En un reciente caso que ha captado la atención tanto de las autoridades como de la comunidad, los fiscales del gobierno federal han tomado medidas decisivas contra un estafador internacional de criptomonedas. Este esfuerzo fue posible gracias a la colaboración entre la Oficina del Fiscal General de Kansas y el Departamento de Policía de Topeka. Se trata de un relato que ilustra no solo la persistente amenaza de las estafas en línea, sino también la capacidad de las autoridades para rastrear fondos ilícitos en el complejo mundo de las criptomonedas. El 27 de septiembre, un abogado asistente especial de EE. UU.
, Scott Anderson, presentó una solicitud de confiscación civil de activos en la Corte de Distrito de EE. UU. en Wichita. Este caso gira en torno a la incautación de fondos almacenados en una billetera de intercambio de criptomonedas XREX, que fue confiscada por el Ministerio de Justicia de Taiwán el 12 de julio. Aunque los documentos judiciales no detallan el valor exacto de la criptomoneda confiscada, se alega que estos fondos están vinculados a un fraude que le costó más de medio millón de dólares a una mujer de Kansas.
Las circunstancias que rodean esta estafa son alarmantes. Según una declaración jurada presentada el 19 de septiembre por Brent Yoshikawa, un agente especial del Departamento de Seguridad Nacional, la víctima de 61 años, residente en Towanda, comenzó su pesadilla el 23 de enero de 2023. Mientras navegaba en su computadora personal, se le presentó un mensaje emergente de Microsoft que alegaba que había una amenaza de seguridad en su dispositivo. Este aviso la llevó a contactar un número de teléfono que, aparentemente, pertenecía a Microsoft. Una vez en contacto, un individuo que se hacía pasar por un representante de seguridad de Microsoft le solicitó acceso remoto a su computadora.
Tras darle acceso, esta persona la conectó con otra que supuestamente pertenecía a la seguridad del banco Intrust. Este segundo estafador le informó que había transferencias sospechosas en su cuenta que incluían montos exorbitantes destinados a cuentas de pornografía infantil y juegos de azar. Utilizando tácticas de manipulación emocional y mentalidad de pánico, logró convencer a la mujer de que no podía cancelar las transferencias, sugiriendo en cambio que duplicara las transacciones y enviara los pagos a una billetera digital. Lo que siguió fue una serie de retiros de efectivo de su cuenta bancaria, totalizando $87,000, que depositó en cajeros automáticos de Bitcoin. Los estafadores continuaron manipulándola, alegando que había un “topo” en el banco que la estaba vigilando y que debía enviar el dinero para protegerlo.
La situación culminó cuando transfirió, en varios pasos, un total de $552,000 hacia billeteras de criptomonedas controladas por los estafadores, incluyendo montones de Bitcoin que en ese momento tenían un valor combinado significativo. A medida que la mujer se dio cuenta de que había caído en un elaborado esquema de fraude, presentó una queja ante la Oficina del Sheriff del Condado de Butler el 2 de febrero de 2023. Esta denuncia fue escalada a la división de protección al consumidor de la Oficina del Fiscal General de Kansas, que a su vez solicitó ayuda al Departamento de Policía de Topeka para rastrear los fondos utilizando herramientas de análisis forense de blockchain. El detective Joe Kinnett de la policía de Topeka se embarcó en esta complicada tarea de rastrear el flujo de fondos a través de la blockchain. Utilizando sofisticadas técnicas de investigación, Kinnett descubrió que los fondos se habían movido fuera de la billetera original a través de un complejo sistema de transacciones conocido como "peel chain" o cadena de pelado, que es una técnica utilizada por los criminales para ocultar el rastro de fondos a través de múltiples transacciones pequeñas.
Los hallazgos del detective llevaron a la identificación de un cluster de billeteras centralizadas que finalmente recibieron los fondos. Con esta información, la oficina del fiscal general emitió un subpoena a XREX, que proporcionó información valiosa, incluida identificación que vinculaba al estafador, Garg Anubhav, con la cuenta. Este individuo no solo era el propietario de la cuenta de XREX, sino que también se le identificó a través de documentos de identidad emitidos por las autoridades de India. El proceso culminó en junio de 2023 cuando las autoridades solicitaron y obtuvieron una orden de incautación para la billetera de XREX. Esta orden fue transmitida al Ministerio de Justicia de Taiwán, que en julio de 2023 ejecutó la confiscación de la cuenta, poniendo fin a las transferencias ilícitas y asegurando la recuperación de los fondos desviados.
A lo largo de este proceso, se ha puesto de manifiesto la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen cibernético. La capacidad de las fuerzas del orden para trabajar en conjunto, tanto a nivel estatal como internacional, es crucial para abordar las complejidades de las estafas modernas que a menudo involucran criptomonedas. Las criptomonedas, al ser un medio cada vez más popular para la transferencia de fondos, han atraído a estafadores que se aprovechan de la falta de comprensión del público sobre cómo funcionan estas transacciones. El caso también destaca la vulnerabilidad de los ciudadanos ante estafas de alta tecnología y la urgencia de la educación pública sobre la seguridad en línea. La estafa de la mujer de Kansas no es un caso aislado: numerosas personas han perdido grandes sumas de dinero en estafas similares que emplean tácticas sofisticadas para engañar a las víctimas.