En el panorama actual de la investigación científica, la reproducibilidad de los resultados se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales para garantizar la fiabilidad y validez del conocimiento generado. Sin embargo, esfuerzos recientes han puesto en evidencia preocupantes deficiencias en este ámbito, principalmente dentro de la comunidad biomédica. Un enorme proyecto de reproducibilidad llevado a cabo en Brasil, que congregó a más de 50 equipos de investigación, reveló que menos de la mitad de los estudios biomédicos seleccionados pudieron ser replicados con éxito, encendiendo alertas sobre la necesidad de una revisión profunda y reformas en el sistema científico nacional e internacional. El proyecto, coordinado por la Iniciativa Brasileña de Reproducibilidad, surgió con el objetivo claro de evaluar la reproducibilidad no desde una perspectiva basada en áreas específicas del conocimiento o en la importancia percibida de los estudios, sino enfocado en los métodos comúnmente utilizados en la investigación biomédica en Brasil. Este enfoque metodológico distintivo permitió abarcar una amplia variedad de experimentos y obtener una visión representativa y mucho más realista de la situación.
Participaron 213 científicos distribuidos en 56 laboratorios, un despliegue formidable que se llevó a cabo en medio de las dificultades impuestas por la pandemia de COVID-19, lo cual añadió complejidad logística y desafíos inéditos al proyecto. El proceso comenzó con una exhaustiva revisión de artículos científicos para identificar cuáles eran los métodos más empleados en la biomedicina brasileña. Como resultado, se seleccionaron tres técnicas predominantes: un ensayo de metabolismo celular, una técnica para amplificar material genético y una prueba con laberintos para roedores. Estas metodologías son representativas y accesibles en la mayoría de los laboratorios interesados, garantizando que el trabajo de replicación fuera factible y riguroso. Se escogieron de manera aleatoria una cantidad inicial de sesenta artículos científicos que cumplían con criterios específicos, como incluir información estadística pertinente.
Cada experimento fue replicado en tres laboratorios diferentes para asegurar diversidad en la verificación, y una comisión independiente evaluó cuáles de estas repeticiones podían considerarse válidas. De esta manera, lograron realizar 97 intentos de replicación considerados válidos, que abarcaban 47 experimentos diferentes. La valoración de la reproducibilidad se realizó a partir de cinco criterios establecidos que incluían, entre otros aspectos, que al menos la mitad de los intentos demostraran resultados estadísticamente significativos en la misma dirección que los originales. El balance fue desalentador: solo un 21 % de los experimentos cumplió con al menos la mitad de estos criterios, evidenciando la dificultad para validar científicamente los hallazgos previos. Un hallazgo adicional y de gran relevancia fue la diferencia considerable en el tamaño del efecto observado entre los estudios originales y las replicaciones.
En promedio, los estudios iniciales reportaban efectos un 60 % más grandes que los resultados obtenidos en las repeticiones, lo que sugiere que muchas publicaciones tienden a sobrestimar la magnitud de los hallazgos y, de este modo, influyen en futuras investigaciones y aplicaciones clínicas basadas en datos posiblemente inflados. Este proyecto no solo se limita a un diagnóstico sino que tiene un fuerte componente transformador. Las responsables del estudio aseguran que estos resultados brindan material suficiente para comenzar un proceso de cambios internos en la ciencia brasileña. Desde la revisión de políticas públicas hasta ajustes en las prácticas académicas, la intención es fomentar una mayor transparencia, rigor y responsabilidad en la investigación científica. El fracaso en reproducir una cantidad significativa de estudios biomédicos no es un fenómeno exclusivo de Brasil.
A nivel global, la llamada "crisis de reproducibilidad" ha sido motivo de atención y debate por parte de científicos, instituciones y organismos financiadores. La dificultad para reproducir experimentos afecta la credibilidad de la ciencia y puede tener consecuencias directas en la salud pública y en la toma de decisiones basadas en evidencia. Las causas de esta crisis son múltiples y complejas. Entre ellas se incluyen la presión por publicar en revistas de alto impacto, la tentación de reportar resultados positivos con mayor atención, problemas en el diseño experimental, el uso inadecuado de análisis estadísticos y la falta de acceso a datos y protocolos originales. El estudio brasileño, al centrarse en métodos concretos, aporta claridad sobre cómo estas problemáticas se manifiestan en casos prácticos y sirve como base para estrategias que ataquen específicamente estas debilidades.
Es imprescindible que la comunidad científica y los organismos reguladores mantengan un compromiso firme para incentivar prácticas de investigación reproducibles. La adopción de plataformas de datos abiertos, la promoción de auditorías científicas, la implementación de preregistros de estudios y la educación en metodologías robustas son caminos que pueden contribuir a mejorar la situación. Además, con este ejemplo brasileño se demuestra que las iniciativas locales y regionales pueden tener un gran impacto, sirviendo de modelo para otras naciones y regiones que deseen evaluar y fortalecer la calidad de sus investigaciones. En conclusión, el proyecto de reproducibilidad en Brasil ofrece un espejo crítico y necesario para la comunidad científica. Más allá de mostrar las dificultades existentes, plantea una oportunidad para replantear las formas de hacer ciencia y garantizar que los avances biomédicos se construyan sobre cimientos sólidos, confiables y verificables.
La transparencia, colaboración y rigor científico deben ser las guías para superar la crisis de reproducibilidad y fortalecer el futuro de la investigación para beneficio global.