicionarse aún más en el mercado de contenido digital y comercio social, áreas en las que TikTok ha tenido un impacto considerable. Curiosamente, Amazon también tiene una relación previa en este espacio, tras haber lanzado un pequeño experimento llamado Inspire, una función de compra integrada con video, que fue descontinuada en febrero debido a su bajo desempeño. La oferta de compra fue formalizada mediante una carta dirigida a personalidades clave del gobierno de Estados Unidos: el vicepresidente JD Vance y el secretario de Comercio Howard Lutnick.
Pese a ello, fuentes cercanas a las negociaciones aseguraron para el medio citado que la propuesta no está siendo tomada con la seriedad necesaria, lo que refleja la complicada situación que enfrenta ByteDance y las limitantes políticas y regulatorias que dificultan cualquier transacción. El plazo para que ByteDance encuentre un comprador estadounidense de su negocio de TikTok vence el próximo 5 de abril, fecha en la cual podría llegar a implementarse la prohibición estricta. Esta extensión fue otorgada tras una orden ejecutiva firmada durante la administración del expresidente Donald Trump, quien originalmente fue uno de los mayores impulsores de la prohibición. Sin embargo, esta nueva ventana ha generado un escenario donde actores diversos, desde grandes corporaciones tecnológicas hasta figuras del mundo de la inversión, han expresado interés en adquirir la plataforma o partes de la misma. Uno de los temas más complejos de esta situación gira en torno al valor real de TikTok.
Estimaciones preliminares sugieren que la aplicación podría estar valorada en alrededor de 20 mil millones de dólares, cifra propuesta por el multimillonario Frank McCourt, conocido por su iniciativa llamada "The People's Bid", que busca reunir financiamiento para la compra de TikTok. McCourt, el cofundador de Reddit Alexis Ohanian y el empresario Kevin O’Leary han sido algunos de los nombres recientemente asociados a esta intención de adquirir la plataforma. Sin embargo, estas valoraciones no incluyen uno de los activos más valiosos de TikTok: su poderoso algoritmo de recomendación, que determina el contenido que millones de usuarios ven a diario. ByteDance ha dejado claro que no está interesado en vender este componente clave, lo que hace aún más difícil establecer un precio definitivo. Algunos analistas, como Dan Ives de Wedbush, sugieren que si se considerara el algoritmo como parte del paquete, el valor de TikTok podría dispararse hasta cifras cercanas a los 300 mil millones de dólares.
Además de los aspectos financieros, la estructura corporativa de TikTok también complica cualquier potencial transacción. La aplicación opera como una subsidiaria de una serie de compañías pantalla registradas en las Islas Caimán, lo que dificulta el rastreo transparente de los ingresos y beneficios asociados a su operación en Estados Unidos. Esta complejidad legal y fiscal es un obstáculo importante para los compradores interesados y para el propio proceso regulatorio. Por otro lado, la influencia del gobierno chino no debe ser subestimada. Aunque no tiene una participación mayoritaria directa en ByteDance, el Estado posee una pequeña pero significativa participación en otras empresas vinculadas al grupo.
Esto implica que cualquier venta tendría que contar con la aprobación implícita o explícita de Pekín, lo que añade una capa adicional de incertidumbre y tensión geopolítica al asunto. En cuanto a la experiencia de Amazon en el manejo de plataformas digitales con millones de usuarios, es indudable que la adquisición de TikTok podría reforzar significativamente su posición en el ecosistema digital estadounidense. La fuerte penetración de TikTok en la audiencia joven y su capacidad para fusionar entretenimiento y comercio representan una oportunidad estratégica que va más allá de la simple compra de una aplicación popular. No obstante, el silencio oficial de Amazon respecto a la oferta reportada ha generado especulaciones y dudas en el mercado. La ausencia de comentarios públicos podría ser una táctica deliberada, dada la sensibilidad política del momento y el complicado panorama regulatorio.
Sin embargo, los observadores coinciden en que el interés de una multinacional de este calibre en TikTok subraya la importancia y el valor del negocio que ByteDance está poniendo en juego. Mientras tanto, la situación legal de TikTok continúa siendo incierta. La aplicación fue removida brevemente de las plataformas de distribución en Estados Unidos el pasado 19 de enero tras una decisión de la Corte Suprema que validó una ley federal que exige la venta o el bloqueo de la app. Sin embargo, el servicio fue restaurado rápidamente y volvió a estar disponible en las tiendas de aplicaciones de Apple y Google desde mediados de febrero, lo cual dio un respiro temporal a sus usuarios y a la empresa. Este capítulo entre Amazon y TikTok es solo un episodio dentro de un conflicto más amplio que involucra preocupaciones de seguridad nacional, comercio internacional, control de datos y rivalidades globales en el sector tecnológico.
