El miércoles por la mañana, las acciones de Advanced Micro Devices (AMD) experimentaron una notable escalada, solo para corregir su valor más adelante en la misma jornada. Este comportamiento genera interés tanto en inversores como en analistas, ya que refleja tanto el optimismo inicial por los resultados presentados como las preocupaciones subyacentes que pesan en el mercado. El origen de esta volatilidad se encuentra en la presentación de sus resultados financieros del primer trimestre de 2025 y en otros factores externos que influyen en la percepción que el mercado tiene sobre esta compañía clave en la fabricación de chips para inteligencia artificial. AMD anunció cifras que en un principio superaron ampliamente las estimaciones de Wall Street. La empresa reportó ingresos récord de 7.
400 millones de dólares, un aumento interanual del 36%. Esta cifra es especialmente significativa si se considera que los analistas habían pronosticado ingresos de aproximadamente 7.120 millones de dólares para ese periodo. Por otro lado, las ganancias ajustadas por acción (EPS) alcanzaron los 0,96 dólares, representando un crecimiento del 55% respecto al año anterior y superando también las expectativas previas que se situaban en 0,93 dólares. El motor principal detrás de estos resultados fue la división de centros de datos, la cual consiguió ingresos por 3.
700 millones de dólares, un crecimiento interanual del 57%. Este segmento está impulsado por la demanda creciente de sus unidades de procesamiento centrales Epyc, diseñadas específicamente para aplicaciones de inteligencia artificial, y sus tarjetas gráficas avanzadas Instinct. Este repunte evidencia la tendencia global de inversión y adopción tecnológica en inteligencia artificial, área en la que AMD se ha posicionado como actor relevante. La directora ejecutiva de AMD, Lisa Su, expresó que la compañía ha tenido un inicio de año excepcional, con un crecimiento sostenido durante cuatro trimestres consecutivos. Resaltó la fortaleza de sus negocios principales y el impulso que le otorga la expansión en el sector de inteligencia artificial y centros de datos.
La afirmación refleja la confianza de la empresa en su estrategia y en las oportunidades que abre la tecnología. Sin embargo, a pesar de estos resultados positivos, algunos aspectos negativos comenzaron a preocupar a los inversores conforme avanzaba la jornada bursátil. Una de las noticias que generaron incertidumbre fue el anuncio de una carga contable de 1.500 millones de dólares para el año 2025, derivada de restricciones a la exportación de chips avanzados hacia China. Estas limitaciones, impuestas por regulaciones internacionales, impactan directamente en la capacidad de AMD para comercializar sus productos en uno de los mercados tecnológicos más grandes del mundo.
Los analistas financieros se dividieron en sus opiniones. Por un lado, algunos valoraron la resistencia y la capacidad de AMD para superar las expectativas en ingresos y ganancias. Por otro, surgieron preocupaciones en torno a la evolución de su negocio centrado en inteligencia artificial. Por ejemplo, la firma Jefferies destacó que el crecimiento en IA es el principal motor para el valor de las acciones, pero advirtió que las estimaciones se están revisando a la baja. De manera similar, Citigroup comentó que, mientras otras compañías esperan incrementar sus ingresos ligados a la inteligencia artificial durante la primera mitad de 2025, AMD prevé una disminución en esta área.
Esta situación particular pone de relieve un contraste relevante en el mercado tecnológico. Si bien la inteligencia artificial sigue siendo el principal catalizador para el crecimiento y una fuente de atractivo para los inversores, las diferencias en la anticipación de ingresos para este segmento pueden generar disonancia en las valoraciones bursátiles. En el caso de AMD, esta discordancia llevó a que la subida inicial del miércoles se moderara rápidamente, reflejando la cautela de los compradores frente a las adversidades. A pesar de las dudas a corto plazo, las perspectivas a largo plazo para AMD son todavía consideradas prometedoras por muchos expertos. Con una relación precio-beneficio a futuro de aproximadamente 22 veces las ganancias proyectadas, la empresa se percibe como una oportunidad atractiva para capitalizar la revolución de la inteligencia artificial.
Esta valoración hace que la acción mantenga su atractivo en términos comparativos dentro del sector tecnológico. La dinámica reciente en el precio de las acciones de AMD también invita a reflexionar sobre la naturaleza cambiante del mercado de tecnología y la influencia de factores geopolíticos. Las restricciones comerciales impuestas para limitar la transferencia tecnológica a China no solo afectan a AMD, sino a un conjunto amplio de empresas que compiten en la industria de semiconductores. Estas medidas, junto con las previsiones cambiantes en torno a la demanda de productos de IA, contribuyen a la alta volatilidad en el valor de estos papeles. Por otro lado, la competencia dentro del mercado de chips para inteligencia artificial continúa intensificándose.
Compañías rivales presentan innovaciones constantes que modifican el panorama y las expectativas. Situaciones como la presentada por AMD el miércoles muestran cómo las fluctuaciones en la confianza de los inversores pueden responder no solo a resultados financieros sino también a factores externos y expectativas futuras. No obstante, la forma en que AMD continúa ampliando su participación en segmentos clave como los centros de datos y supercomputación para inteligencia artificial indica un compromiso con su estrategia de crecimiento. Liderar el desarrollo de procesadores y unidades gráficas especializadas es crucial para mantenerse relevante en un mercado que evoluciona rápidamente. En conclusión, la jornada bursátil del miércoles resalta la complejidad del entorno que rodea a AMD.
Su capacidad para superar cifras financieras importantes generó entusiasmo, pero las preocupaciones sobre los cargos por restricciones comerciales y una posible desaceleración en ingresos de IA llevaron a que el optimismo inicial se moderara. A pesar de estos desafíos, la empresa sigue siendo un actor decisivo en la industria tecnológica y ofrece oportunidades interesantes para inversión a largo plazo. Los inversores deben considerar tanto las fortalezas financieras actuales de AMD como los riesgos geopolíticos y sectoriales que podrían influir en su desempeño futuro. Este equilibrio entre potencial y precaución define la narrativa financiera de AMD en la coyuntura actual.